El ministro en funciones de Justicia y nuevo diputado por Murcia, Mariano Fernández Bermejo, ha tenido sus más y sus menos con la organización del PSRM a lo largo de la campaña electoral, según fuentes de Princesa. Las relaciones no han sido del todo buenas y parece ha habido momentos de cierta tensión "precisamente por la manera de ser del ministro", que suele llamar a las cosas por su nombre. Una consecuencia es ahora la división profunda de la ejecutiva ante la que se avecina a partir de la próxima semana.
El sentido común político se impuso finalmente pero la ruptura estuvo en un tris. Todo pudo ser un desencuentro con los responsables de la campaña, que obligó a viajar hasta Ferraz a Saura y José Ramón Jara, mientras la candidata de Lorca, Gloria Martín, aprovechó para aparentar normalidad dando ruedas de prensa sobre cuestiones generales del programa socialista y que no se notara, o se notara menos, el gran vacío dejado por el número 1, en completo silencio mientras arreciaba la tormenta mediática sobre el dineral empleado en reformar su piso propiedad del Estado.
Por contra, la candidata de Cartagena, Sara García, ¿impuesta por el ex alcalde José Antonio Alonso a cambio de 180.000 euros para sufragar los gastos de la campaña?, casualmente hija del comisario de Policía e íntimo, tanto de Pilar Barreiro como del ex alcalde socialista, se eclipsó esos días. Y Javier Mármol, el "delfín" de Saura, probó un perfil bajo a la espera de noticias. Para no errar, lo mejor es callar sin dejar de pensar. Y así fue.
Un imprevisto previsto fue la reaparición de Alonso en el mitin de Cartagena, ocupando un lugar destacado a la par que el propio Bermejo, luego interviniente de forma brillante en el acto. Eso fue la bomba por los negocios sabidos que "Camotín" se lleva con Pilar Barreiro, la cabeza de lista de la candidatura contraria. ¿A qué huele todo esto después de saber que el "lobby" cartagenero ha metido de una cinco diputados en el Congreso desde las circunscripciones de Madrid, Alicante y Murcia? Zaplana, Trillo, Barreiro, Ayala y Sara García, un elenco ni tan distinto ni tan distante, como habrá ocasión de comprobar más adelante.
Sin embargo, las fuentes de Princesa no han querido precisar si el ministro se llegó a plantear en serio su retirada como candidato ante el abandono que sentía por parte de la organización del PSRM respecto de la campaña electoral y las ya escasas posibilidades electorales que aventaba para una candidatura impuesta y tan deslabazada, diseñada para no ganar.
Existen indicios suficientes de que sí se lo pensó en serio Bermejo y de que así se lo habría llegado a plantear al propio Zapatero, con quien sus relaciones no serían ahora mejor que antes. Bermejo llegó a pronosticar en Madrid que así, no se obtendrían ni dos escañós. El tercero se achaca en Ferraz a su presencia en Murcia aunque haya sido de que manera. Pero es que tampoco al ministro el PSRM le ha dejado hacer el tipo de campaña que hubiese deseado.
Poco después de su llegada a la Región y, tras sus primeras incursiones en la precampaña, el ministro se ausentó más de una semana de los actos públicos coincidiendo con el escándalo nacional de la onerosa reforma de su residencia oficial y con la excusa de una bronquitis. No reapareció hasta el mitin de Felipe González en Cartagena y ya acompañado de su esposa, funcionaria de la Comunidad de Madrid. La cara del ministro en privado era más seca que el tronco de un algarrobo y su frialdad helaba cualquier mano tendida. Existen testimonios.
Después realizó ya una campaña casi plana y plagada de tópicos, huyendo del contacto con las masas y optando por reunirse con pequeños grupos de personas o compañeros de partido en lugares irrelevantes. Pronto decidió no entrar de lleno en un planteamiento distinto y más agresivo pese a sus cualidades mitineras. Tal vez ya era plenamente consciente de haber sido víctima de una especie de celada por parte del PSRM y decidió cumplir sin grandes esfuerzos, como un torero que no aspira mucho más que a realizar una faena poco más que aceptable.
Conocida la situación en las filas del PP regional, fue el diputado Martínez Pujalte el encargado de atizar el fuego contra Bermejo para debilitarle ante sus propios compañeros de partido a la par que obligarle a defenderse para que no se concentrase en una campaña electoral ya muy decaida. Beteta, Zaplana y Pujalte aprovecharon los resquicios para dejarlo hecho unos zorros y que aún sintiese mucho más la soledad moral que le acompañaba en Murcia y que requería la presencia constante a su lado de Susana.
El resultado ha sido conquistar el "farolillo rojo" de los resultados electorales del PSOE en toda España sobre valores absolutos y cifras relativas y, posiblemente, jugarse su cargo de ministro. Diversas fuentes coinciden en que ostentará un puesto muy relevante en el Grupo Parlamentario Socialista del que indirectamente se podrá beneficiar la Región de Murcia, si es que Bermejo vuelve otra vez por aquí.
Sin embargo, Bermejo podría también haber ofrecido en Ferraz encabezar él personalmente una profunda renovación del PSRM, que tal vez llevaría a Pedro Saura a la Delegación del Gobierno, si Zapatero no opta antes por Rosa Peñalver, en sustitución muy próxima del profesor Ángel González, casualmente paisano de Bermejo y gran pasota observador, después de haber tocado fondo con los peores resultados electorales de toda su existencia como partido.
Desde las pasadas elecciones generales, el propio Zapatero sabe bien, porque lo ha llegado a comentar con algún próximo, que en la Región de Murcia y en la Comunidad Valenciana el partido no existe a nivel de percepción social ni de apoyo electoral bastante por la crisis irresuelta en que están sumidos PSRM y PSPV tras varias legislturas seguidas gobernando.
En las próximas semanas se verá si Zapatero y Blanco dejan a Bermejo la tarea de presidir una gestora en el PSRM o, por el contrario, dirigir la voladura controlada de la organización de cara a su reconstrucción, antes que rehabilitación, para los comicios municipales y autonómicos de 2011 en la Región de Murcia. Aunque dice algun sociólogo conocedor de los entresijos de Princesa "que antes del 2016, los socialistas no tienen nada que hacer aquí".
El sentido común político se impuso finalmente pero la ruptura estuvo en un tris. Todo pudo ser un desencuentro con los responsables de la campaña, que obligó a viajar hasta Ferraz a Saura y José Ramón Jara, mientras la candidata de Lorca, Gloria Martín, aprovechó para aparentar normalidad dando ruedas de prensa sobre cuestiones generales del programa socialista y que no se notara, o se notara menos, el gran vacío dejado por el número 1, en completo silencio mientras arreciaba la tormenta mediática sobre el dineral empleado en reformar su piso propiedad del Estado.
Por contra, la candidata de Cartagena, Sara García, ¿impuesta por el ex alcalde José Antonio Alonso a cambio de 180.000 euros para sufragar los gastos de la campaña?, casualmente hija del comisario de Policía e íntimo, tanto de Pilar Barreiro como del ex alcalde socialista, se eclipsó esos días. Y Javier Mármol, el "delfín" de Saura, probó un perfil bajo a la espera de noticias. Para no errar, lo mejor es callar sin dejar de pensar. Y así fue.
Un imprevisto previsto fue la reaparición de Alonso en el mitin de Cartagena, ocupando un lugar destacado a la par que el propio Bermejo, luego interviniente de forma brillante en el acto. Eso fue la bomba por los negocios sabidos que "Camotín" se lleva con Pilar Barreiro, la cabeza de lista de la candidatura contraria. ¿A qué huele todo esto después de saber que el "lobby" cartagenero ha metido de una cinco diputados en el Congreso desde las circunscripciones de Madrid, Alicante y Murcia? Zaplana, Trillo, Barreiro, Ayala y Sara García, un elenco ni tan distinto ni tan distante, como habrá ocasión de comprobar más adelante.
Sin embargo, las fuentes de Princesa no han querido precisar si el ministro se llegó a plantear en serio su retirada como candidato ante el abandono que sentía por parte de la organización del PSRM respecto de la campaña electoral y las ya escasas posibilidades electorales que aventaba para una candidatura impuesta y tan deslabazada, diseñada para no ganar.
Existen indicios suficientes de que sí se lo pensó en serio Bermejo y de que así se lo habría llegado a plantear al propio Zapatero, con quien sus relaciones no serían ahora mejor que antes. Bermejo llegó a pronosticar en Madrid que así, no se obtendrían ni dos escañós. El tercero se achaca en Ferraz a su presencia en Murcia aunque haya sido de que manera. Pero es que tampoco al ministro el PSRM le ha dejado hacer el tipo de campaña que hubiese deseado.
Poco después de su llegada a la Región y, tras sus primeras incursiones en la precampaña, el ministro se ausentó más de una semana de los actos públicos coincidiendo con el escándalo nacional de la onerosa reforma de su residencia oficial y con la excusa de una bronquitis. No reapareció hasta el mitin de Felipe González en Cartagena y ya acompañado de su esposa, funcionaria de la Comunidad de Madrid. La cara del ministro en privado era más seca que el tronco de un algarrobo y su frialdad helaba cualquier mano tendida. Existen testimonios.
Después realizó ya una campaña casi plana y plagada de tópicos, huyendo del contacto con las masas y optando por reunirse con pequeños grupos de personas o compañeros de partido en lugares irrelevantes. Pronto decidió no entrar de lleno en un planteamiento distinto y más agresivo pese a sus cualidades mitineras. Tal vez ya era plenamente consciente de haber sido víctima de una especie de celada por parte del PSRM y decidió cumplir sin grandes esfuerzos, como un torero que no aspira mucho más que a realizar una faena poco más que aceptable.
Conocida la situación en las filas del PP regional, fue el diputado Martínez Pujalte el encargado de atizar el fuego contra Bermejo para debilitarle ante sus propios compañeros de partido a la par que obligarle a defenderse para que no se concentrase en una campaña electoral ya muy decaida. Beteta, Zaplana y Pujalte aprovecharon los resquicios para dejarlo hecho unos zorros y que aún sintiese mucho más la soledad moral que le acompañaba en Murcia y que requería la presencia constante a su lado de Susana.
El resultado ha sido conquistar el "farolillo rojo" de los resultados electorales del PSOE en toda España sobre valores absolutos y cifras relativas y, posiblemente, jugarse su cargo de ministro. Diversas fuentes coinciden en que ostentará un puesto muy relevante en el Grupo Parlamentario Socialista del que indirectamente se podrá beneficiar la Región de Murcia, si es que Bermejo vuelve otra vez por aquí.
Sin embargo, Bermejo podría también haber ofrecido en Ferraz encabezar él personalmente una profunda renovación del PSRM, que tal vez llevaría a Pedro Saura a la Delegación del Gobierno, si Zapatero no opta antes por Rosa Peñalver, en sustitución muy próxima del profesor Ángel González, casualmente paisano de Bermejo y gran pasota observador, después de haber tocado fondo con los peores resultados electorales de toda su existencia como partido.
Desde las pasadas elecciones generales, el propio Zapatero sabe bien, porque lo ha llegado a comentar con algún próximo, que en la Región de Murcia y en la Comunidad Valenciana el partido no existe a nivel de percepción social ni de apoyo electoral bastante por la crisis irresuelta en que están sumidos PSRM y PSPV tras varias legislturas seguidas gobernando.
En las próximas semanas se verá si Zapatero y Blanco dejan a Bermejo la tarea de presidir una gestora en el PSRM o, por el contrario, dirigir la voladura controlada de la organización de cara a su reconstrucción, antes que rehabilitación, para los comicios municipales y autonómicos de 2011 en la Región de Murcia. Aunque dice algun sociólogo conocedor de los entresijos de Princesa "que antes del 2016, los socialistas no tienen nada que hacer aquí".
2 comentarios:
¿Cómo es posible que el PSOE no llegara, por primera vez, a cubrir buena parte de las mesas con interventores, habiendo aportado José Antonio Alonso 180.000€ para gastos de la campaña? ¿Es posible que ese dinero haya financiado la campaña de su "socia" del P.P.?
desde el principio sospeché de Sara García, 26 añitos, ingeniera de telecos, no llega a dos años de expereicnia profesional, y... nº 3 por el PSRM al Congreso. ¿Pero quién es su papito? Y resulta q papito es el Comisario Jefe de CT, ínimo amigo de "Camotín" (todavía sale a la calle!!!) y Pili. Incredible is nothing! Seguimos siendo una sociedad "siciliana", no tenemos arreglo, aunq a la chica la han arreglado para 4 años (y si lo hace bien para más)...
En fin, Sara, ehb por tu escaño, ehb a tu pdre por haber colocado a su ija en la pomada parlamentaria y ehb a Camotín y Pili por el éxito de "la sociedad" q forman... cracksssss!!!!
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