sábado, 7 de junio de 2008

Nada en las bases, todo en los cargos / José Antonio Martínez-Abarca

Vamos a hacer una sencilla prueba, casi de “bricolage”, al alcance de todos los bolsillos. Salga usted a la calle y métase en un bar. Una vez en el bar, hable de política. Concretamente de la política que tiene que ver con el PP. Bueno, si usted está en un bar de Murcia no le va a ser sencillo encontrar votantes del PSOE. Pero es que le va a resultar menos sencillo aún hallar “marianistas” convencidos.

Usted se va a encontrar con ciento y la madre de votantes del PP, dos fanegas de militantes y agitadores y hasta puede, si tiene suerte, que con cuarto y mitad de cargos menores, un director general por aquí, un concejal de pueblo por allá, un “perráneo” acullá, como mucho, como mucho, con un secretario general.

Usted se va a encontrar con eso a lo que llaman la “masa social de la derecha en Murcia”, la sociología del PP, pero con lo que es muy difícil que se encuentre es con un defensor de Mariano Rajoy, al menos con el Rajoy postelectoral.

Si usted entra a un bar y oye que se critica en voz alta a Rajoy, no falla, usted está rodeado de “la sociología del PP”. Si usted entra a un sitio y oye que no sólo se critica, sino que se insulta abiertamente a Rajoy, no falla, usted está en el bar de la esquina más cercana a una sede del PP, donde se bajan a tomar cafelitos.

Si, en cambio, usted entra a un sitio donde pone “oficina de atención al ciudadano” y oye tímidos comentarios reverenciosos hacia don Mariano, tampoco falla: el edificio de Génova, 13 le pilla justo encima.

Yo no dudo que en Génova, 13 haya un noventa y nueve coma noventa y nueve por ciento de visitas que están con Mariano Rajoy. El problema viene cuando se pasa a la calle de al lado, donde ya se habla menos bien de lo que está pasando con Rajoy, y así todo tieso hasta llegar a La Línea de la Concepción.

Si las bases del PP votaran y decidieran en la supuesta democracia interna del PP, es decir, si las barras de los bares votaran (por ahí, por lo que se decía en las barras de los bares, empezó a caer el Gobierno socialista de Felipe González, ojo al dato), Valcárcel sabe perfectamente que ganaría abrumadoramente la opción de que no siguieran ni Rajoy ni por supuesto su equipo, del primero al último, sin olvidarnos, cómo no, de Arriola, quien se iría como que Dios está arriba a asar sardinas al espetón en las playas de Málaga con su santa y a especular con el reingreso de ésta en el comunismo.

Si los parroquianos de los bares pudiesen elegir directamente a sus candidatos, en los primeros puestos estarían siempre Rato, Esperanza Aguirre o incluso la vuelta de Aznar, con re-refundación incluída. Por contra, si el preferido fuese Gallardón, es que no está usted en un bar de barrio sino en el del Círculo de Bellas Artes, en el de alguna academia filatélica o en alguna Casa del Pueblo del PSOE.

No, en el PP las bases no eligen absolutamente nada salvo la minuta cerrada y bloqueada que les presentan, los compromisarios bastante tienen con salvar su culo y los altos cargos, barones y hermanos de “maitines” se complacen en mantener una apariencia de estabilidad, que es la que les da de comer a ellos mismos. Puede que técnicamente a eso se le pueda llamar democracia, pero también se llamaba democrática a la Alemania del Este.

www.elfaro.es

1 comentario:

Anónimo dijo...

LA VERDAD 07.06.2008

REGIÓN MURCIA
Jara: «Paca Baraza me ha dicho que el expediente sancionador lo tiene en un cajón para que prescriba»
07.06.2008 - R. F.


José Ramón Jara. / LVEl día 22 de enero del año pasado, Juan escudero telefoneó al número tres y portavoz del PSRM-PSOE, José Ramón Jara, y le dijo que un compañero de partido, Carlos Conesa, «que es muy necesario en campaña, está muy jodido porque tenía un chiringuito en la playa, bueno, su mujer o su compañera, y que cuando se hizo la obra se le echó una torta de hormigón y entonces tuvo problemas con Costas. Paca (Baraza, la jefa de la demarcación de Costas) dijo que había que desmontarlo, y ahora tiene que montarlo y él dice que muy bien, que se le dará la concesión, pero que está jodido y que le den por culo a la campaña (de verano)».

Entonces, Escudero le plantea a Jara «qué es lo que habría que hacer, porque Paca se moja menos cuando hay que tomar decisiones políticas...».

La respuesta del número tres socialista es la siguiente: «Yo le apretaré (a Paca) todo lo que pueda».

Escudero le explica que le quieren dar una autorización temporal, pero que si Paca «quisiera echar una mano, se le podría dar una concesión como escuela de piragüismo y así se le daría por cinco años».

Jara dice que «así no tendría que montar y desmontar».

Escudero lee insiste en que «si te llamo a ti es porque Paca no me hace caso». Y Jara le responde que «cuenta con ello, que yo le aprieto a Paca más. Si hay algún resquicio legal para hacerlo, que lo haga».

La respuesta llega dos días más tarde, el 24 de enero, hacia las diez y diez de la mañana. La conversación intervenida por los agentes de la UDEF desvela que Jara le explica que ha hablado con Paca «y eso va a salir bien, porque ha estado hablando con Pepote (Martínez Meca) y no sé si también con el concejal que lleva el tema».

Escudero, agradecido, le dice que está con el compañero socialista afectado por ese problema y le dice que se lo pone al teléfono para que le dé las gracias. Es entonces cuando Jara lo tranquiliza: «Eso va a salir bien». Y refiriéndose a Paca Baraza, añade: «Me ha comentado que tenía por ahí un expediente sancionador de hace no sé cuánto tiempo, y que lo tiene en el cajón para que prescriba también. Que las dos cosas van a salir bien: lo de la sanción va a prescribir porque la va a dejar ahí muerta, y lo de la autorización del chiringuito, para que no tengas que montarlo y desmontarlo».

«Vamos -acaba Jara cerrando la conversación-, que ella lo está llevando también con Pepote y que va a salir bien. O sea, que estés tranquilo».

Después le pide que le pase con Escudero y siguen hablando.