Ruido de sables contra Martínez Andreo en el PP de Totana

TOTANA.- Cuando el pasado mes de junio el presidente Valcárcel decidió que el alcalde de Totana, José Martínez Andreo -imputado por un presunto delito de cohecho por la Operación Tótem- tenía que dejar el cargo sí o sí, el PP regional se encontró con la problemática de que el equipo de Gobierno popular de la localidad era una piña en torno a Andreo y que muchos estarían dispuestos incluso a abandonar el PP antes que plantear una moción de censura contra el primer edil.

Este hecho ha dado tiempo al alcalde de Totana, pero poco a poco esta unidad se ha ido minando y está a punto de saltar por los aires. Un grupo de concejales del PP ya no apoya a su todavía líder y considera que su salida de la alcaldía es la única vía posible para superar la profunda crisis económica e institucional que vive el municipio desde hace ahora un año, según "La Opinión".

El propio Andreo es consciente de que ha perdido el beneplácito de gran parte de sus concejales. Pero la actuación de estos no va a ser inminente. Por el momento, y según ha podido saber este periódico, el grupo rebelde no tiene previsto actuar, principalmente porque todavía no está decidido quién será el que sustituya a Martínez Andreo en la alcaldía en el caso de que finalmente se produzca una moción de censura -se barajan los nombres del concejal de Agricultura, Juan Pagán, el de Educación, Roque Molina, o el de Hacienda, Bartolomé Pallarés.

La situación ahora mismo en el Ayuntamiento es de calma tensa, después de una tempestad reciente, y el alcalde aprovechará para realizar un último intento de recomponer la unidad en su equipo.

Pero lo tiene muy complicado. Cuando se cumple un año de su detención e ingreso en prisión, el alcalde tiene por delante una larga batalla judicial en la que tendrá que sudar tinta para demostrar su inocencia en hasta ocho delitos, entre ellos el de intentar apropiarse de la presunta comisión ilegal que su antecesor Juan Morales había pactado con un empresario gallego a cambio de recalificar una finca en El Raiguero.

A ello se une la mala situación económica del Ayuntamiento, que este mes ha tenido que hacer casi milagros para cubrir las nóminas de sus trabajadores. La trayectoria del alcalde con más apoyo popular que ha tenido Totana podría estar llegando a su final.