domingo, 26 de octubre de 2008

Los mercados financieros se preparan para una semana difícil

PARÍS.- Las Bolsas de todo el mundo se disponen a empezar una semana que se augura estrepitosa mientras la crisis financiera sigue empujando al mundo a una gran recesión económica.

"Si la caída de las Bolsas está causada por los temores a una recesión internacional, entonces la semana que viene será muy mala. El calendario económico está lleno de indicadores que serán generalmente atroces", advirtió el viernes en Nueva York el analista Carl Weinberg, de High Frequency Economics.

Los inversores vigilarán de cerca la publicación el jueves de la primera estimación del Producto Interior Bruto (PIB) estadounidense en el tercer trimestre, que se espera en retroceso, así como varios índices macroeconómicos en Estados Unidos y Europa.

Los mercados esperan también una avalancha de resultados y previsiones de empresas estadounidenses, europeas y japonesas, en general pesimistas.

En Nueva York serán ExxonMobil, la primera capitalización del Dow Jones, Kraft Foods y Procter & Gamble. También los gigantes petroleros BP y Shell en Londres.

En Fráncfort, Lufthansa, Bayer, Deutsche Bank y Volkswagen. Y en París, presentarán sus datos Alcatel-Lucent, France Télécom, Michelin, L'Oréal y Pernod Ricard. Tras una advertencia el viernes de Sony, la época de resultados trimestrales se abre igualmente el lunes en Japón.

El "miedo en estado puro" empuja los mercados, analizaba el viernes en Nueva York Gina Martin, de Wachovia Securities, mientras las grandes Bolsas mundiales (Nueva York, Tokio, Londres) bajaron al mismo nivel que en la primavera de 2003, tras cuatro semanas de caída.

La Reserva Federal de Estados Unidos tendría que reducir de nuevo el miércoles su principal tasa, fijada actualmente en 1,5%. Y el Gobierno japonés anunció el domingo que estaba dispuesto a multiplicar por cinco, hasta 110.000 millones de dólares, la suma para inyectar a los bancos del país en situación difícil.

Pero estas medidas podrían tener poco peso en la situación actual, ante unos mercados bursátiles aterrorizados que hicieron caso omiso a los planes masivos de intervención de los bancos centrales y a los programas de apoyo de los Gobiernos estadounidenses y europeos para los sectores bancarios.

Las únicas abiertas este domingo, las Bolsas de las ricas monarquías petroleras del Golfo evolucionaban a la baja. La Bolsa de Dubái abrió perdiendo un 5%, la de Kuwait cedía un 2,4% y la de Abu Dhabi retrocedía un 3%. El mercado local más importante, Riad, había perdido un 8,7% el sábado.

A la espera de la cumbre del G-20 de Washington el 15 de noviembre para tratar la reforma del sistema financiero global, la economía real del mundo sigue viéndose afectada por los temores de los mercados bursátiles.

En América Latina, los ministros de Economía y los gobernadores de los bancos centrales del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) se reúnen el lunes para tratar la tormenta financiera. Los países asociados (Chile, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia) y Venezuela también participarán en esta reunión regional.

"Nadie tiene una respuesta inmediata. No nos hacemos ilusiones de resolver todos los problemas", advirtió el ministro de Asuntos Exteriores brasileño, Celso Amorim, anfitrión de esta reunión extraordinaria, que se llevará a cabo tras una semana negra para los mercados latinoamericanos, en especial en Brasil y Argentina.

El anuncio del Banco Central de Brasil (BCB) de inyectar 50.000 millones de dólares en su mercado de cambios para respaldar al real no logró frenar el pesimismo de los mercados el viernes.

Además, el proyecto gubernamental de nacionalización del sistema privado de jubilaciones en Argentina agravó la agitación de los mercados, con consecuencias en Madrid.

Por otra parte, las monarquías petroleras del Golfo afirmaron el sábado que confían en seguir creciendo pese a la crisis y la caída de los precios del crudo, tras una reunión ministerial extraordinaria de los seis miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).

En China, y pese a la amenaza de cierre de miles de fábricas en el sur del país, el gobernador del banco central, Zhu Xiaochuan indicó este domingo que el país no debe subestimar el impacto de la tormenta financiera pero tiene una economía bastante fuerte para superarla.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Menos economía de casion y ayudas de todos a los sinverguenzas de siempre.

Por medidas reales contra el capitalismo de casino

Antiglobalización 22 de octubre

Ecologistas en Acción y ATTAC han realizado hoy una acción en la Bolsa de Madrid. Con la acción han denunciado las implicaciones sociales y ambientales de la financiarización de la economía. Además proponen una serie de medidas para terminar con la economía especulativa.

La economía financiera está demostrando su inestabilidad estructural. Sin embargo, a juicio de Ecologistas en Acción, éste no es su principal problema.

La economía financiera pone en primer plano la obtención de beneficios inmediatos sin considerar sus impactos ambientales ni sociales. Así hemos visto como la subida de los precios de las materias primas en la bolsa empuja a su sobreexplotación y lleva a la miseria a millones de personas. Otro ejemplo es que la enorme capitalización que han conseguido las transnacionales en bolsa les han permito comprar infinidad de pequeñas empresas locales, suponiendo una pérdida de soberanía para los países más empobrecidos. Por otro lado los países empobrecidos, en búsqueda de divisas por la devaluación de sus monedas en los mercados especulativos, exprimen al máximo sus recursos naturales y rebajan las legislaciones laborales. Además, el capital financiero es el que permite que un pequeño porcentaje de la población mantenga unas altísimas e insostenibles cotas de consumo que incrementan las desigualdades en el planeta.

El estallido de la burbuja financiera tiene mucho que ver con los límites del planeta en el que vivimos y no sólo con las famosas “hipotecas basura”. Por ejemplo, para explicar la quiebra del casino mundial también hay que considerar el alza del precio del petroleo anterior a la caída de las bolsas. Alza que ha sido motivada, en parte, por su creciente escasez.

Ecologistas en Acción considera que las políticas de lucha contra la crisis financiera de Estados Unidos, la Unión Europea y nuestro Estado se están basando en facilitar liquidez al mercado especulativo, transfiriendo los riesgos y las pérdidas a los Estados. Este tipo de políticas, no sólo ponen las bases de una nueva burbuja especulativa, sino que amenazan a los Estados con una posible quiebra. Además, las políticas que están discutiendo para aumentar la transparencia son insuficientes. De este modo dejan pasar la oportunidad de un cambio hacia un sistema económico basado en la equidad, la solidaridad y la sostenibilidad. Para la organización ecologista, seguir apostando por una economía de casino significa continuar con la suicida carrera hacia el precipicio de intentar crecer indefinidamente en un planeta limitado.

Ecologistas en Acción propone un paquete de medidas que persigue evitar la generación de una nueva burbuja especulativa:

Anclar las monedas a valores físicos poniendo límites a su creación. Se podrían anclar al tamaño de la población o a una cesta de productos básicos.

Implantar un sistema de cambios fijos para las divisas.

Limitar drásticamente el movimiento internacional de capital. Una primera política sería el establecimiento de la Tasa Tobin.

Fuerte regulación y transparencia de los mercados, con la apertura de sus libros al público, junto con la eliminación de los paraísos fiscales y centros off-shore.

Prohibir que los bancos presten dinero por encima de los depósitos que tienen, eliminando además mecanismos como la titularización de deuda.

Control público y democrático de la banca para forzarla a actuar con criterios de equidad, solidaridad y sostenibilidad. En este sentido el Banco Central Europeo debería estar sujeto al control político.

Ecologistas en Acción aclara que las medidas que presenta en este comunicado sólo servirían para reducir la posibilidad de otra burbuja especulativa que termine generando una nueva crisis. Sin embargo, estas medidas no permitirán avanzar hacia un mundo realmente sostenible, solidario y justo, ya que esto es incompatible con el sistema actual, que requiere el crecimiento ilimitado y la creación de desigualdades para su subsistencia. La organización considera que estas medidas pueden abrir puertas para los cambios reales que necesitamos, para vivir mejor y en equidad con menos.