sábado, 4 de octubre de 2008

Un juez de Cartagena dice que Mariano Roca se llevó joyas de un banco por "error" y archiva el caso

CARTAGENA.- Algo más de dos años después de que "La Verdad" sacara a la luz que el conocido constructor cartagenero Mariano Roca Meroño había sido detenido por llevarse joyas valoradas en unos dos millones de euros de la caja de seguridad de un banco que forzó con ayuda de un cerrajero, el juez da carpetazo al caso.

Por ahora. La fiscal no tiene claro, como el juez, que se tratara de un despiste. Y ha pedido reabrir la investigación.

El titular del Juzgado de Instrucción 2 de Cartagena, Jacinto Aresté, dictó en julio un auto de sobreseimiento provisional del caso. Según informó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Murcia, da dos argumentos.

Uno es «que el acceso a la caja fue consecuencia de un error manifiesto dada la existencia de dos cajas en dos bancos distintos con el mismo número y llaves prácticamente idénticas». Otro, que «no ha quedado acreditado el ánimo de apropiación posterior».

A primeros de junio de 2006, Mariano Roca (de 72 años) fue arrestado por la Policía Nacional después de que Manuel Federico García, heredero de una amplia fortuna del fallecido médico Isidoro García Ráez, denunció la desaparición de joyas familiares en su caja fuerte (la número 87) de la sucursal del Banco Santander en la esquina de las calles Medieras y Aire.

El afectado aportó en la comisaría fotos de las alhajas. Tras preguntar en la sucursal, los agentes arrestaron a Roca. Éste había ido al banco con una llave y había intentado abrir la caja 87. Al no lograrlo, comunicó al director que la llave se había atascado. Éste accedió a que el empresario de Pozo Estrecho llamara a un cerrajero, quien forzó la cámara con un destornillador automático.

Una vez arrestado, Roca confesó a la Policía que se había llevado las joyas (anillos, pendientes y brazaletes de finales del siglo XIX y principios del XX), porque creía que eran suyas. Luego, las devolvió. Pese a las sospechas, no hay pruebas de que Roca buscara escrituras de propiedad de fincas del dueño. El propio denunciante aseguró por escrito que no echó en falta más que las joyas.

Ante el juez, Roca declaró que tenía contratada en otra sucursal cercana a la del Santander (donde tiene cuentas abiertas) una caja con el número 87 y que pidió sin mala fe forzar la cerradura. Su letrado, Francisco Nieto, añadió que la llave de las cajas de ambos bancos tienen el mismo tamaño y están marcadas con un punto azul.

La fiscal, Verónica Celdrán, confirmó que ha pedido practicar nuevas diligencias, como cursar un oficio al banco para que aporte el contrato que demuestra que Roca tenía una caja de seguridad en la sucursal y las fichas de visita a ella.

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