sábado, 7 de noviembre de 2020

Pepe Egea Ibañez, el hombre de las dos bibliotecas / Francisco Poveda *


Hoy hemos despedido a un superviviente del intelecto en esta Región de Murcia ya tan decadente. Porque, a su modo, Pepe Egea Ibáñez, de 91 años, ha sido casi toda su vida una especie de náufrago intelectual en tierra hostil aunque fuese la suya de nacimiento. 

Y sólo ha sido capaz de vencerlo un virus llegado del otro confín del mundo, combinado con el imparable paso del tiempo pese a su capacidad de adaptación a los cambios gracias a su hábito de lector adquirido desde niño, su matrimonio con una catedrática universitaria de Historia del Arte en la UMU, la santanderina Cristina Gutiérrez-Cortines, a la que conoció en Madrid, y estar rodeado de unos hijos (Cristina, Marcos, Ricardo y José), todos brillantes profesionales y en la vanguardia del siglo XXI.

Doctor ingeniero, master por la OCDE, investigador y escritor, Pepe Egea fue un incomprendido, por adelantado a su tiempo y gran conocedor de la agricultura murciana, entre algunos compañeros del CEBAS y que, sólo de nuevo esa gran capacidad de adaptación como resorte permanente por las circunstancias que le han rodeado siempre, le hizo superar.

No en vano, ya casado, vivió en Israel en un kibuzt como una gran experiencia vital para conocer in situ los avances agrícolas de Israel y así poder implementarlos luego en los riegos murcianos, entonces mucho menos racionales al regar todavía a manta, como es el caso del riego localizado y el análisis previo de suelos agrícolas desde la perspectiva de la Edafología.

El día que Pepe y Cristina, ya europarlamentaria, me invitaron a almorzar en su casa de la calle Pintor Villacis, en Murcia, (pendiente para siempre quedará acompañado por él la visita a su finca familiar en el Coto de los Tiemblos, en las pedanías altas de Lorca, de donde proviene su saga), me reveló que su afición era tanta desde niño que algunos libros los tiene repetidos en sus bibliotecas de Murcia y Santander, en su piso del Paseo de Pereda.

Y que todo se explica porque su padre, un visionario con posibles, cuando Pepe Egea estudiaba en Madrid Ingeniería Agronómica, le mandaba, junto con la paga habitual, otra asignación mensual exclusivamente para comprar libros y así no dejar de leer por falta de recursos de estudiante. Eso lo hacía también con sus hermanos y explicaría, de algún modo, la brillantez profesional de todos ellos: Juan Manuel (considerado el mejor embajador diplomático de España de los últimos 35 años); Ricardo (notario y registrador); Luis (político destacado con la UCD, concejal en la capital regional, farmacéutico y ex presidente de Hefame); y Enrique (catedrático de Hacienda Pública en la UMU y ex diputado a Cortes por Murcia con la UCD).

Como anécdota, un día que Pepe me presentó a su hermano Juan Manuel, llegado en tren  desde Madrid para visitar a su anciana y ya muy enferma madre, y con el que me reuní luego más de una hora en el "Arco de San Juan", presencié como unos parientes alojados en el muy próximo "Rincón de Pepe" y recién llegados de fuera en automóvil, no pudiendo aparcar frente al edificio familiar de los Egea apelaron a sus supuestas influencias como los "Kennedy de Murcia" para evitar la sanción de tráfico por aparcamiento indebido en lo que hoy es la calle Correos. Lo que nadie puede negar es que este hombre y su familia pertenecían a una élite local emblemática de la Región de Murcia, consideraciones coloquiales aparte.

Quizás unos de los mejores momentos en la vida de Pepe Egea y su esposa Cristina tuvo que ser durante el noviazgo y la boda de su primogénita con el letrado del Consejo de Estado, Leopoldo Calvo-Sotelo Ibañez-Martín, hoy marquesa consorte de la Ría de Ribadeo, y que el matrimonio Egea-Gutiérrez Cortines supo llevar con discreción, antes y después del enlace en la Catedral de Murcia, pese a que esto les proporcionó a sus primeros nietos.

Precisamente una de las últimas conversaciones sustanciosas que tuve con él se produjo durante un almuerzo ofrecido por su consuegra, la licenciada en Filosofía y Letras Pilar Ibañez-Martín Mellado, marquesa viuda de la Ría de Ribadeo por serlo del ex presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo y Bustelo, en su finca de "Huerto Chico", el 5 de abril del año 2014, con motivo de haber sido pregonera de la Semana Santa de Lorca, de donde es oriunda, en su faceta de persona perteneciente al Paso Azul, como toda su familia materna y desde que era muy niña. Y con igual pasión que su primo hermano, allí presente ese día el embajador José María Sanz-Pastor Mellado, que le antecedió como pregonero en el año 2010, ambos nietos de los condes de San Julián.

Pese a nuestra diferencia de edad de un cuarto de siglo, confieso que cuando me lo encontraba por la calle en Murcia disfrutaba y aprendía con su verbo tan didáctico como el de un pedagogo. Magnífico conversador como hombre ilustrado de verdad, Pepe Egea era de esa gente que apenas va quedando en nuestra sociedad y también de la poca que hubo siempre en nuestra ciudad a pesar de ser considerada una urbe universitaria. Por cierto, que pocos saben su discreta influencia, hasta ser artífice en la sombra, para la creación de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) siendo su esposa consejera de Educación del Gobierno autónomo.

Durante las dos legislaturas de su esposa como europarlamentaria, Pepe Egea pasaba largos y fecundos fines de semana en Bruselas porque aprovechaba para visitar desde allí todo lo visitable en la Europa más próxima, que es mucho, y explica su talante ilustrado y que la Real Sociedad Económica de Amigos del País, en Murcia, haya sobrevivido con latido hasta nuestros días aunque lo fuera como un coto casi cerrado de su familia ya que fue su hermano Luis quien la rescató y revitalizó en su día. Algo tuvo que ver luego junto a su esposa en dar a luz a la Fundación Ars-Civitas.

Poca gente sabe de su activa participación en la sombra durante la segunda parte de la Transición para el pacto entre la derecha liberal murciana, que él y sus hermanos representaban, proveniente de la UCD, y la neofranquista encarnada por sus primos de igual apellido y raíz alemana con otros recalcitrantes ex falangistas del Movimiento Nacional encuadrados como mínimo en Alianza Popular, para repartirse el poder político en la Región tras llegar el PP al gobierno de la Comunidad Autónoma.

El último libro de Pepe Egea es "Sistema agrario: proyecto evolutivo estable", publicado por Paraninfo bajo el auspicio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Antes publicó "La estrecha línea del horizonte", editado por Diego Marín, librero y editor; "Un relato en artículos" (por la misma editorial) y "Solidaridad campesina en tiempos de guerra". Y es que Pepe sabía bastante de lo suyo hasta explicar por qué hasta el año 2013 presidió la empresa familiar de todos sus hermanos y sobrinos "Explotaciones Agrícolas Los Tiemblos S.L."

Según me llega de fuentes familiares, su faceta de abuelo hasta el último día ha sido espectacular, iniciando siempre a todos sus nietos en la lectura, exactamente igual que su padre hizo con él y con sus hermanos. 

Irrepetible mi admirado Pepe Egea, con el que espero volver a encontrarme Dios sabe dónde. Seguramente en un banco de la presumible Biblioteca celestial, de la que ya se habrá hecho socio de número y empezado a escudriñar títulos entre sus estanterías. 

Como buen bibliófilo era muy consciente de que todo el saber y el poder está en los libros.


(*) Periodista y profesor

1 comentario:

valjust dijo...

Un sabio que perdcemos los murcianos,con la falta que nos hace en estos tiempos.