En el Partido
Popular tratan de rebajar ahora las expectativas que se habían
generado entorno al debate sobre las pensiones que se celebra este
miércoles en el Congreso y pese a que el propio presidente del
Gobierno lo ha calentado. Mariano Rajoy llegó a decir que para él este
será el debate monográfico más importante de la legislatura.
Fuentes
populares señalan que un debate sin propuestas de resolución no
difícilmente puede convertirse en un gran debate entre partidos que
compiten por un mismo sector del electorado. Y anticipan que no habrá
grandes anuncios, aunque Rajoy se guarda cartas. Aunque la mano tendida
del Partido Popular, de su presidente, será a cambio de que todo lo que
se tenga que decidir se haga dentro de la Comisión del Pacto de Toledo.
El PP recuerda que el objetivo fundamental del Pacto es tratar de
garantizar el futuro de las pensiones sin que se convierta en objeto de
confrontación política y de lucha en las calles. Los populares temen que
pasada la Semana Santa PSOE y Podemos quieran utilizar las pensiones
con el apoyo de los sindicatos para recuperar el electorado que les está
dando la espalda según todos los sondeos. Además quieren contar con el
apoyo de los sindicatos. Sin ellos es muy difícil ganar elecciones.
Así lo confesaba recientemente el secretario ejecutivo de Economía y
Programa Electoral del PSOE, Manuel Escudero. Sin el apoyo de los
trabajadores será imposible recuperar la Moncloa.
En cambio los populares, como muestra de que ahora sí se toman muy en
serio el futuro de las pensiones y la viabilidad de las medidas, han
empezado encargando un estudio sobre las consecuencias que tendría
vincular el incremento de las pensiones a la evolución del Índice de
Precios al consumo.
Como ya cuentan con las primeras estimaciones que ha realizado la
Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA) han pedido otro en el
que se desagreguen todos los diferentes estratos de pensionistas para
calcular como podría actuarse en caso de que no todos los pensionistas
pudieran ser incluidos en eventuales subidas.
El cálculo de FEDEA concluye que una subida de las pensiones
generalizada en los próximos 40 años, teniendo en cuenta la pirámide
poblacional, exigiría subir 30 puntos el IRPF si se quisieran garantizar
las subidas con impuestos.
Por eso esta alternativa ha sido descartada ya por el Partido
Popular. Desde Hacienda se muestran más partidarios de actuar de manera
inmediata con lo que Cristóbal Montoro denomina impuestos negativos,
eliminar la carga impositiva de los pensionistas de mayor edad. También
habrá unas líneas en la intervención del presidente en alusión al mejor
trato fiscal previsto para los fondos de pensiones. El sector financiero
mira como mucho interés cualquier propuesta de los conservadores en
este sentido.
Cristóbal Montoro ya ha anticipado en parte lo que tienen previsto
hacer en el futuro. Consistiría en reducir o eliminar los impuestos al
IRPF de los pensionistas que superaran una determinada edad o que
tuvieran menos ingresos. Teniendo en cuenta el escaso peso para los
ingresos previstos en Los Presupuestos Generales del Estado por este
tramo, el Gobierno tiene previsto anunciarlo en su momento a bombo y
platillo. Podría no ser hoy.
Porque el presidente tiene claro que se siente con argumentos para
responder al planteamiento que hace el PSOE en la actualidad de vincular
las subidas de las pensiones al encarecimiento de la vida.
Ellos no lo hicieron. Además fueron los socialistas quienes
congelaron las pensiones, fue el PSOE quien amplió el período de vida
laboral para poder acceder a la jubilación con la pensión máxima y
también fue el PSOE quien cambió el sistema de cálculo para acceder a
esa máxima pensión.
En cambio Rajoy sabe que tiene menos argumentos para poder responder a
quienes cuestionan que mientras ha habido recursos para poder equiparar
los salarios de policías y guardias civiles al de los policías
municipales mejor tratados no haya dinero para mejorar las pensiones.
Y también sabe que le van a cuestionar por el acuerdo entre los
sindicatos de los funcionarios y Hacienda por el que los funcionarios
verán mejorados sus salarios hasta un 8 % en tres años, mientras las
pensiones no sube más allá de 0,25 % anual.
Visto el planteamiento del Gobierno es verdad que el debate no
promete demasiado, pero no hay que perdérselo. Nos va mucho en ello. Y
al PP poder recuperar gran parte de su electorado perdido.
(*) Periodista
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