miércoles, 2 de enero de 2008

Los corresponsales en Pekín denuncian que continúan los ataques a la libertad de prensa

PEKÍN.- Cuando se cumple un año de las nuevas normativas para periodistas extranjeros en China, que levantaron muchas limitaciones con vistas a la llegada masiva de corresponsales en Pekín en el 2008, esta ley sigue sin cumplirse y los informadores siguen sufriendo ataques y amenazas.

Así lo señaló un informe del Foreign Correspondents' Club of China (FCCC), cuya presidenta, Melinda Liu, reconoció que la regulación mejoró las condiciones para trabajar pero "sigue habiendo repetidas violaciones en ciertas zonas, donde ha llegado a haber matones que intimidaron o agredieron a periodistas extranjeros".

La normativa, que entró en vigor el 1 de enero del 2007, abolió la necesidad de pedir permiso a las autoridades chinas para entrevistar a cualquier ciudadano o trabajar en ciudades diferentes a la de residencia del corresponsal, lo que supuso sobre el papel una considerable mejora de la situación.

Sin embargo, las normas -que finalizarán tras los Juegos Paralímpicos, en octubre de este año, si no se aprueba una esperada prorroga-, no son conocidas por muchos dirigentes locales de provincias o son simplemente incumplidas, por lo que a la hora de la verdad continúan los problemas para informar.

El FCCC detalló en su informe que recibió más de 180 denuncias de "interferencias" a reporteros en el 2007, y citó ejemplos de periodistas que fueron agredidos o detenidos cuando intentaban cubrir manifestaciones, conflictos sociales y otros asuntos delicados. Liu pidió a las autoridades chinas que se investiguen los ataques, y que sus responsables sean juzgados.

Entre los ejemplos citados destaca el de un centro de detención en las afueras de Pekín donde "una docena de matones rodearon a un periodista, lo echaron al suelo y le dieron patadas en la espalda", para después inmovilizarlo en una silla y amenazarlo de muerte.

El periodista, de la agencia británica Reuters, había acudido al centro para investigar rumores de que el lugar era utilizado para detener ilegalmente a peticionarios que viajan a Pekín para intentar pedir justicia ante los líderes comunistas.

Casos de violencia

Otro caso de violencia contra reporteros ocurrió en la localidad de Shengyou, de la provincia norteña china de Hebei, a la que viajaron periodistas extranjeros para informar de unas protestas por la tierra en las que murieron seis campesinos.

Una de los corresponsales, de una televisión suiza, aseguró que una docena de personas que afirmaban ser policías de paisano le golpearon y borraron uno de los vídeos que había grabado.

Otros casos de detenciones, interrogatorios e intimidaciones se registraron en Tíbet (suroeste de China, donde la entrada de periodistas sigue limitada), Xinjiang (noroeste) y Anhui (este), entre otros lugares, según el informe.

Por otra parte, FCCC afirmó que "se teme que las autoridades locales siguen todavía prohibiendo a muchos ciudadanos chinos hablar con periodistas extranjeros", destacó la presidenta de la organización. Más de 20.000 periodistas llegarán a Pekín para cubrir los Juegos Olímpicos (del 8 al 24 de agosto).

El FCCC confía en que las regulaciones que China ha puesto en marcha para facilitar la labor de los periodistas durante la cita deportiva continúen después de forma permanente.- (EFE)

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