LORCA.- Tras más de 500 años como custodios de la imagen de
Nuestra Señora de las Huertas y de su santuario, los franciscanos
dijeron adiós al pueblo de Lorca. El obispo de Cartagena despidió a
los frailes en un templo repleto de lorquinos emocionados por la marcha
de los religiosos. El provincial de la Orden de Frailes Menores (OFM),
así como otros sacerdotes de la orden y diocesanos también concelebraron
la Eucaristía.
Poco antes de las 11:00 horas
regresaba la imagen de la patrona a su santuario, en el último día de
las fiestas, tras pasar toda la semana en la iglesia de San Diego. Entre
los cientos de fieles presentes estaban el presidente de la Comunidad
Autónoma y el alcalde de Lorca.
“Nos enfrentamos a
una realidad de dolor y gozo, por la despedida de nuestros queridos
padres franciscanos –dijo Mons. Lorca en su homilía–, que han dejado una
huella imborrable en esta ciudad de Lorca y para muchos de ellos ha
sido una ocasión de vivir la santidad y de predicar con el ejemplo de
una vida en plenitud y en pobreza, pero rica del amor de Dios”.
Además,
animó a los lorquinos a continuar con la labor caritativa que han
llevado los frailes en el convento de la Virgen de las Huertas.
Por
su parte, el provincial de los franciscanos, Juan Carlos Moya, recordó
que se encuentran en “un proceso de reestructuración debido a la escasez
de vocaciones, pues son más los religiosos que mueren que los que
entran, y esto nos obliga a tomar este tipo de decisiones”.
Aseguró que
se marchan con mucha pena: “esto nos rompe el corazón, el alma, pero no
encontramos otra alternativa. Nos vamos con el agradecimiento por el
cariño recibido, con la paz de haber hecho lo que creíamos que debíamos
hacer y con una palabra de perdón por aquellas situaciones en que hayan
podido detectar que no hemos sido testigos del Evangelio. Nos duele
dejar Lorca”, añadió el franciscano.
“Nuestra
intención –dijo el provincial– es que el convento siga siendo un lugar
de encuentro para celebrar, profundizar y compartir la fe. Queremos que
este santuario, como todo el conjunto del convento, sea un lugar
abierto, puesto al servicio de la ciudad de Lorca, del que se beneficie
el máximo número de personas”.
Para ello, la Provincia Franciscana de la
Inmaculada y la Diócesis de Cartagena están tramitando un convenio de
cesión del convento para su custodia. “Los frailes nos marchamos, pero
con ustedes queda el espíritu de San Francisco con las hermanas clarisas
y la Orden Franciscana Seglar”, apuntó.
Al
finalizar la Eucaristía, la Hermandad de la Virgen de las Huertas
entregó varios reconocimientos, entre ellos a los franciscanos.
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