¡No echeis tierra! / Carlos Felipe Iracheta *

Dicen algunos “expertos” que ni estaban ni se les esperaba, en los momentos difíciles en que se destruían los restos arqueológicos de San Esteban, porque nadie les había llamado ni consultado, ni probablemente invocado para que bajaran de su torre de marfil, que lo que hay que hacer además de seguir excavando es cubrir los restos con grava y arena (echarles tierra), eso sí pero con geotextil que es como un aposito para que no se infecte la herida.

Pues no, a mí como técnico del montón pero técnico al fin y al cabo, no me parece la medida más adecuada por lo siguiente:

Porque no se trata de un yacimiento situado en medio del campo o de ninguna parte, que pueda ser expoliado o destrozado por vándalos y alanos, sino que está en el mismísimo centro de la ciudad, vigilado y controlado aunque solo sea por la Plataforma que se encarga de su protección.

Porque no se trata de un pequeño yacimiento de 100 m2 como los que aparecen de vez en cuando por ahí y que se cubren de tierra hasta la eternidad, sino de un gran yacimiento de miles de m2 cuya contemplación se pretende.

Porque echar tierra encima conlleva riesgos que pueden provocar daños irreparables e incluso la ruina de las fábricas de obra, porque vamos a ver ¿Cómo se echa la tierra encima? ¿a capazos? ¿con una pala excavadora? ¿Cuántas miles de toneladas de arena y grava hay que acarrear para cubrir los restos y luego vaciar? ¿Cuántos camiones tendrían que circular de arriba a abajo haciendo vibrar el suelo y rompiendo restos por descuido?

Porque se trata además de una solución cara, muy cara, insalubre molesta y peligrosa.Porque si se trata de seguir con la excavación arqueológica para su puesta en valor y musealizar el Yacimiento, no tiene sentido alguno cubrir con tierra para luego descubrir.

Y porque si se ha de convocar un concurso para su puesta en valor, es necesaria la toma de datos continua y la visión completa y detallada de los restos.Porque existen multitud de soluciones técnicas no agresivas, económicas, ligeras, rápidas y fáciles de instalar que desde ya protegerían el yacimiento y facilitarían la visibilidad y visita de expertos y ciudadanos interesados, como son: carpas, toldos, e instalaciones similares existentes en el mercado.

Y no nos engañemos con lo de la lluvia, un poco de agua no tiene porque hacer daño, lo que hace daño es la humedad, el encharcamiento y la falta de ventilación y aireación. El echar tierra supone que esta, se impregne de agua de lluvia, que se transmita a los ladrillos y la humedad los descomponga por falta de ventilación.

Y tampoco nos debemos olvidar de que el yacimiento de San Esteban ha estado sumergido bajo el nivel freático durante más de ocho siglos y se ha conservado tal como está, por la sencilla razón de que la presión del agua y el barro han mantenido confinados los materiales y no han estado sujetos a cambios de humedad y temperatura.

Esta circunstancia ya no se da y difícilmente se pueda volver a presentar porque el nivel freático actual ha descendido a cerca de 8 metros como consecuencia entre otras causas de bombeos de agua de los sótanos, cada vez más profundos y la extracción de agua para riego de jardines.

En las actuales circunstancias podemos ya hablar de un yacimiento seco y ventilado; y así hay que mantenerlo, seco y ventilado. Si además puede ser visible, mejor que mejor. Para que se den estas circunstancias es incuestionable que la solución de echar tierra no es la adecuada.

(*) Arquitecto y Miembro del Foro Ciudadano

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