MADRID.- Bankia presentó este martes su plan estratégico 2018-2020. De esta manera, da
por terminado el proceso de reestructuración que comenzó en 2012 y
vuelve a tener una hoja de ruta, algo que no tenía desde 2015. Durante
el periodo de su nuevo plan, Bankia tiene varios objetivos, entre ellos
privatizarse por completo y la integración total con Banco Mare Nostrum
(BMN), según plantea http://www.bolsamania.com.
El banco cerró 2017 con 505 millones de euros de beneficio,
lo que representa un 37,3% menos que un año antes, por la integración
con BMN. Ahora la atención de los inversores se centra en las líneas que
presentarán en su plan estratégico, así como la política de retribución que aprobará.
El nuevo plan, con un horizonte de tres años, tendrá tres pilares: el
cliente, las personas y la tecnología. Además, Bankia se ha marcado
como objetivo "seguir siendo la entidad española más solvente, rentable y eficiente".
Jordi Sevilla, consejero delegado de la entidad, explicó en la
presentación de resultados que la intención de la entidad es alcanzar un
retorno sobre recursos propios (ROE) del 10% "a medio plazo". Al cierre
de 2017 se situó en el 6,7%.
El consenso de analistas recogido por FactSet estima que Bankia registrará unos beneficios de 1.138 millones de euros en 2020.
Esta cifra supone un 125% más que los registrados en 2017. No obstante,
el beneficio irá creciendo año por año, ya que los analistas prevén que
en 2018 ganará 873 millones de euros y 1.012 millones de euros en 2019.
Actualmente, el Estado, a través del FROB, cuenta con el 61,03% de la
entidad y se ha dado de plazo hasta finales de 2019 para vender esta
participación, aunque lo podría retrasar si el precio de las acciones es
bajo.
Por ahora, Bankia tendría que subir un 160%,
desde los precios actuales en los que cotiza, para recuperar el dinero
inyectado por el Estado, que asciende a 22.400 millones entre BFA y
Bankia. Hasta el momento, ‘sólo’ ha recuperado 2.652 millones de euros.
Esa subida supondría que la acción de la entidad presidida por José
Ignacio Goirigolzarri cotizase en los 10,49 euros, precio, por el
momento, utópico. De hecho, el consenso de analistas recogido
por FactSet no ve ningún potencial a Bankia y sitúa su precio objetivo
en los actuales 4,06 euros. Además, el 44% de los analistas
aconseja vender el valor; el 32%, mantenerlo; y el porcentaje más bajo,
24%, recomienda comprarlo.
Sin embargo, en la presentación del plan estratégico, que correrá a
cargo del presidente, puede haber una ‘trampa’ con las ayudas públicas.
La cuestión es que del total de los 22.400 millones de euros, 10.620
fueron destinados únicamente a Bankia. De esta manera, si la acción
cotizara a 4,24 euros, el Estado ya podría vender el 61,03% y recuperar esos 10.620 millones sólo de Bankia. No obstante, hay que tener en cuenta que la venta se irá haciendo poco a poco.
De hecho, el pasado diciembre, el Gobierno vendió el 7% de su participación en Bankia.
Con esta operación, el Estado ingresó 818 millones de euros. En total,
se deshizo de un paquete de 201,55 millones de acciones a un precio de
4,06 euros el título. Por otro lado, en febrero de 2014 puso a la venta
el 7,5% de la entidad y obtuvo 1.304 millones de euros.
El Banco de España, en el Informe sobre la crisis financiera y bancaria en España, calcula
que se pueden recuperar otros 9.548 millones de euros con
desinversiones que tiene pendientes y otros instrumentos híbridos que
conserva. Además, por el reparto de dividendos de Bankia, el Estado
también iría recuperando dinero sin necesidad de llegar a esos 10,49
euros.
A parte de las ayudas a Bankia, según el Banco de España, el Estado
perderá en torno al 75% del dinero destinado al rescate financiero. El total de ayudas asciende a 60.000 millones de euros, por lo que ascendería a más de 40.000 millones de euros.
CON BMN Y SIN LUIS DE GUINDOS
Por otro lado, Bankia se enfrenta en estos tres próximos años a la
integración total de Banco Mare Nostrum, lo que supone uno de sus ejes
principales. El pasado 13 de septiembre, Bankia y BMN dieron el visto bueno a su fusión y
en diciembre recibió la autorización para la integración. La entidad
capitaneada por Goirigolzarri se ha fijado el objetivo de lograr
sinergias de 155 millones de euros mediante el ahorro de costes.
En 2012, el Estado nacionalizó BMN. Esta decisión se tomó después de
que se asumiera que se podría cerrar si se asumía una pérdida próxima a
los 1.000 millones de euros de dinero público. De esta manera, la adquisición por parte de Bankia de BMN supone más dinero del contribuyente en la primera entidad.
El Gobierno, parte interesada en las dos entidades, concluyó que
Bankia se fusionase con BMN era la mejor opción para la continuidad de
ambas para que BMN no cayese en un pozo.
No obstante, hay que
señalar que Luis de Guindos, ministro de Economía y artífice del rescate
financiero español, fue consejero del Banco Mare Nostrum en 2011. Ahora Bankia se enfrenta a la integración total sin De Guindos, que ha sido nombrado vicepresidente del Banco Central Europeo.
La presencia del aún ministro se seguirá notando en Bankia, ya que la
inmensa mayoría de altos directivos de banco absorbido ocupan ya
puestos directivos de responsabilidad en la nueva entidad. Así, Carlos Egea, presidente de BMN, será consejero ejecutivo del nuevo conglomerado.
También tendrá que enfrentarse al ERE que se ha tenido que realizar por la fusión.
La dirección de Bankia y los representantes de los trabajadores
firmaron el 16 de febrero el expediente que aplicará Bankia. El plazo de
adhesión concluirá el 2 de marzo.
El proceso de reestructuración de la
plantilla de Bankia contempla un máximo de 2.000 salidas voluntarias,
tras haberse reducido un 20,32% desde las 2.510 bajas planteadas
inicialmente por la entidad y está previsto que concluya el 30 de
septiembre de 2019.
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