CARTAGENA.- Entre 120 y 150 personas solicitan, cada día, la prestación de subsidios derivados de la pérdida de un empleo en las dependencias del Instituto Nacional de Empleo en Cartagena, lo cual supone un considerable aumento respecto al otoño del año pasado, asimilable al incremento a nivel regional, que se encuentra en el doble de tramitaciones de este tipo de gestiones respecto al año pasado, según informaron a "El Faro" fuentes muy ligadas al servicio del INEM para la gestión de las políticas pasivas de empleo en la Comunidad Autónoma.
Así, Cartagena y su entorno ven replegarse su mercado laboral en sectores como la construcción y los servicios.
La volatilidad de esos sectores se ve complementada, para mal, por dos ingredientes especialmente sintomáticos, según estas fuentes. En primer lugar existe un desfase entre los perceptores y los beneficiarios que implica una grave distorsión de los datos.
Se trata de la diferencia entre personas que, efectivamente, pasan a las listas del paro para cobrar la prestación, es decir, los beneficiarios, y las que son despedidas para ser contratadas al término de sus ‘vacaciones’ o incluso de cada fin de semana, lo cual hace que entren y salgan de las listas del INEM de manera artificial, sin llegar a ser beneficiarios.
Este desfase se hallaría en torno al 30% del total. Las fuentes consultadas explicaron que esa circunstancia ya ocurría, precisamente en la construcción y los servicios, pero su incidencia se ha incrementado.
El segundo de los ingredientes de la crisis del mercado laboral refleja otra derivada sintomática de la situación del tejido empresarial de Cartagena y, por extensión, de toda la Región de Murcia. Y es que las oficinas de empleo no están pudiendo tramitar las solicitudes de muchos de los trabajadores que acuden para inscribirse en las listas del paro para percibir los subsidios, porque muchos de ellos no acuden con el certificado que indica que la empresa les ha dado de baja.
Al no haber llegado al acuerdo correspondiente con la empresa, en la mayor parte de los casos por la falta de liquidez de la sociedad para pagar el finiquito, el empleado no tiene ningún papel que demuestre que está en el paro. En estos casos, el INEM opta por remitir el caso a la inspección de Trabajo.
Los casos en los que el trabajador se queda sin ningún papel que demuestre que ha pasado a estar en el paro están aumentando en una proporción significativa. Tanto es así que el problema está desbordando al INEM y esta situación puede trasladarse, en breve, a los juzgados de los social.
Todo ello supone que, en realidad, en la Región de Murcia los beneficiarios de ayudas a día de hoy estén en alrededor de 50.0000, la mitad sobre el total de parados que se reflejan en las cifras dadas por el Gobierno regional, que sitúan el paro por encima de las 100.000 personas.
Por otra parte, en términos empresariales, la situación que vive Cartagena no es más que un síntoma de los problemas que aquejan a las pequeñas y medianas empresas de la Comarca y, por extensión, de toda la Región de Murcia.
“Durante el segundo semestre de este año, a nivel regional, recibimos una media de un millar de solicitudes de desempleados, lo cual multiplica por dos las que recibíamos el año pasado”, apunta la fuente del INEM.
La situación de bloqueo en la entrada de estas personas en las listas de perceptores, por la falta de acuerdo entre la empresa y el trabajador, no sólo bloquea a la inspección de trabajo, sino que impide, hasta ahora, que la coyuntura de zozobra de muchas empresas se haya reflejado todavía con toda su crudeza en el mercado de trabajo.
Fijar las inversiones de grandes empresas como Repsol y crear las condiciones para que otras iniciativas de gran calado elijan Cartagena serían las medidas urgentes que requiere el municipio.
Así, Cartagena y su entorno ven replegarse su mercado laboral en sectores como la construcción y los servicios.
La volatilidad de esos sectores se ve complementada, para mal, por dos ingredientes especialmente sintomáticos, según estas fuentes. En primer lugar existe un desfase entre los perceptores y los beneficiarios que implica una grave distorsión de los datos.
Se trata de la diferencia entre personas que, efectivamente, pasan a las listas del paro para cobrar la prestación, es decir, los beneficiarios, y las que son despedidas para ser contratadas al término de sus ‘vacaciones’ o incluso de cada fin de semana, lo cual hace que entren y salgan de las listas del INEM de manera artificial, sin llegar a ser beneficiarios.
Este desfase se hallaría en torno al 30% del total. Las fuentes consultadas explicaron que esa circunstancia ya ocurría, precisamente en la construcción y los servicios, pero su incidencia se ha incrementado.
El segundo de los ingredientes de la crisis del mercado laboral refleja otra derivada sintomática de la situación del tejido empresarial de Cartagena y, por extensión, de toda la Región de Murcia. Y es que las oficinas de empleo no están pudiendo tramitar las solicitudes de muchos de los trabajadores que acuden para inscribirse en las listas del paro para percibir los subsidios, porque muchos de ellos no acuden con el certificado que indica que la empresa les ha dado de baja.
Al no haber llegado al acuerdo correspondiente con la empresa, en la mayor parte de los casos por la falta de liquidez de la sociedad para pagar el finiquito, el empleado no tiene ningún papel que demuestre que está en el paro. En estos casos, el INEM opta por remitir el caso a la inspección de Trabajo.
Los casos en los que el trabajador se queda sin ningún papel que demuestre que ha pasado a estar en el paro están aumentando en una proporción significativa. Tanto es así que el problema está desbordando al INEM y esta situación puede trasladarse, en breve, a los juzgados de los social.
Todo ello supone que, en realidad, en la Región de Murcia los beneficiarios de ayudas a día de hoy estén en alrededor de 50.0000, la mitad sobre el total de parados que se reflejan en las cifras dadas por el Gobierno regional, que sitúan el paro por encima de las 100.000 personas.
Por otra parte, en términos empresariales, la situación que vive Cartagena no es más que un síntoma de los problemas que aquejan a las pequeñas y medianas empresas de la Comarca y, por extensión, de toda la Región de Murcia.
“Durante el segundo semestre de este año, a nivel regional, recibimos una media de un millar de solicitudes de desempleados, lo cual multiplica por dos las que recibíamos el año pasado”, apunta la fuente del INEM.
La situación de bloqueo en la entrada de estas personas en las listas de perceptores, por la falta de acuerdo entre la empresa y el trabajador, no sólo bloquea a la inspección de trabajo, sino que impide, hasta ahora, que la coyuntura de zozobra de muchas empresas se haya reflejado todavía con toda su crudeza en el mercado de trabajo.
Fijar las inversiones de grandes empresas como Repsol y crear las condiciones para que otras iniciativas de gran calado elijan Cartagena serían las medidas urgentes que requiere el municipio.
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