domingo, 3 de mayo de 2009

El 1º de mayo no se visualizó a los 140.000 parados

MURCIA.- La economía sumergida se están disparando en la Región. Esta válvula de escape enloquece cada vez que el paro remonta y se ensancha la diferencia entre lo oficial y lo clandestino, como en los mejores tiempos. El presidente Valcárcel lo advirtió el pasado martes en El Debate de Canal 6, cuando dijo que le había leído la cartilla a los agentes sociales para que no se relajaran, según 'La Verdad'.

La queja de que su Gobierno no puede legislar en materia laboral, y que por lo tanto la pelota está en el tejado de Rodríguez Zapatero, no impide que actúe la Inspección de Trabajo, que sí está entre sus competencias.

¿Pero qué Administración se pone inflexible reclamando papeles e impuestos cuando la tragedia del desempleo se instala en miles de hogares? Y por contra, ¿hasta qué límite se puede tolerar la competencia desleal de quienes burlan al fisco frente a quienes cumplen escrupulosamente con Hacienda, la Seguridad Social y un capazo de cargas administrativas?

El presidente regional no quiere que le pidan milagros. Para esos están Zapatero y Obama. Las medidas del Gobierno murciano, dijo Valcárcel, sirven principalmente para «mitigar» el desastre. Quizás se deba exigir algo más.

Más de 140.000 parados tienen que visualizarse de alguna forma, aunque no se dejaron ver precisamente en las manifestaciones del 1 de Mayo celebradas en Murcia y Cartagena. Con la peor crisis que se recuerda y con unas cifras preocupantes de desempleo, no se explica la escasa afluencia a las demostraciones del pasado viernes. En Cartagena no pasó del medio millar de personas. Esto no cuadra.

Aunque muy tocado, el mercado laboral de la Región de Murcia todavía tiene musculatura. Más inquietante que la debacle del último año es que se mantenga la tendencia hacia la destrucción de empleo. Un 110% más de paro, según las cifras de la Encuesta de Población activa (EPA) invitan al pesimismo. Todavía queda colchón laboral para capear el temporal, y la desgracia absoluta sería que se perdiera ese tesoro de población ocupada ganada en los años de espectacular empuje económico.

La evolución de las cifras de la EPA, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística, muestra cómo se ha producido un fortalecimiento de la población ocupada en Murcia, que alcanzó su apogeo a finales del 2007, cuando había 640.700 empleados. Esto representaba un 44,9% sobre el total de la población, cifrada en 1.426.109 habitantes. Cuarenta y cinco de cada cien murcianos se declaraban ocupados en la encuesta del INE, en la que ha sido decisiva la progresiva llegada de inmigrantes.

Doce años antes, la población ocupada era de 328.500 trabajadores sobre un censo de 1.097.249 murcianos. Esto arrojaba un índice del 29,9%. Desde 1996 al 2008 la población ocupada ha escalado 15 puntos (un 66,6%) sobre el censo oficial. Ésta es la renta laboral que la Región debe mantener, aunque en los últimos doce meses se han perdido 3,6 puntos.

Todos los sectores crecieron en dicho periodo de expansión, pero particularmente los servicios y la construcción. El ladrillo se puso por delante de la industria y la agricultura y alcanzó su apogeo a principios del 2008 con 108.200 trabajadores. Un año después, el sector de la construcción ha regresado al último lugar en los niveles de empleo: el mismo que tenía en 1996.

La foto fija actual señala la agricultura como el sector más fortalecido. Ha generado casi 15.00 puestos de trabajo en el último año, mientras que la construcción ha perdido casi 42.000 y la industria 19.300. Hace doce años, en el campo trabajaban 41.000 personas y ahora lo hacen 68.000. La producción agrícola, ligada a la disponibilidad de agua, se ha convertido en la tabla de salvación de miles de trabajadores y familias.

La construcción partía con 29.000 empleos en el año 1996 y ahora da trabajo a 66.400, después de un espectacular ciclo alcista en el que rozó los 110.000 con el boom del ladrillo. Junto con el turismo, la construcción tiene una fuerte capacidad de crear empleo intensivo, hasta tal punto de que el ciclo de euforia disuadió a muchos jóvenes para que cambiaran los estudios por un empleo rápido, poco cualificado y bien remunerado. Ahora se están pagando las consecuencias.

La industria es quizás el sector más preocupante, ya que ha perdido 19.300 empleos en el último año y se ha truncado la gran progresión que llevaba desde 1996. Las esperanzas depositadas en este sector como relevo de la construcción y del turismo no se han visto por ahora satisfechas.

El sector servicios, por último, es sorprendentemente el que menos está sufriendo, en la medida en que muchos vaticinaban que correría la misma suerte que la construcción. En el último año ha perdido 5.400 empleos, ocho veces menos que el ladrillo. Esta disminución está ligada en su mayor parte al turismo.

El Gobierno murciano sostiene que aún no se destruye empleo, puesto que existe capacidad de generar puestos de trabajo. En el último año han sido 22.400 nuevos contratos, pese a que la población ocupada ha descendido y el paro se ha disparado. Según el cristal con que se mire. Con remedios o milagros habrá que detener esta sangría en la California del Sur.

Evolución del empleo

Población ocupada: 328.500 en el año 1996 y 589.000 ahora. El año pasado fue de 640.700.

Índice de ocupación: En el año 1996 era del 29,9% , con un censo de 1.097.249 habitantes. Este año es del 41,3%, con un censo de 1.426.109 murcianos.

Agricultura: 40.900 trabajadores en 1996 y 68.000 ahora. Ha ganado 14.1700 empleos en un año.

Industria: 60.800 empleos en 1996 y 80.900 ahora. Pierde 19.300 empleos en el último año.

Construcción: 28.900 empleos en 1996 y 66.400 ahora. Pierde 41.800 en el último año. Llegó a tener 108.200 a finales del 2007.

Servicios: 197.900 en 1996 y 373.700 ahora. Ha perdido 5.400 empleos en doce meses.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Veremos cuando empiecen a encarecerse los costes de transporte desde ciertos países y también sus costes de productividad (y un pago digno a sus trabajadores), como algunos que apostaron por irse fuera van a sufrir otro rebote de la burbuja. Esta vez más dura.