martes, 24 de febrero de 2009

El Obispado señala no haber recibido la carta de Bertone sobre la UCAM y recuerda que el tema está 'sub iudice'

MURCIA.- Ni carta del cardenal Tarsicio Bertone ni llamada de teléfono del nuncio apostólico. Fuentes autorizadas del Obispado de Cartagena señalaron que no tienen conocimiento del comunicado del secretario de Estado del Vaticano que retira a monseñor Reig Pla las competencias sobre la Universidad Católica de Murcia (UCAM).

Las mismas fuentes dicen a 'La Verdad' desconocer que Reig Plan hubiera sido citado con urgencia a Madrid, el lunes de la semana pasada, para ser informado personalmente por el nuncio Manuel Monteiro de las instrucciones de Tarsicio Bertone (en la imagen).

En el Obispado no niegan que Reig Pla haya perdido sus competencias, pero se preguntan qué competencias tenía realmente en la UCAM, dado que todo pasa por la Fundación de José Luis Mendoza.

Recuerdan que la titularidad de la UCAM «sigue sub iudice» debido al recurso que presentó el PSRM-PSOE ante el Tribunal Superior de Justicia.

«Lo que ocurra en la Universidad Católica afecta poco a la marcha de la Diócesis. La realidad diaria es bien distinta y muy gozosa. Nuestro obispo está sereno y tranquilo. La vida diaria de nuestra Diócesis es normal y todo lo referido a la UCAM parece cosa de otro mundo», comentaron ayer desde el Obispado de Cartagena.

Otras fuentes señalan que el obispo fue reclamado con urgencia a la Nunciatura, en Madrid, la víspera de su viaje a Roma. El propósito era que Reig Pla escuchara de Manuel Monteiro la decisión del Vaticano, antes de comunicársela a José Luis Mendoza, dado que este último es un seglar.

La carta que recibió Mendoza -que fue leída íntegramente a La Verdad- contiene cinco puntos en los cuales se refleja «la unánime voluntad» de la autoridad eclesiástica de que la propiedad y titularidad de la UCAM pertenecen a la Fundación San Antonio.

Se basa en lo que confirmaron los obispos Azagra, Cañizares y Ureña que precedieron a Reig Pla. Añade que las competencias del obispo quedan transferidas al nuncio apostólico.

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