jueves, 19 de junio de 2008

El ex edil de Urbanismo de Los Alcázares adquirió supuestamente un décimo premiado para blanquear dinero

LOS ALCÁZARES.- El ex alcalde de Los Alcázares, Juan Escudero, y su ex concejal de Urbanismo, Alfredo Blanco, en conversaciones intervenidas por los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal, Unidad de Blanqueo de Capitales (UDEF-BLA), destacan el poder blanqueador de los billetes de lotería premiados y, asimismo, señalan que una empleada de Juan Antonio Roca en Los Alcázares, por nombre Karem, se dedica a adquirir boletos con premio para su jefe, según "La Verdad".

La teoría es bien simple. Cuando alguien tiene en su poder una gran cantidad de dinero negro, en muchas ocasiones de origen ilícito, una posibilidad de sacarlo a la luz y de hacer posible su manejo, sin que ello suponga alguna complicación legal o fiscal, es adquirir un décimo premiado de la lotería.

Por uno de estos boletos, que puede estar premiado, por ejemplo, con 300.000 euros, se paga una cantidad superior (ej. 350.000 euros), y aunque el interesado en lavar su dinero pierde algo en el canje, su capital queda más blanco que si lo hubiese tenido en la lavadora una jornada entera y con el programa de 90º.

El riesgo de conocer la teoría es que se puede caer en la tentación de llevarla a la práctica. Y eso es lo que parece que le pasó en el año 2004 al entonces concejal alcazareño Alfredo Blanco, cuando cobró y puso a nombre de sus hijos un décimo de lotería premiado con 60.000 euros (diez millones de pesetas).

La investigación se había abierto el año pasado, después de que Blanco hubiese sido sorprendido en una conversación mientras supuestamente negociaba la adquisición de un boleto premiado de la lotería. Eso llevó a los policías a pedir a la Organización Nacional de Loterías y Apuestas del Estado (ONLAE) que informase de los premios «con los que pudieran haber sido agraciados los implicados en las presentes (diligencias), ampliando la búsqueda a familiares y otras personas que pudieran estar actuando como posibles testaferros».

La respuesta de la ONLAE demostró que las sospechas de los policías no eran descabelladas y que, por lo que se refería a Blanco, parecían haber cantado bingo. Su hija, M.A.B.B., había cobrado un premio de 60.000 euros en diciembre del 2004. En concreto, por un décimo del número 52130, serie 7, fracción 6.

Claro está que podría haber ocurrido que realmente le hubiese tocado la lotería a la familia, y ése era un hecho que había que descartar antes de acusar a nadie formalmente de un delito de blanqueo de capitales.

Cuando le tomaron declaración como imputado, Blanco repitió en varias ocasiones que no tenía más ingresos que los derivados de su cargo de concejal, luego señaló que su mujer percibió una herencia -sin poder especificar la cuantía- y, al ser preguntando expresamente por ello, admitió que a su familia le tocó la lotería.

La explicación que ofreció es que el décimo lo compraron su mujer y él en Murcia, a un señor que iba vendiendo por la calle, pero del que no pudo ofrecer dato alguno para identificarlo.

Lógicamente, la Policía no se quedó ahí, y siguió haciendo gestiones para tratar de verificar esa información. El primer paso consistió en ponerse en contacto con la Administración número 1 de Puerto Lumbreras, que era la que había vendido el premio, y preguntar a su propietario entre qué personas había distribuido el premio.

Ahí los policías tuvieron suerte, por cuanto se les hizo saber que el número 52130 lo vendía íntegramente desde hacía años a la Peña Madridista de María (Almería), y para ratificar sus palabras les facilitó el teléfono de contacto del secretario de esa asociación.

Huelga decir que los agentes no tardaron en ponerse en contacto con esa persona, J.A.G.S.. Y volvieron a tener suerte: les informó de que los cien boletos se vendieron, al completo, en la localidad de María, «a socios de la peña, gente del pueblo y visitantes relacionados con el pueblo o con los socios».

Y sobre la posibilidad de que alguien fuese vendiendo ese número por Murcia de forma ambulante, el secretario de la Peña Madridista lo dio por descartado, «porque como mucho una misma persona podría tener dos décimos».

Ante las evidentes discrepancias entre las declaraciones de Alfredo Blanco y el madridista almeriense, los agentes de la UDEV-BLA llegaron a la conclusión de que «cabría la posibilidad de que esos billetes de Lotería Nacional hubieran sido adquiridos, una vez premiados, mediante pago de un sobreprecio, presumiblemente con dinero B o negro, simplemente con la finalidad de aflorar legalmente el importe del premio».

Y añaden en su informe, dirigido al Juzgado de Instrucción número 2 de San Javier, que no se debe olvidar, como ya se ha dicho, que «ese modus operandi se corresponde con una de las tipologías específicas y clásicas utilizadas en el blanqueo de capitales».

Alfredo Blanco se había librado del primer envite de la Operación Ninette, que significó la detención del ex alcalde Juan Escudero, el secretario municipal jubilado Diego Sánchez, el arquitecto municipal Mariano Ayuso; el hermano de éste, Juan Ignacio, y los empresarios Valero Garcerán y su hijo Francisco Javier. Los cuatro últimos ingresaron en prisión.

Pero el edil de Urbanismo no tardó en ser citado a declarar como imputado en un delito de blanqueo de capitales. Ese 16 de enero pasado comenzó a extinguirse la carrera política de quien incluso había sido barajado como candidato a sustituir a Escudero al frente del Ayuntamiento de Los Alcázares. Blanco fue expulsado del PSOE y poco después abandonó su cargo público.

No hay comentarios: