MURCIA.- “Los suicidios son contagiosos: cuanto menos se aireen, mejor”, concluyó el director del Instituto de Medicina Legal de la Región, Emilio Pérez Pujol, durante la presentación a los medio de comunicación de la memoria de 2007 sobre la institución que dirige.Al parecer, existen claras evidencias de que los tres últimos suicidas de la Región (los acontecidos en 2008) fueron inducidos a la desesperación por las deudas económicas que acarreaban. Aparte de la nota de suicidio del parricida de Yecla, en la que quedan claro los motivos de su crimen, los otros dos suicidas fueron encontrados con cartas en números rojos de dos importantes entidades bancarias.
La crisis económica parece haber rebasado ya las fronteras de las estadísticas, los números y los índices macroeconómicos para cobrarse sus primeras deudas en forma de vidas humanas. En lo que va de año, tres. Pérez Pujol aseguró que se trata de las primeras muertes relacionadas de forma directa con problemas económicos que se ha encontrado a lo largo de su carrera profesional de veinte años. Explicó que ya se han registrado estos tres casos de suicidios relacionados con la mala situación económica.
En una carta dejada por el parricida de Yecla -al que Pérez Pujol definió como un hombre "desesperado"-, éste hacía referencia a los supuestos problemas económicos que atravesaba. En otro de los casos, uno de los suicidas llevaba en un bolsillo una carta de una empresa dedicada a la concesión de créditos rápidos (Cofidís). En el tercer caso, los forenses encontraron en el domicilio del suicida una carta del banco (Banesto) en el que se le requería de forma urgente para el pago de unas deudas.
El crimen de Yecla fue recordado por Pérez Pujol a la hora de hacer balance de los suicidios por motivos económicos que se habían producido en el transcurso de este año. Juan Pérez Valera decidió acabar con la vida de su mujer, de sus hijos y con la suya propia a raíz de las deudas que arrastraba. De este modo, lo expresa en la carta que dejó tras su suicidio y que iba dirigida al juez. Estas muertes, advirtió el experto, «podrían ir a más»
En total, 785 personas perdieron la vida en la Región durante el 2007, de las cuáles, el 57% fueron por muertes violentas, lo que en cifras reales equivale a 317 vidas. De entre estas, 163 murieron en accidentes de tráfico, 16 por accidentes laborales, las caídas se cobraron 36 vidas, y las drogas, 37.
Algunos de los datos más curiosos encontrados en la Memoria del Instituto de Medicina Legal de la Región, tales como que ocho de cada diez personas que fallecieron en 2007 fueron hombres, que el segundo país que perdió a más súbditos en la Región de Murcia durante el año 2007 fue Inglaterra, y no ninguna otra nacionalidad con mayor presencia en la Región; o que el 89% de los suicidas eran de nacionalidad española; las drogas mataron a más personas que el trabajo, pero cinco veces menos que los vehículos.
La crisis económica parece haber rebasado ya las fronteras de las estadísticas, los números y los índices macroeconómicos para cobrarse sus primeras deudas en forma de vidas humanas. En lo que va de año, tres. Pérez Pujol aseguró que se trata de las primeras muertes relacionadas de forma directa con problemas económicos que se ha encontrado a lo largo de su carrera profesional de veinte años. Explicó que ya se han registrado estos tres casos de suicidios relacionados con la mala situación económica.
En una carta dejada por el parricida de Yecla -al que Pérez Pujol definió como un hombre "desesperado"-, éste hacía referencia a los supuestos problemas económicos que atravesaba. En otro de los casos, uno de los suicidas llevaba en un bolsillo una carta de una empresa dedicada a la concesión de créditos rápidos (Cofidís). En el tercer caso, los forenses encontraron en el domicilio del suicida una carta del banco (Banesto) en el que se le requería de forma urgente para el pago de unas deudas.
El crimen de Yecla fue recordado por Pérez Pujol a la hora de hacer balance de los suicidios por motivos económicos que se habían producido en el transcurso de este año. Juan Pérez Valera decidió acabar con la vida de su mujer, de sus hijos y con la suya propia a raíz de las deudas que arrastraba. De este modo, lo expresa en la carta que dejó tras su suicidio y que iba dirigida al juez. Estas muertes, advirtió el experto, «podrían ir a más»
En total, 785 personas perdieron la vida en la Región durante el 2007, de las cuáles, el 57% fueron por muertes violentas, lo que en cifras reales equivale a 317 vidas. De entre estas, 163 murieron en accidentes de tráfico, 16 por accidentes laborales, las caídas se cobraron 36 vidas, y las drogas, 37.
Algunos de los datos más curiosos encontrados en la Memoria del Instituto de Medicina Legal de la Región, tales como que ocho de cada diez personas que fallecieron en 2007 fueron hombres, que el segundo país que perdió a más súbditos en la Región de Murcia durante el año 2007 fue Inglaterra, y no ninguna otra nacionalidad con mayor presencia en la Región; o que el 89% de los suicidas eran de nacionalidad española; las drogas mataron a más personas que el trabajo, pero cinco veces menos que los vehículos.
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