sábado, 5 de enero de 2008

Las primeras encuestas ya comienzan a castigar al PSOE e IU en la Región de Murcia

MURCIA.- Una encuesta electoral, realizada por Sigma Dos y publicada por el diario "El Mundo", confirma la tendencia al alza del PP en la Región de Murcia y el retroceso del PSOE, tal y como ya reflejaron las urnas en las elecciones autonómicas y locales del pasado mes de mayo.

Según dicho sondeo electoral, el PP lograría en la Región de Murcia entre el 60% y el 61% de los votos y siete escaños, uno más de los que posee ahora, mientras que el PSRM-PSOE recibiría entre el 32% y el 33% de los votos y conservaría los tres diputados con que cuenta ahora. La candidata Gloria Martín se quedaría así esta vez en Lorca y podrá aprovechar para hacerse un currículo académico en condiciones de cara a los siguientes comicios.

Esos datos reflejarían, de nuevo, la nula incidencia de los escándalos urbanísticos en los que se han visto envueltos cargos populares, al no pasarle factura electoral alguna al PP. Y es significativo que se producen sin que se conozcan todavía los candidatos que presentará el PP murciano a las elecciones del 9 de marzo.

Las entrevistas (entre 150 y 400 por provincia) se realizaron entre los días 14 y 26 de diciembre, cuando la operación Tótem estaba asimilada por la opinión pública regional y se sabía de sobra que el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, encabezaría la candidatura del PSOE al Congreso por Murcia.

Los socialistas murcianos, en la encuesta de Sigma Dos, bajan entre dos y tres puntos en el porcentaje de votos con respecto a los resultados que Pedro Saura obtuvo en las últimas elecciones generales, aunque mantienen el mismo número de escaños.

Murcia es una de las provincias que gana un escaño en el Congreso gracias al aumento de su población, por lo que ahora elegirá diez diputados. La obtención de este nuevo escaño la encuesta lo otorga al PP.

También la coalición IU experimentaría un nuevo descenso, ya que, según el citado estudio demoscópico, podría quedarse por debajo del 4% de los votos en la Región de Murcia, y muy lejos de los 65.000 que necesita el candidato Joaquín Dólera para alcanzar un escaño. Su nominación tampoco se conocía cuando se realizó el sondeo de "El Mundo".

El secretario general del PSRM-PSOE, Pedro Saura, restó credibilidad a la encuesta e indicó que «nuestras previsiones son ganar la confianza de la mayoría de los españoles para seguir gobernando en el país y avanzar en el respaldo de los murcianos».

El PP podría ganar hasta nueve escaños en las comunidades autónomas de Cataluña, Madrid, Murcia, Valencia, Galicia, Baleares, Andalucía, Aragón y Castilla y León, con lo que su número total de diputados se movería en una horquilla entre 151 y 162, mientras que los socialistas estarían entre 153 y 164 diputados.

Según otro estudio electoral anterior, la balanza se puede desequilibrar en Cádiz, Alicante, Teruel, Ciudad Real, León, Baleares, Murcia, Córdoba y Madrid, donde la asignación de un diputado al PP o al PSOE puede depender de un escaso número de votos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No, si va a ser que psoe e iu son los culpables de la corrupción Murciana ¿ no te jode? Sin lugar a dudas, tenemos lo que nos merecemos.

Anónimo dijo...

La alternativa socialista en la región murciana se presenta desesperanzadora, casi imposible, inaccesible. La última encuesta --es verdad que desde el despreciable diario El Mundo--, incluso, llega a plantear un incremento de votos de murcianas y murcianos para una derecha aprovechada, corrupta y corruptora: un sesenta frente a un treinta por ciento, por lo que aumentaría la ya abrumadora distancia que se inició hace ya más de una década en esta comunidad uniprovincial. Y ello sería así después de una legislatura renovada de los socialistas a nivel de Estado, al frente del cual ha estado un Gobierno con una alta sensibilidad social, modernizadora y revitalizadora de España: sólo la Ley de Dependencia sería suficiente para que el liderazgo de los socialistas de José Luis Rodríguez se consolidara en la sociedad española y, por consiguiente, en la murciana, tan necesitada de este instrumento asistencial.

En la actual legislatura, padeciendo una larga sequía que no termina de acabar, la región murciana ha recibido más agua del Tajo que cuando gobernaba Aznar. Es más, ha recibido aquélla que se convirtió en deuda hídrica del gobierno del que fue vicepresidente Rajoy y de nuevo candidato a la presidencia del Gobierno, de tal forma que gran parte de ese agua está ahora embalsada en la cuenca del Segura y sin utilizar todavía. Y el Gobierno de Rodríguez Zapatero ha impulsado una política que garantiza masivos aportes hídricos desalinizados. Hay que decirlo así a los negacionistas y embusteros: aportes perennes y autóctonos para un territorio con la menor pluviometría histórica peninsular y con mayores peligros de desertificación. El futuro regional se merecía esta acción de gran calado de política estatal de un gobierno socialista, a la que habrá que sumar próximamente, si el Gobierno de España sigue siendo socialista a partir del próximo nueve de marzo, el masivo plan de reforestación nacional que quedó en ciernes en 1995, durante el último gobierno de Felipe González.

Sin embargo, los iracundos instrumentos y medios de la secular clase dirigente caciquil murciana ningunean la acción política del Estado en esta región, sólo porque la dirige un gobierno socialista, y enmascaran las actuaciones de éste como si sólo fueran llevadas a cabo las que autónomamente aquélla propone. Es más, infantilizan diciendo que el gobierno socialista pretende el empobrecimiento de los murcianos como castigo a su mayoritario voto a la derecha. Este infantilismo es propio de toda fe, que obliga a ser afecto o desafecto, a ser feligrés de la congregación caciquil o un apestado antimurciano si intentas dar alguna breve pincelada que pueda hacer dudar a tanta hombría nacionalista. O se está a favor del trasvase del Ebro o quieres la ruina de Murcia. El recién inveterado nacionalismo hídrico es el moderno instrumento fabricado por la derecha murciana para seguir perpetuada en el poder que secularmente ha detentado.

El ardoroso triunfo de este nacionalismo no se sostendría si no permanece enfrentado al resto de los nacionalismos y regionalismos: al catalán, al aragonés, al castellano-manchego y al andaluz, siempre y cuando estas comunidades estén gobernadas por socialistas. Por tanto, es un nacionalismo antisocialista, como no podía ser de otra manera. Un nacionalismo murciano que obliga a sus mesnadas a colocarse en la cola del reparto de las prebendas del negocio regional, que no es otro que el de los convenios urbanísticos y sus espurios negocios aledaños. Porque, puesto que los de arriba se lo están llevando crudo, sólo cabe esperar que a los de abajo también les llegue el turno, algo les tocará: Esta es la verdadera política de la derecha, que no es nueva. Siendo la única bandera que no engaña la negra con la tibia y el peroné, los sumisos a las órdenes de la depredadora derecha murciana tienen que tragarse como sapos que la Guardia Civil, la Fiscalía y la Judicatura actúen contra los que utilizan el cohecho y la prevaricación como negocio, aunque ellos quieran seguir oyendo de sus amos que perseguir el delito es delito y el delito, virtud. Ante tal desvarío, lo mejor que ha podido pasarle a esta provincia es que el Partido Socialista, haya puesto como cabecera de su candidatura electoral a un Ministro de Justicia que, además de riguroso, no tiene pelos en la lengua. Y, mientras estamos en campaña electoral, la derecha que siga buscando abogados que defiendan a sus corruptos ante los Tribunales de Justicia.