domingo, 3 de agosto de 2008

¡Bienvenido Mr. Valcárcel! / Apunte de Verano de Vera Mª Cubí

Si no fuera porque algunos de los líderes socialistas del Guadalentín han pasado por las aulas de la Universidad de Murcia pensaría que me encuentro ante un grupo de ocurrentes que sueltan la primera obviedad que les pasa por la cabeza sin el más mínimo rigor y sentido de la realidad circundante. Su pretensión de poder gritar un día ¡Bienvenido Mr. Valcárcel! me preocupa y me alarma. De otras comarcas se muy poco pero en esta soy doctoranda.

A Moreno, Román y García los valoro más en su tiempo; Collado está pasado de fecha de caducidad, y a los otros no los conozco suficiente en su acción política pero no ganan elecciones ni con la corrupción del PP a flor de piel porque, seguramente, no tienen elaborado mensaje ni generan confianza entre sus convecinos con todo lo que está cayendo en Totana y Puerto Lumbreras, que tanto monta, don Pedro, amigo de Juan y compañero de Pepe, amen de hijo putativo de Ramón Luis.

Esta comarca murciana tiene una estructura productiva y un modelo económico claramente obsoletos. Y en su pecado ladrillero lleva la penitencia de su particular crisis tan aguda. Ahora el inefable almeriense de cuna, Leoncio Collado, se acuerda de Santa Bárbara cuando tanto pico se ha dado con esos promotores-depredadores-explotadores lorquinos, que han venido financiando a su antecesor en la alcaldía, el maestro nacional Miguel Navarro, ahora inversor en Egipto de plusvalías atípicas. Lo he visto perder el culo en público por un gesto de aprobación de Eusebio Abellán y el rancio PP de Lorca. No me vale Leoncio cuando su fuerte y vergonzante apuesta ha fallado estrepitosamente.

¿Dónde estaba escondido don Leoncio, que no dejó oir su voz socialista, cuando se explotaba vilmente a ecuatorianos en los campos de Lorca por los terratenientes de nuevo cuño y los señoritos rentistas de siempre? Las hemerotecas son muy putas, señor Collado. Pero Internet es todavía peor. Basta poner su nombre en el Google para constatar todas sus omisiones. Y el pecado de omisión, ya sabe usted que es el peor, también en tiempos revueltos por la crisis.

El Foro de los Socialistas del Guadalentín, que amenaza que sus "boutades" cada sesenta días, me parece muy bien como espacio de reflexión conjunta pero mucho menos como célula electoralista para diluir responsabilidades propias y echarle todas las culpas de la omisión al cabestro político de Valcárcel porque ahora dedique todo el tiempo a sus propios intereses, de pariente y de amigo íntimo. ¿Es eso una trama organizada?

El Guadalentín es lo que es y muy poco se puede esperar de una sociedad tan atrasada por falta de formación y cultura en la Era del Conocimiento. ¿Qué tipo de industrias tienen cabida? A lo sumo, agroalimentarias. ¿Qué tipo de agricultura es viable? Administrando los recursos hídricos, que los hay, y de sobra, la más parecida a la holandesa si se aspira a competir con Marruecos. Y el porcino si la suerte acompaña.

¿Qué tipo de turismo? Sin duda, el español de batalla para una costa poco atractiva en servicios y Sierra Espuña, y de algo más de nivel para el conjunto barroco de Lorca. Y para de contar. Lo de "Taller del Tiempo" se puede enfocar mucho mejor que si fuera un parque temático.

Estos socialistas del Guadalentín exigen pero no hablan para nada de la calidad socio-técnica del elemento humano de la comarca. En formación y cualificación andan de los peores de la Región junto con los de la Vega Media del Segura, rozando ratios tercermundistas. Los registros en los colegios e institutos de Águilas, por ejemplo, son para llorar; el nivel ya no puede ser más bajo. Y son los comarcanos del futuro más o menos inmediato. Sin competitividad no existe horizonte.

¿Cómo se puede aspirar a protagonizar el empleo en el gran resort previsto en Marina de Cope si no se hablan idiomas ni se ha pasado jamás por una escuela de hostelería o de turismo?

Es una irresponsabilidad no partir de realidades tangibles a la hora de exigir inversiones porque se percibe que el eje Murcia-Cartagena (con más de la mitad de la población regional concentrada) obtiene más beneficios. Seguro que sí pero la rentabilidad social de esas inversiones en ese espacio productivo se está demostrando más alta por el nivel de respuesta competitiva de sus habitantes.

Echo mucho de menos en la exigencia socialista comarcal a Valcárcel comenzar por el principio: formación, formación y formación porque ese es el verdadero déficit del Guadalentín. Mi consejero favorito, Sotoca, al que no he tenido todavía ocasión de saludar personalmente, dispone de 50 millones de euros para formar y reciclar.

Es a él a quien hay que dirigirse primero antes de tanto voluntarismo estéril y tanta demagogia fuera de tiempo para puro desgaste del adversario más que para elaborar una oferta realista para nuestras buenas gentes necesitadas de auxilio en lo laboral y profesional.

Innovación tecnológica y plan de choque. ¡Qué bien suenan ambos conceptos para quedar mejor! Pero vaya tomadura de pelo para quienes necesitan volver a comenzar de nuevo y no ser definitivamente marginados por tan cruel globalización en marcha.

El principal esfuerzo, tan individual como colectivo, debe partir ahora de los mismos habitantes del Guadalentín para no poner toda su suerte en manos de un presidente de la Comunidad Autónoma que hace tiempo que no trabaja para los murcianos, aunque le voten y se dejen utilizar por el señuelo del agua como argucia electoralista. Incluidos muchos de esta bendita comarca que ahora se dan cuenta de su inmenso error.

El futuro no pinta nada bien, especialmente para los residentes censados en el Guadalentín.

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