MADRID.- El Gobierno ha logrado vetar el impuesto a la banca propuesto porPodemos y el PSOE para financiar la subida de pensiones, por asegurar que sería contraproducente para las arcas públicas.
Según
el informe presentado por el secretario de Estado de Relaciones con las
Cortes, Rubén Moreno, al que ha tenido acceso El Mundo, el impuesto no recaudaría los mil millones augurados por el secretario general socialista, Pedro Sánchez, sino un máximo de 700 millones que, además, no cubrirían el efecto perjudicial en el valor de la participación del Estado en Bankia.
Es decir, cuanto más presión fiscal a Bankia, menos vale, y más difícil
es recuperar los más de 22.000 millones inyectados en el banco que
preside José Ignacio Goirigolzarri.
"En el primer año de aplicación, el aumento de los ingresos de un máximo de 700 millones de euros,
se vería más que compensado por una pérdida inmediata de unos 800 o 900
millones de euros en la participación del Estado en Bankia", asegura.
Se basa en "cálculos del Ministerio de Economía" que auguran que la factura fiscal de Bankia con el nuevo impuesto se elevaría en 38 millones más al año.
Por tanto, "el impacto en su valoración, sería instántaneo y supondría
una caída aproximada de entre 800 y 900 millones del valor de la
participación del Estado en la entidad".
El PP y Ciudadanos apoyaron la petición de veto del Gobierno con lo que no habrá impuesto a la banca en un futuro previsible.
El veto se ha producido en concreto a la propuesta de ley de Podemos,
pero, según las fuentes consultadas, es válido para cualquier intento
socialista de resucitarlo.
El informe gubernamental
sostiene que, en todo caso, Podemos ha hecho mal los cálculos de las
posibilidades recaudatorias de este impuesto, porque, entre otras
consecuencias: «el paso a un tipo del 40% incentivaría a las
entidades crediticias a constituir holdings financieros en países con un
marco tributario más favorable, minorando la recaudación procedente de filiales en el exterior».
El portavoz de Hacienda de Ciudadanos, Francisco de la Torre, señala que su grupo ha apoyado al Gobierno,
aunque éste se ha olvidado en su informe otro efecto perjudicial
relevante del impuesto a la banca como sería las consecuencias en el Banco Popular por los llamados créditos fiscales, que permiten rebajar la factura del sector financiero. "El informe olvida un efecto muy relevante y es de gasto.
El Banco Popular solicitará la devolución de los activos fiscales
pendientes, pero estos activos se revalorizarían con el nuevo impuesto a
la banca y por tanto el Estado tendría que pagar más".
Según De la Torre, elevar el impuesto de Sociedades a la banca como pretende Podemos, implicaría que el Banco Santander, actual dueño del Popular, podría reclamar 530 millones más de lo previsto.
Con
este veto, el Gobierno ha completado sus iniciativas para frenar la
subida de las pensiones en función del IPC. También ha recabado apoyo de
Ciudadanos para el veto de la propuesta de Podemos de revalorizar las
pensiones.
Este estaba previsto, pero era más díficil argumentar el
rechazo al impuesto a la banca, porque teóricamente no causaba
perjuicio, sino más ingresos para las arcas públicas, que es el
argumento que permite al Estado vetar iniciativas legislativas. Con el
recurso al valor de Bankia, el Ministerio de Economía ha encontrado la
vía.
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