CALASPARRA.- Prudencio Rosique Robles, el que fuera presidente del
Colegio Oficial de Farmacéuticos de la Región de Murcia durante casi
tres décadas, ha recibido un sentido y afectuoso reconocimiento en su
pueblo natal, Calasparra, que le ha puesto su nombre al parque de La
Daya.
Familiares y amigos le recordaron durante el acto
con palabras de elogio, no solo por su gran profesionalidad, sino
también por su carácter «cercano y afectuoso», destacó el Consistorio.
«Deja una huella muy importante en la sanidad murciana y en el mundo
farmacéutico». Los asistentes pusieron de manifiesto el carácter
conciliador, dialogante y visionario del destacado calasparreño,
fallecido repentinamente hace dos años de un ataque cardíaco.
En el homenaje, que estuvo
presidido por el alcalde, José Vélez, no faltaron sus familiares; entre
ellos, su viuda, Vicenta, sus tres hijos y sus nietos. También contó con
destacadas personalidades y profesionales del mundo sanitario y
farmacéutico. Entre ellas, Isabel Tovar Zapata, presidenta del Colegio
Oficial de Farmacéuticos; Asunción Sáenz Sánchez, directora de la
Escuela de Diabetes 'Prudencio Rosique'; María Teresa Martínez Ros,
directora general de Planificación, Investigación, Farmacia y Atención
al Ciudadano, y las exconsejeras de Sanidad, María Teresa Herranz y
Catalina Lorenzo Gabarrón.
Presidente del Colegio durante
27 años, entre las contribuciones de Rosique destaca la puesta en
marcha de la Academia de Farmacia Santa María de España. Hizo frente a
los cambios en el modelo de farmacia y al proceso de digitalización, y
desarrolló la implantación de la receta electrónica.
Rosique era
académico correspondiente de la Real Academia de Medicina y Cirugía de
Murcia y una voz destacada en el Consejo General de Colegios Oficiales
de Farmacéuticos de España, que le concedió la Medalla de Oro.
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