Demasiado cacareo para poner un huevo / Juan Redondo

Cantan Los Sabandeños en las “sentencias del tata viejo”, que “la gallina ponedora, pone, y después cacarea”. Valcárcel con su ajuste del Gobierno Regional lleva ya más de tres meses cacareando y a día de hoy no se sabe ni la fecha ni el número de huevos que va a quitar del nidal.

Dicen los “macuteros” que podría poner el huevo esta semana y que los actuales consejeros no volverían a reunirse. El viernes se ha adelantado la reunión del Consejo de Gobierno, por la apertura del curso académico en la Universidad de Murcia. En la agenda apretada van cerca de veinte temas, que han pasado para la reuniones previas.

El primer borrador del proyecto de presupuestos para el próximo año, con el nuevo organigrama en el control de gasto administrativo, parece que ni está ni se le espera. Nervios y parón administrativo en época de vacas flacas. “Las cosas de Valcárcel”, dicen moviendo la cabeza sus centuriones más leales.

“Las crisis en mi gobierno las hago yo, no las hacen los periodistas”, comentaba en sus primeros mandatos para afrontar los rumores muchas veces fomentados desde el interno de los populares. En esta ocasión la crisis, el ajuste, la remodelación o lo que sea, es patrimonio exclusivo del César, como dicen sus correligionarios. “Abrió el melón, marcó los plazos y recuerda un día si y otro también que los motoristas están prestos en las puertas de San Esteban”.

¿Una cortina de humo o una forma de buscar protagonismo mediático?, se preguntan algunos analistas. Ni los propios populares acaban de entender este largo cacareo del presidente de la Comunidad para “cambiar unos muebles dentro del cuarto de estar”, como afirma un veterano “pepero” respecto a la anunciada crisis, remodelación o ajuste.

El parón en la Administración dicen que es evidente, que se mueven pocos papeles, que muchos están a verlas venir, que en San Esteban a los funcionarios no les hace mucha gracia la posible llegada de Juan Antonio Morales. Valcárcel parece que disfruta alargando su particular cacareo, goza de plenos poderes en el gobierno, en el partido y en la Asamblea. Dicen que “pondrá el huevo un día de estos”

“Salen algunos, pero entrar no entra nadie”

No se esperan entradas en el nuevo equipo. Aquí parece que se trata ahora de ajustar y de buscar salidas a dos o tres consejeros. Las transferencias de Justicia están congeladas, con la crisis no son buenos momentos para asumir responsabilidades, lo que significa que Campos tendrá que esperar para sentarse en el banco azul de la Asamblea como consejero de Justicia e Interior.

Entre los supuestos salientes como apuntó esté diario en julio, Medina Precioso y Benito Mercader, dicen que son apuestas seguras. A Ballesta le caerá Desarrollo Sostenible y a Cerdá, Medio Ambiente.

La Consejería de Presidencia y la portavocía sigue ahí, y dicen que De Heras sigue siendo para el presidente un activo importante. Lo de Ruiz Abellán es otra historia. Es el único consejero que acompaña a Valcárcel desde su primer gobierno, le han buscado salidas honoríficas y destinos muchas veces en las respectivas crisis “porque estaba cansado”. Ruiz Abellán tiene su peso específico.

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