martes, 20 de mayo de 2008

El ex secretario y dos técnicos suavizan ahora el papel del alcalde de Águilas en La Zerrichera

MURCIA.- No se acuerdan o tienen dudas. El ex secretario general del Ayuntamiento de Águilas, José Luis Pascual; el arquitecto municipal, José Espín Cánovas; y la jefa de Planeamiento, Mari Carmen Martínez Muñoz, no resultaron muy concluyentes ayer en sus declaraciones ante el juez Antonio Alcázar que investiga las supuestas irregularidades en la recalificación de terrenos de La Zerrichera.

Según explicaron a "La Verdad" fuentes de la acusación particular personadas en el caso, José Luis Pascual, que ahora ejerce como secretario en Santa Pola, señaló que no se acordaba exactamente de la reunión que mantuvo en el despacho del alcalde, Juan Ramírez, a principios del año 2005, donde el primer edil preguntó si se podía reabrir el expediente de recalificación de los terrenos protegidos, ya que señaló supuestamente que «había sufrido presiones, que se estaba jugando el puesto y que le rebanaban la cabeza» si no resucitaba el proyecto urbanístico, que había sido archivado meses antes por el propio Ayuntamiento.

En dicha reunión se encontraban también el arquitecto municipal y la jefa de Planeamiento.

El contenido de dicha reunión, negado por el alcalde, figuraba en una declaración anterior del ex secretario. Según fuentes del caso, José Luis Pascual no se ratificó ayer en estos extremos y matizó la relevancia de aquel encuentro en tono dubitativo.

El ex secretario también advirtió en su día, por escrito, sobre la supuesta ilegalidad en la que estaba incurriendo el alcalde al convocar el Pleno para aprobar definitivamente la recalificación, dado que había irregularidades jurídicas y el proyecto debía quedarse sobre la mesa. José Luis Pascual admitió ayer este hecho y señaló que no lo había advertido de viva voz en aquel Pleno porque el alcalde no le había dado la palabra.

El ex secretario, que fue expedientado por el alcalde Juan Ramírez por negarse a tramitar diversos expedientes municipales, indicó ayer, al ser preguntado sobre este particular, que no se consideraba represaliado, y que todo obedecía a discrepancia de criterios.

El arquitecto y la jefa de Planeamiento no arrojaron mucha luz sobre el caso, según la acusación particular. Ambos se mostraron muy prudentes. Lo más llamativo, según estas fuentes, fue que ambos dijeron ante el juez que no se acordaban del nombre de la persona con la que se reunieron en la Dirección General de Calidad Ambiental para relanzar el proyecto y la recalificación de los terrenos.

¿Hubo reunión?

En declaraciones anteriores, la jefa de Planeamiento dijo que se había mostrado sorprendida cuando fue citada telefónicamente a viajar a Murcia, junto con el arquitecto municipal, para reunirse con una funcionaria, al parecer una secretaria con rango político. Ésta les dijo que dicho departamento era el competente en el caso de La Zerrichera, y no la Dirección General de Medio Natural, que era la que se oponía de plano a la urbanización.

Según las mismas fuentes, uno de los dos técnicos señaló incluso que ni se acordaba de que el alcalde les hubiera llamado a su despacho para reactivar el proyecto.

(Juan Ramírez, del PP, alcalde de Águilas imputado)

1 comentario:

Anónimo dijo...

No śe, pero me parece muy sospechoso, sobre todo lo del secretario del ayuntamiento; si no recuerdo mal, estuvo de baja unos meses debido a la presión que había sufrido por todo el embrollo. Y ahora, de pronto, no se acuerda? Si estuviera en lugar del fiscal, abriría una investigación diferente para estudiar la posibilidad de soborno.