García León conseguía para Murcia lo que ningún otro jefe de demarcación lograba para su respectiva provincia y eso por conocedor como nadie de los entresijos presupuestarios de la dirección general de Carreteras, y que era muy solvente al presentar en tiempo y forma proyectos para Murcia que, superando las trabas presupuestarias al efecto, eran tradicionalmente tenidos en cuenta por la autoridad ministerial.
Fue autor de los proyectos más importantes que, en la actualidad, muestran la Región tan bien estructurada. Una 'cruz' que, con centro en la capital y en modo autovía, estructuran el territorio de Norte a Sur, y de Este a Oeste. Entre los primeros grandes proyectos a su cargo estuvieron la Ronda Oeste de Murcia, la primera gran obra de autovías en la Región, y la mejora del Puerto de la Cadena. Luego vinieron los tramos provinciales de las autovías Murcia-Alicante, Murcia-Puerto Lumbreras, Cartagena-Murcia y Murcia-Albacete.
Un ingeniero de Caminos a la vieja usanza, pues, un estilo al servicio del Estado, con inteligencia, dedicación y máxima entrega al trabajo. Que siempre estuvo al servicio del Ministerio de Obras Públicas (hoy de Fomento), desde Murcia y su región.
Llegó a ser concejal de Transportes en el Ayuntamiento de Murcia al comienzo de la Transición democrática. Y recibió el año pasado el homenaje del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Región a toda su trayectoria.
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