jueves, 12 de abril de 2007

Apunte de Argárico/El humor de las bases


A 45 días de la cita electoral el humor de las bases parece un buen termómetro para medir el verdadero estado de ánimo de las organizaciones que concurren a los comicios. Ellas están en contacto directo con la gente y saben como respira hasta el último vecino, por muy hermético que sea. Se habla, como mínimo, de empate técnico. La pugna está más que reñida.

En la actual mayoría no se quieren creer la pérdida de confianza de gran parte de su electorado. La escasa renovación es un síntoma y causa, a la vez, de un gran hastío, que va a alimentar la abstención y el trasvase intermedio de votos. Los pocos fichajes anunciados son, con alguna excepción, más de lo mismo o peor. La campaña huele a ciclo agotado y cambio de marca por pura exigencia del mercado. Y eso se percibe hasta por los más altos cargos. La corrupción ha carcomido todas las posibilidades de seguir como hasta ahora. Los “brutos” esperan “asesinar” al tonto útil si se resiste en su tiempo al relevo interno.

En la Oposición no las tienen todas consigo. Saben que si hay victoria será al “sprint”. La campaña desarrollada, aparte de atípica, es de perfil bajo y se confía más en un gran acontecimiento de última hora, que produzca un vuelco en la urna por movilizar a favor buena parte de la abstención esperada. Desde fuera no se percibe un claro liderazgo sino más bien un triunvirato para una transición después de un incompleto proceso de renovación, que puede pasar factura. No existe tampoco euforia a pesar de los últimos acontecimientos en los juzgados y de aligerar lastre. La izquierda social opina que falta pegada e iniciativa sobre el fondo de la diferencia de oferta.

Las encuestas no arrojan todavía preferencias en la izquierda más comprometida. Ni la tendencia por las opciones regionales de nuevo cuño. Es muy difícil predecir qué sucederá en los márgenes del bipartidismo con las teóricas bisagras. Pero la necesidad de dar oportunidad a lo nuevo puede favorecer a un centro-derecha de casa mientras la confianza en ofertas remozadas y más propias de nuestro tiempo puede aumentar entre los jóvenes a pesar también de la escasa renovación en estas filas. Todavía existen demasiadas incógnitas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Se agradece periodismo tan inteligente para pocos y avisados.Cómo se nota que este blog ha soltado lastre y mucho más que otros.Espero que este nuevo fichaje de "Argárico" siga así mucho más allá de la primavera política.Enhorabuena.

Anónimo dijo...

Los viajes privados del presidente Valcárcel. Cada vez que junta unos días para irse con su esposa por aguas del Mediterráneo para descansar, se encienden las alarmas en San Esteban. En uno de estos viajes, creo recordar, surgió el brote de legionella en las torres de refrigeración del Morales Meseguer, que terminó por convertirse en la epidemia más grande habida en España, que afectó casi un millar de personas. Con motivo de otra excursión, también por aguas del Egeo, se produjo el accidente ferroviario de Chinchilla, con más de veinte fallecidos y otras tantos heridos de gravedad, teniendo el presidente que hacer un alto en su descanso. Ahora, que había salido rumbo Estambul, renunciando a las murcianísimas Fiestas de Primavera, se ha encontrado con la decisión del juez Alcázar de admitir a tramite la querella del fiscal-jefe sobre La Zerrichera. El próximo viaje privado de Valcárcel se debate antes en Consejo de Gobierno.

Anónimo dijo...

El dilema de los altos cargos imputados

Juan Redondo

Los cinco altos cargos del Gobierno Regional imputados en el auto del juez Alcázar sobre La Zarrichera se encuentran un poco entre la espada y la pared.

Sin prejuicio del principio contitucional de presunción de inocencia, como se recoge en el texto del juez, están imputados de presuntos delitos tan graves como prevaricación, falsedad en documento oficial, negociaciones prohibidas a los funcionarios públicos, tráfico de influencias y cohecho, un ‘marrón’ nada agradable para cualquier hijo de vecino.

La oposición socialista pide a Valcárcel, como mínimo, la suspensión cautelar de sus funciones, ya que la admisión a trámite de la querella del fiscal supone la existencia de una duda razonable sobre una actuación que podría ser delictiva.

Aunque los socialistas insisten más en las posibles responsabilidades políticas del presidente de la Comunidad, lo cierto es que las presuntas penales penden sobre las cabezas de los altos cargos.

Dicen que el miércoles hablaron entre ellos para intercambiar oponiones sobre posibles actuaciones a tomar. Como diría Perogrullo, hay tres caminos: seguir en sus cargos, dimitir voluntariamente, o ser cesados por el Ejecutivo.

Cualquiera de los tres caminos darán pie a multiples interpretaciones. De momento la ‘patata caliente’ política la tiene Valcárcel.

El presidente, tras su regreso de Estambul, tendrá que enfrentarse a la situación creada por el auto del juez, que afecta no sólo a sus altos cargos, sino también al candidato a la alcaldía de Águilas. ¿Sustituirá a Juan Ramírez al frente de la candidatura municipal? ¿Relevará a los altos cargos imputados?

En el caso del alcalde de Águilas el plazo tope para que Valcárcel tome una decisión es el próximo día 22, fecha de cierre en la presentación oficial de candidaturas.

Lo de los altos cargos tampoco puede esperar mucho, ya que estamos prácticamente en la recta final de la campaña electoral, y aunque el calendario de las diligencias judiciales no tiene nada que ver con el electoral, es demasiado ingenuo pretender ignorar la coincidencia de circunstancias.

En esta primera fase judicial, los altos cargos imputados son los que sufren personalmente el drama y aunque puedan tener la conciencia tranquila, seguro que no dormirán a pierna suelta.

Otra de los interrogantes que se plantea la oposición es si asumirán personalmente la responsabilidad de sus actuaciones o alegarán obediencia a decisiones superiores.

El que puedan compartir responsabilidades por elevación es algo que esperan los socialistas, más aún cuando en el auto judicial habla de “una previa concertación” en las actuaciones administrativas. Interrogantes que se irán despejando a medida de que el juez Alcázar vaya oyendo a los imputados en las diligencias previstas.
De "El Faro"