VALENCIA.- El exministro y expresident de la Generalitat Eduardo Zaplana está siendo tratado en el Hospital La Fe de Valencia para que el deterioro que sufre, como consecuencia de una leucemia, no sea «irreversible», según han explicado hoy fuentes de su defensa.
Zaplana
lleva seis meses en prisión incondicional y sin fianza en la cárcel de
Picassent como investigado por su presunta implicación en delitos de cohecho, blanqueo de capitales,
malversación y prevaricación en el marco del caso Erial, que sigue bajo
secreto de sumario a cargo del Juzgado de Instrucción nº 8 de
Valencia.
«El tratamiento que está recibiendo -desde el pasado martes- no es en absoluto rutinario, no se lo habían hecho nunca antes«, han explicado las mismas fuentes.
Cada
quince días, el también expresidente del PP valenciano y exdirectivo de
Telefónica suele acudir desde la citada cárcel a La Fe para someterse a
distintas pruebas médicas y recibir tratamiento por la leucemia que padece desde 2015, cuando se sometió a un trasplante de médula.
Sin embargo, recientemente ha experimentado un deterioro físico que ha «alarmado»
tanto a los médicos de Picassent como a los de La Fe, que han emitido
sendos informes «bastante coincidentes», han señalado las mismas
fuentes, y que ha propiciado su ingreso hospitalario.
Se trata de
un empeoramiento propiciado por la enfermedad conocida como «injerto
contra huésped» (EICH), una complicación que se puede producir cuando un
sistema inmunitario trasplantado ataca a los órganos y tejidos del
paciente que lo recibe (el huésped).
Desde su ingreso en La Fe, el
pasado martes, Zaplana ha sido sometido a varias pruebas, entre ellas
una gastroscopia y una colonoscopia, mientras «no deja de perder peso y tiene la piel y las articulaciones deterioradas«,
detallan los responsables de su asistencia jurídica, que para
entrevistarse con él han de vestir »guantes, bata y mascarilla«.
Por
ello, entienden que «seguir sosteniendo, como lo hace la juez, que
existe riesgo de fuga es un insulto a la inteligencia, porque no puede
ir a ningún sitio ni puede prescindir de los cuidados que se le dan en
La Fe».
«Entendíamos que al avanzar las comisiones rogatorias
libradas a otros países ya no tenía sentido mantenerle en prisión, pero
no tenemos esperanzas de que su situación vaya a cambiar a corto plazo«, han indicado las mismas fuentes.
Aluden
así al reciente viaje que la instructora del caso y uno de los fiscales
anticorrupción de Valencia podrían haber realizado a Uruguay para
participar en registros relacionados con esta causa.
En este
sentido, la defensa del cartagenero Zaplana lamenta haber conocido de estas
indagaciones por medios de comunicación (tanto españoles como uruguayos)
y no haber tenido constancia de las actuaciones vía judicial.
A raíz de un tuit del Partido Popular, este jueves se sucedieron en las redes sociales las peticiones de «humanidad»
-procedentes de dirigentes políticos de distintos signo- para que el
expresident sea tratado de su enfermedad en un hospital y no en la
cárcel.
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