domingo, 26 de julio de 2009

Obispo Lorca Planes: 'La calumnia no es cristiana'

TERUEL.- Es el primer prelado que habla, y lo hace sin tapujos, sobre el pasado conflicto entre el Obispado y la Fundación San Antonio en torno a la propiedad y titularidad de la Universidad Católica de Murcia (UCAM), que provocó el traslado de su antecesor, Juan Antonio Reig Pla. El nuevo pastor de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes (Espinardo, 1949), considera hoy en 'La Verdad' que se han cometido calumnias sacando de contexto las donaciones de la Fundación que dirige la UCAM y se siente dolido por los ataques que han recibido los obispos Javier Azagra, Antonio Cañizares y Manuel Ureña, con los que trabajó antes de marcharse a Teruel.

El nuevo obispo defiende a todos los movimientos y sensibilidades que crecen dentro de la Iglesia, como el Opus y los kikos. «Si no existieran, habría que inventarlos», señala. Está preparando las maletas para dejar Teruel y tomar el sábado próximo las riendas de una diócesis quince veces mayor.

Regresa a una Diócesis que conocía al dedillo hasta 2004 en que se fue a Teruel, pero que en los últimos tiempos ha estado sacudida por el conflicto entre el Obispado y la Fundación San Antonio que rige la Universidad Católica. Los ecos de ese enfrentamiento obligaron a la Santa Sede a intervenir directamente, que decidió el traslado de su antecesor, Reig Pla. ¿Ve demasiado poder en la Fundación que dirige José Luis Mendoza?

- Me han sorprendido muchas manifestaciones que se han realizado sobre este asunto. He visto en muchos blogs y cosas así verdaderos disparates con las interpretaciones que se han hecho. Creo que hay... no sé si intenciones ocultas en toda esta serie de manifestaciones. Que hubieran más o mejores dificultades en las relaciones soy consciente de ellas porque nadie podrá decir que no las supiera, pero cuando uno ha estado cinco años fuera no es sensible para todos los detalles de las cosas y pretender juzgarlas cuando no se conocen al dedillo es una irresponsabilidad. Con respecto a todas las afirmaciones que se hacen de poderes, de dominio sobre personas y de comprar voluntades creo que son calumnias y la calumnia no es cristiana. Alguno tendrá que confesarse.

- ¿Se refiere a las donaciones realizadas por la Fundación San Antonio?

- Toda aquella historia está sacada de contexto. Me dolió muchísimo que se hayan metido con mis obispos, a los que he conocido y con los que he trabajado de una forma muy próxima. Jamás se me habría pasado por la cabeza que hubieran actuado así. He estado cerca de ellos, de don Javier Azagra y de don Antonio Cañizares y de otros que han salido en los medios, y nunca pasó por la mente de ninguno de ellos algo semejante. Quienes han movido esas calumnias deberán confesarse.

- Usted fue testigo directo del nacimiento de la UCAM. ¿La propiedad y titularidad de esta universidad pertenece a la Fundación o al Obispado?

- Me remito a lo que ha dicho la Santa Sede, que es de la Fundación San Antonio. Desde el origen, este proyecto universitario lo estuvo moviendo la Fundación. Yo estaba en la Mesa del Consejo de Vicarios donde quedó claro que la intención y la voluntad de todos, incluida la del Consejo, era que no hiciéramos nada que luego pudiera revertir negativamente en la Diócesis. Así se lo transmitimos a don Javier Azagra. La Universidad Católica y la Diócesis de Cartagena eran realidades diferentes por vías diferentes. Es lo que siempre se pretendió. Yo hablo de lo que fui testigo. Ahora la Santa Sede ha hablado y este tema no me ofrece ningún problema. Es una causa cerrada. Seguiré trabajando en la Diócesis porque es el primer y principal objetivo que me ha puesto el Papa. Pero en la Diócesis también está la UCAM, a la que ofreceré todo mi apoyo porque hay 7.000 alumnos y trabajadores y un amplio claustro de profesores. Esa realidad no se puede despreciar. Una universidad católica necesita también toda la cobertura para su desarrollo y crecimiento. ¿En qué otras diócesis existe una realidad tan hermosa? Es verdad que su inspiración católica le puede molestar a alguien, pero recuerdo que estamos en un Estado de Derecho y por lo tanto puede haber una universidad católica.

- Como nuevo obispo, ¿desea recuperar la tarea de vigilancia de la fe y la catolicidad de la UCAM que se traspasó a la Nunciatura Apostólica?

- No tengo ninguna prisa en nada. Haré lo que me diga la Santa Sede. Estoy tranquilo porque esa responsabilidad la tienen Roma y el nuncio. Descanso porque está en buenas manos. No me preocupa ahora que me digan si lo llevo yo o no. Mi punto de partida es hacer las cosas lo mejor posible y trabajar por la Iglesia. Si la Santa Sede me asigna otras responsabilidades, lo aceptaré porque siempre le dicho sí a todo lo que me ha pedido la Iglesia.

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