sábado, 20 de octubre de 2007

El presidente de Ecuador anuncia en Murcia ayudas e incentivos para que los inmigrantes regresen

MURCIA.- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, anunció hoy las ayudas e incentivos previstos en su Plan 'Retorno', que entrará en funcionamiento a partir del próximo mes de enero para que los inmigrantes ecuatorianos regresen a su país, tales como exoneración de impuestos para la repatriación de enseres y bienes, así como bonos y 'microcréditos' para "lograr su reinserción".

Correa hizo estas declaraciones durante la rueda de prensa que efectuó en Murcia, al término de una visita por la Región para reunirse con sus compatriotas en Lorca.

Sobre el retorno de los inmigrantes, Correa añadió que su Administración, que gobierna Ecuador desde hace casi nueve meses, "pretende ser el Gobierno de los inmigrantes, tal y como prometimos en la campaña electoral".

En este sentido, afirmó que "nadie sale de su patria por voluntad propia sino que parten expulsados por falta de educación, sanidad y trabajo", y catalogó el fenómeno de la inmigración como "la prueba más palpable del desastre político, económico y social del neoliberalismo".

Al respecto, dijo que su Gobierno "aún no ha solucionado todos los problemas estamos avanzando", y señaló que durante su gestión "se ha puesto en marcha la Secretaría Nacional del Migrante, que tiene rango de Ministerio y pretende ocuparse del bienestar de nuestros hermanos emigrantes, del respeto de sus derechos humanos y de su reagrupación familiar".

En cuanto al pago de más de 200 millones de euros que deben efectuar las empresas petroleras que operan en el país sudamericano, Correa señaló que esta cantidad "no corresponde a una devolución, sino a unas obligaciones que deben cumplir".

Y es que, según Correa "no se trata de nacionalizar ningún recurso, como ocurrió en Bolivia, sino que el petróleo siempre ha sido propiedad del Estado", por lo que criticó que "incluso con la Ley y el decreto anterior, las petroleras siguen adeudando esta cantidad".

Al respecto citó el artículo 247 de la Constitución ecuatoriana que "recoge la propiedad del estado de los recursos no renovables y, en general, de los productos del subsuelo, minerales y los que se encuentran bajo las aguas territoriales", y especificó que la explotación de estos recursos "puede ser llevada a cabo por empresas públicas, mixtas o privadas".

"Ecuador fue engañada, ya que si la extracción no era rentable no lo era para el país ni para las petroleras", criticó Correa. "Luego el precio del barril subió hasta los 80 dólares y la rentabilidad de las empresas llegó a superar el 200 por ciento, aunque seguían pagando al Estado ecuatoriano dos o tres dólares por barril", apostilló.

En 2006, el Gobierno ecuatoriano aprobó una Ley por la que obtenía al menos el 50% de las ganancias del petróleo, aunque Correa dijo "haber aumentado ese porcentaje al 99%, que es la cantidad justa para el pueblo ecuatoriano".

Sobre las posibles reacciones de las petroleras a su decisión, Correa dijo "darle igual que se vayan si es lo que quieren", y matizó que Ecuador "necesita la justa parte de los ingresos", al tiempo que se preguntó "cual es el problema".

Correa dijo que las estructuras económicas y sociales "no se cambian por decreto, sino que se modifican con políticas adecuadas en base a un marco que lo permita hacer", aspecto en el que "la nueva Constitución permitirá promover los cambios, aunque necesitará Gobiernos honrados, una cultura democrática y la reconstrucción del proyecto nacional".

Además, señaló que "siempre se había dicho que Ecuador era un país ingobernable y de bárbaros, pero lo que pasaba es que era invisible", y criticó que anteriores gobiernos "privilegiaban el capital sobre el trabajo y se rechazaba el gasto público".

Por ello, fijó como "premisas" la reparación de la estructura social y económica del país "para una democracia política", al tiempo que criticó que los anteriores gobiernos "lo que hicieron fue aumentar la desigualdad y la pobreza".

Por todo ello, esgrimió las políticas de su Gobierno durante sus nueve meses de gestión como "la verdadera solución a la gobernabilidad", y citó "la duplicación del bono de desarrollo humano, el bono de la vivienda, los libros gratis y la eliminación del costo de consulta externa en hospitales", algo que "genera una regresión en la diferencia entre ricos y pobres", señaló.

Respecto al Congreso de Ecuador, Correa denunció públicamente su "mediocridad", y dijo que los congresistas "no saben legislar, por lo que el organismo no vale para nada". Por todo ello, explicó que el Congreso "tendrá que ser disuelto por la Asamblea constituyente" y durante su receso "una Comisión legislativa se encargará de sus funciones".- (EP)

DOCUMENTACIÓN

Rafael Correa, de 44 años, un economista socialcristiano con especialización en la Universidad de Illinois (USA) y de Lovaina (Bélgica), propugna un proyecto político en el que la soberanía nacional de Ecuador esté por encima de imposiciones foráneas e intereses monopolísticos.

Cuando se desempeñó como ministro de Finanzas, al comenzar la gestión del gobierno de Alfredo Palacio, dejó su impronta al tratar de implementar una nueva economía alrededor del empleo digno y al oponerse al inicuo Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.

Con una visión latinoamericanista y apostando por un nuevo modelo económico para el Ecuador, que supere el actual de inequidad y estancamiento social, a Correa se lo ha querido satanizar por parte de los sectores de derecha por su simpatía con los proyectos políticos que vienen liderando Chávez, Kirchner, Evo Morales y Lula en Suramérica.

En el plano político, Correa pretende desmontar la denominada "partitocracia" ecuatoriana, que no es más que el monopolio corrupto de dos o tres partidos que se han adueñado de todas las instituciones del Estado para aprovecharse como botín. Por eso plantea la convocatoria de una Asamblea Constituyente: para expedir una nueva Constitución pluralista, incluyente y democrática.

Correa, de familia humilde, realiza todos sus estudios primarios y secundarios en el colegio católico San José - La Salle de la ciudad de Guayaquil, regentado por los Hermanos de las Escuelas Cristianas y en el que se destaca por sus dotes de liderazgo como presidente de la Asociación Cultural Estudiantil Lasallana (ACEL) y dirigente del Grupo 14 "Hermano Miguel" de los Boys Scouts.

Gracias a sus niveles académicos obtiene una beca para estudiar en la Universidad Católica de Guayaquil, un instituto particular en el Ecuador, en el que finalmente se graduó de economista en 1987. En dicha Universidad fue, además, presidente de la Asociación de Estudiantes de Economía, Auditoría y Administración (AEAA) y, posteriormente, presidente de la Federación de Estudiantes de dicho centro universitario (FEUC).

Después de su graduación pasó un año en una misión salesiana en Zumbahua (Cotopaxi), poblado rural de extrema pobreza en donde como voluntario presta labores de alfabetización de indígenas, y desarrollo de microempresas. Durante este tiempo adquirió sus conocimientos de kichwa, la lengua de la mayoría de los indígenas del Ecuador y vive en carne propia la miseria de estos poblados.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Nadie se ha fijado en la camisa del alto mandatario ecuatoriano (?).

Los murcianos se fijan en otros asuntos, evidentemente los murcianos que opinan en el periódico "La Verdad" son fiel reflejo de sus gobernantes. Copio y pego tres comentarios:

1. "He ahi la diferencia, Correa está intentando echar a nuesttras petroleras y nosotros agüantamos a los ecuatorianos".

A favor (0)En contra (1)

Mario Jiménez Henao

2. "Con la llegada de algunos mandatarios de los países en vía de desarrollo, como el caso del presidente Correa del Ecuador. Queda claro que el talento humano de éste país en el exterior está contribuyendo al desarrollo económico y social de España. Hoy los líderes de esos países, se estan dando cuenta que si no hay oportunidades de inversión a nivel de la pequeña y mediana empresa en sus ragiones; su talento humano la encontrará en otras esferas del continente. El regreso voluntario a sus regiones debe estar acompañado de políticas cohesitivas encaminadas a conquistar el deseo de muchos ecuatorianos que tienen hoy su futuro definido aca en España. Felicitaciones al presidente del Ecuador, por pensar en sus nacionales y querer con ellos, lograr el desarrollo integral de su país.

A favor (3)En contra (2)

marea

3. "Por una parte lo veo bien porque mis vecinos son ecuatorianos y son lo peor,me ensucian la escalera,llegan borrachos a casa, etc... y lo mismo deberian de hacer con todos los que sobran aqui(diciendolo de una manera sutil).No soy racista ellos son los que nos hacen racistas,asi que si el estado quiere mandarlos a su pais que los mande pero que no nos cobren a nosotros su deportacion. Todos fuera".

P.D: Esta última opinión me recuerda especialmente al alcalde de Torre Pacheco y sus fachorías.

Anónimo dijo...

El Presidente Rafael Correa NO es socialcristiano. El Partido Social Cristiano de Ecuador sostuvo una infernal dictadura (León Febrés Cordero) y es de extrema derecha, más bien. Se ha definido siempre como un Humanista Cristiano y Socialista (en el sentido que se usa en América Latina este término). Además, como dato interesante es antiguo alumno de un sacerdote de Totana, que marchó a Ecuador hace unas tres décadas. Su nombre es José Cifuentes Romero, y es Profesor de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil.
Pepe Cifuentes ha impulsado un Centro de Promoción Rural en la provincia del Guayas, en los que se han involucrado algunas de las personas que están participando en el actual proceso de Revolución Ciudadana.
Muchos veranos, algunas personas cooperantes de Totana va a echar una mano a este compañero, allá a Ecuador.
Y Pepe viene cada año unas dos semanas por acá.

Anónimo dijo...

Y terminó su alocución recordando al Che y gritando: Hasta la victoria siempre.