Como se esperaba, la reunión en Moncloa entre Pedro Sánchez y Pablo
Casado no ha servido para nada, aunque Sánchez ha sacado tajada para:
decir que ‘el PP sigue en el bloqueo’; avisar a ERC y PNV que en caso de
ruptura pactaría los Presupuestos con el PP; y para transmitir a los
barones de su partido que él ha intentado llegar a acuerdos con el PP.
O sea, Sánchez le ha tomado el pelo a Casado usándolo de telonero de
su espectáculo y lanzando, antes del tiempo pactado, un comunicado en el
afirmaba que ‘el PP sigue en el bloqueo’. Mientras el líder del PP, a
pesar de la ruptura del protocolo, se fue de Moncloa sin explicar que le
respondió Sánchez a sus requerimientos y sin ofrecer a los medios ni un
solo titular.
El que Casado debió llevar preparado antes de reunirse con Sánchez
porque ambos sabían de antemano lo que iba a ocurrir. Pero Casado no se
entera de lo que pasa y sigue sin saber comunicar. Por ejemplo ¿por qué
tardó casi una hora, desde que terminó la reunión, en comparecer ante
los medios si ya traía preparada su lista de requerimientos a Sánchez?
Es en ese tiempo perdido por el PP cuando Moncloa les coló el titular
del bloqueo. Y luego y para colmo cuando llegó a la sala de prensa
Casado nos leyó, por enésima vez, la lista de los 11 pactos de Estado
con todas sus derivadas y los periodistas se quedaron sin la respuesta a
la acusación de bloqueo.
El que sí confirmó Casado, en lo relativo a la renovación del Poder
Judicial, diciendo que las cuestiones de la Justicia forman parte de ‘un
bloque’ que no se puede trocear. Y hace bien el PP en poner el pie en
la pared en este asunto así como en los temerarios planes de Sánchez
para Cataluña.
Pero Casado sigue sin entender y sin ver cosas que tiene ante sus
narices. Otro ejemplo, cuando habla contra la reforma del Código Penal
(CP) dice con razón que no se puede hacer una reforma ‘ad hominen’, para
beneficiar a los presos condenados en la sentencia del golpe catalán.
Eso en parte es así pero no del todo. Porque dicha reforma del Código
Penal la quiere hacer el Gobierno sobre todo para que Sánchez siga de
presidente, cuando ERC le apruebe los Presupuestos. De manera que el
principal de los beneficiados de la reforma del CP no será Junqueras
sino Sánchez.
Lo cual agrava y mucho semejante operación: el presidente del
Gobierno pone en marcha una reforma del Código Penal en su propio
beneficio. Con el mismo descaro que nombra a Dolores Delgado Fiscal
General, o con el que ahora pretende que la instrucción procesal la
hagan los fiscales, es decir el Gobierno, y no los jueces. Para de
semejante manera enterrar un poco más profundo a Montesquieu.
Eso sí, muy bonita la propuesta de Casado a Sánchez de ‘un compromiso
por España’, y esperada la intervención de la ministra portavoz María
Jesús Montero diciendo que ‘Casado aún no ha entendido quien ha ganado
las elecciones’. Y por lo que se ve ella y Sánchez tampoco lo saben
porque el ganador, o mejor dicho, los ganadores han sido dos: Iglesias y
Junqueras que están disfrutando de lo lindo y a partir un piñón.
(*) Periodista
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