MADRID.- En la cúpula de la CEOE se apoya la retirada del falangista Clemente García al frente de la secretaría general de la CROEM, a escenificar dentro de unas cuantas semanas al tiempo que se reelige a Miguel del Toro como presidente.
Desde la sede madrileña de Diego de León se intenta correr un tupido velo sobre la larga etapa de José María Cuevas y todos los cuadros provenientes del sindicalismo vertical franquista, caso de nuestro ilustre fortunero, aparte de restar fuerza interna a las organizaciones territoriales en beneficio de las sectoriales, menos dadas al compadreo político con el PP, caso de Murcia.
El inesperado apoyo de la FREMM, la patronal del Metal, a un Del Toro proveniente de un cuestionado sector en crisis, como la Construcción, se explica por los pactos habidos en las alturas entre el poder fáctico de los "metálicos" y la nueva cúpula de la CEOE para ventilar toda la estructura de la patronal murciana. Como dos relevos a un tiempo no parecen convenientes, se opta por lo más urgente ante las tendencias de fuerte cambio social que ya se perciben dentro y fuera de Murcia.
En el caso de la Región de Murcia, demasiada naftalina se ha ido concentrando en el despacho de García y sus aledaños, hasta el punto de que sus aspiraciones de señalar "delfín" han desaparecido del todo. El "tapado" de la FREMM, y no necesariamente proveniente de este sector, sólo espera su momento de saltar al escenario, posiblemente una vez que se apaguen los aplausos de despedida al gran cacique que ha sido Clemente, para ser presentado en sociedad como producto del más amplio consenso y exigencia de la innovación. La credibilidad del guión exige una inequívoca independencia respecto de su antecesor, tanto en el espacio como en el tiempo.
La edad de Clemente Garcia, su circunstancia de animador de la equivocada estrategia de Valcárcel de confrontación con el Gobierno Zapatero, de nuevo vencedor en las urnas y su cerrazón en el tema del agua del Ebro, hace tiempo que hicieron ver al núcleo duro del empresariado murciano "de toda la vida", que el tiempo, estrategia y estilo del secretario general de la CROEM habían pasado para siempre tras comprometerlos a todos en derrota tras derrota política.
Alguno de sus miembros cartageneros ya le insinuó hace meses la conveniencia de ir anunciado el plazo para su retirada. Y Clemente así lo hizo porque se le puede tildar de casi cualquier cosa menos de tonto. Más bien es un vivo del que ya se saben todos sus trucos aunque se ignore bajo que formas ha disimulado sus intereses económicos acumulados durante tantos años de poder político. Algunas pistas parece que tiene Curro y no precisamente el que siempre está de viaje en el Caribe.
Desde la sede madrileña de Diego de León se intenta correr un tupido velo sobre la larga etapa de José María Cuevas y todos los cuadros provenientes del sindicalismo vertical franquista, caso de nuestro ilustre fortunero, aparte de restar fuerza interna a las organizaciones territoriales en beneficio de las sectoriales, menos dadas al compadreo político con el PP, caso de Murcia.
El inesperado apoyo de la FREMM, la patronal del Metal, a un Del Toro proveniente de un cuestionado sector en crisis, como la Construcción, se explica por los pactos habidos en las alturas entre el poder fáctico de los "metálicos" y la nueva cúpula de la CEOE para ventilar toda la estructura de la patronal murciana. Como dos relevos a un tiempo no parecen convenientes, se opta por lo más urgente ante las tendencias de fuerte cambio social que ya se perciben dentro y fuera de Murcia.
En el caso de la Región de Murcia, demasiada naftalina se ha ido concentrando en el despacho de García y sus aledaños, hasta el punto de que sus aspiraciones de señalar "delfín" han desaparecido del todo. El "tapado" de la FREMM, y no necesariamente proveniente de este sector, sólo espera su momento de saltar al escenario, posiblemente una vez que se apaguen los aplausos de despedida al gran cacique que ha sido Clemente, para ser presentado en sociedad como producto del más amplio consenso y exigencia de la innovación. La credibilidad del guión exige una inequívoca independencia respecto de su antecesor, tanto en el espacio como en el tiempo.
La edad de Clemente Garcia, su circunstancia de animador de la equivocada estrategia de Valcárcel de confrontación con el Gobierno Zapatero, de nuevo vencedor en las urnas y su cerrazón en el tema del agua del Ebro, hace tiempo que hicieron ver al núcleo duro del empresariado murciano "de toda la vida", que el tiempo, estrategia y estilo del secretario general de la CROEM habían pasado para siempre tras comprometerlos a todos en derrota tras derrota política.
Alguno de sus miembros cartageneros ya le insinuó hace meses la conveniencia de ir anunciado el plazo para su retirada. Y Clemente así lo hizo porque se le puede tildar de casi cualquier cosa menos de tonto. Más bien es un vivo del que ya se saben todos sus trucos aunque se ignore bajo que formas ha disimulado sus intereses económicos acumulados durante tantos años de poder político. Algunas pistas parece que tiene Curro y no precisamente el que siempre está de viaje en el Caribe.
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