domingo, 2 de noviembre de 2008

El gato escaldado del agua fría huye / Antonio Pérez Crespo*

Cuando aparecen salvadores de esta tierra y de sus habitantes, como tantas veces ha sucedido, anunciando que van a traer agua, siempre escasa, en esta zona del Levante español nos ponemos en guardia y dejamos hablar al mensajero, para conocer el contenido de su mensaje y estudiarlo.

El tema del agua está tan manido en estas tierras, y ha calado tan profundamente en la idiosincrasia de los murcianos que, según frase de Federico Silva, ex ministro de Obras Públicas: "Todo Presidente de un Gobierno español que se precie y quiera andar sobre seguro en temas de agua, debe de nombrar a un murciano ministro de Obras Públicas".

Como botón de muestra, analizaremos muy brevemente algunas de estas situaciones.
1º.- El Plan Hidrológico Nacional -PHN- necesitó para su elaboración muchos años de trabajo de los mejores equipos de especialistas (ingenieros, juristas,... ) para ofrecer al pueblo español una solución definitiva al déficit hídrico, ya que "en España no falta agua, sino que está mal distribuida", según Lorenzo Pardo.

El PHN fue la solución técnica de este grave problema, y para su aprobación fue necesario que todas las comunidades autónomas, de acuerdo con el Gobierno, aceptasen su contenido, concertando numerosos acuerdos puntuales sobre la solución de una serie de problemas, que afectaban a todas y cada una de las comunidades autónomas.

A la Región de Murcia y al Levante en general, su necesidad de agua se satisfacía con el trasvase del Ebro desde su desembocadura, a toda la costa Mediterránea, incluida Almería.

Bastó un cambio de Gobierno, y el PSOE, que ganó las elecciones, al carecer de una mayoría suficiente para gobernar, en vez de negociar y pactar con el segundo partido en número de votos y escaños, y formar una gran coalición como se gobierna Alemania en la actualidad, pactó con pequeños partidos nacionalistas-independentistas: catalanes, aragoneses y vascos, que exigieron que el PHN fuese derogado en la parte referente al trasvase del Ebro al Levante español.

Tomada esta decisión, y cuando el PHN había sido ya aprobado por las Cortes Generales, y se había convertido en una Ley vigente, tras su aprobación por el Congreso y el Senado, fue derogado sin más, sin trámite alguno y sin ningún tipo de compensación al Levante español.

Sin embargo, las demás comunidades autónomas recibieron aquellas obras que podríamos llamar de compensación, que le habían correspondido en el PHN. La derogación del trasvase del Ebro fue el precio que Rodríguez Zapatero, secretario general del PSOE, pagó por un puñado de votos independentistas, y cada vez que los ha necesitado para aprobar algún proyecto de Ley en las Cortes, ha sido a cambio de recibir nuevos regalos con cargo al bolsillo de los españoles.
(Consultar Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados, año 2004, Núm. 2 y 3. Sesión de Investidura del presidente del Gobierno, -15 y 16 de abril de 2004-, pp. 22, 34, 46, 50, 66, 67, 83, 111, 112 y 113).

Hace algunos días, Mariano Rajoy, como presidente del PP, en el acto más importante de su visita a Murcia, se limitó a decir: "Cuando sea presidente del Gobierno traeré el agua de Murcia". Al día siguiente, en Valencia, se volvió a celebrar un acto similar, con igual respuesta de Rajoy. Cabe plantearse el supuesto de que no llegue a ser presidente del Gobierno. ¿Quién traerá el agua?

Los años han pasado, y cada vez que se ha tratado este tema, han aparecido salvadores del Levante español ofreciendo fórmulas para que la prosperidad se mantenga en esta zona de España, previo cálculo del número de votos que podrían obtener si públicamente apoyaban a unos u otros.

Por desgracia, los votos del Levante español que necesitan agua es inferior a los que teniendo cubiertas sus necesidades hídricas han levantado la bandera de la independencia, o pretenden aglutinar esos territorios, enarbolando la bandera del agua. Hacer demagogia diciendo: "Nos quitan el agua los de fuera. El agua que necesitamos, se la llevan otros, a otras zonas más ricas. Se desarrollan a costa de nuestra agua...", está encubriendo incapacidades políticas y de gestión que paralizan el desarrollo uniforme y sostenido de España.

De nuevo se está planteando en este momento la limitación temporal del Aprovechamiento Conjunto Tajo-Segura, al amparo de la tramitación en las Cortes Generales de un nuevo Estatuto de Autonomía de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha.

Las consecuencias que pueden producirse si los levantinos no están ojo avizor, en lo que parece ser una inmediata negociación, después de la admisión a trámite del Estatuto de Castilla-La Mancha, con una serie de artículos que regulan materias sobre el agua, claramente inconstitucionales, nos expondremos a derogar una reiterada legislación que hay que defender a ultranza. Bajo ningún concepto pueden sentarse a negociar estos artículos.

Existe un conjunto de disposiciones legales que regulan el Aprovechamiento Tajo-Segura, que lo han convertido en un cuerpo de doctrina jurídica que defiende los derechos concedidos, y sobre el cual no puede establecerse ningún tipo de negociación. Tampoco puede admitirse un cambio del agua de la cabecera del Tajo por otra de la cola de este río, máxime cuando ya se está hablando de negociaciones con la Comunidad de Madrid para la venta de ese agua.

Basta recordar alguna declaración del presidente de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, José María Barreda y Fontes: "Se autorizarán trasvases para abastecimiento de poblaciones, pero no más destinados a la agricultura. Trasvase cero del Tajo para fines agrícolas en la cuenca del Segura".

"El trasvase de agua desde el Tajo al Segura se irá cortando a rodajas como un salchichón, hasta terminar con él".


* Cronista Oficial de la Región de Murcia
www.laopiniondemurcia.es

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