jueves, 18 de septiembre de 2008

Triunfo de la estrategia y el reto de futuro / Juan Redondo

Antonio Abril ha renovado holgadamente la presidencia de Hefame, la primera empresa en facturación de la Región y dicen que lo ha hecho pasando en la campaña electoral casi de puntillas, sin debates ni declaraciones.

Y además ha conseguido su triunfo con una alta participación de los asociados de la cooperativa farmaceútica, a pesar de adelantar por sorpresa la convocatoria un par de meses, para evitar supuestas movilizaciones de los candidatos opositores.

En teoría una victoria aplastante que deja con escasos argumentos a sus opositores. Martínez Torregrosa defiende el voto electrónico, frente al voto delegado; el equipo de Sara Peñalver considera que la elevada participación, muy superior a la esperada por la forma precipitada de la convocatoria, ha perjudicado a sus aspiraciones.

Francisco Marqués, director general de la entidad, ex delegado del Gobierno en Murcia y ex titular de un par de consejerías muestra al conocer sus resultados una abierta sonrisa, “la sonrisa del estratega”, apuntan veteranos boticarios.

Abril, a la chita callando, ha sabido ganar las espaldas a los adversarios. Se convencieron que al presidente le interesaba la baja participación y que la movilización sería escasa, y que se le podía ganar con ochocientos votos.

Decían que no había concertado con los socios, que era presidencialistas y oscurantista, que en el fondo quería dar un golpe de mano para evitar una confrontación abierta y plural. Despreciaban la capacidad de maniobra del propio presidente y a la capacidad de fuerza del “aparato” en unas elecciones internas y las urnas han sido elocuentes.

Hace unos años, Antonio Abril, al iniciar su mandato también por sorpresa electoral, se marcó como objetivo la fusión de Hefame con Cofares. La fusión, venta o absorción, abrió una brecha grave entre los asociados, con la dimisión del secretario general del consejo rector y la constitución de la plataforma “Salvar Hefame” que evitó el acuerdo.

Desde entonces el presidente se aisló en su despacho, rehuyó la presencia pública y su ausencia de protagonismo chocó con la figura presidencialista de la Hermandad marcada por Francisco Jose Vicente Ortega.

La Fundación Hefame y algunas de las empresas pagaron a un segundo plano. También el crecimiento económico de la empresa fue muy inferior de la media del sector, mientras el gasto estuvo por encima del IPC.

Ahora le toca a Abril iniciar la segunda fase, la de seguir creciendo. La de gestionar y ofrecer servicios a los asociados. No camina sólo, en estas elecciones dicen que ha contado con importantes respaldos. Los derrotados dicen que arrimarán el hombro. Es el reto de futuro de Abril.

Voto electrónico y voto delegado

Las elecciones de Hefame para sus cooperativistas asociados mantiene una curiosa fórmula. No se admite el voto por correo, pero se admite el voto delegado. Este último mecanismo permite que cada delegado pueda llevar la papeleta de dos boticarios asociados y ahí se vuelcan los partidarios de cada candidatura.

Por poner un ejemplo, con 300 delegados puedes llegar a alcanzar 900 respaldos. Martínez Torregrosa defiende el voto individual electrónico. El candidato a la presidencia que no ha gestionado el voto delegado apenas ha alcanzado cuarenta apoyos.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues si le empapela el juez, no sé qué cara van a poner en HEFAME, vinculándola con emplear a un presunto corrupto!!! Realmente alentador lo del sector farmacéutico. Qué vergüenza!