jueves, 24 de enero de 2008

Alfredo Blanco declarará el último en el juzgado de San Javier

SAN JAVIER.- Los problemas de agenda del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número Dos de San Javier y del fiscal encargado del caso, José Luis Díaz Manzanera, han obligado a recomponer las fechas en las que estaban citados los imputados en la operación Ninette, según revela "La Opinión".

Así, las comparecencias se iniciarán finalmente el próximo 30 de enero -día en el que termina la guardia el juzgado responsable de la investigación-, y se prolongarán hasta el once de febrero.

Según fuentes judiciales, está previsto que el primer día comparezcan cinco de los catorce imputados. Entre ellos estaría Carmen Pérez García, presunta testaferro de las sociedades de Ayuso; la mujer y la cuñada del ex alcalde, Aurora y Loreto Martínez Zapata; e Inmaculada Camacho Escudero, mujer de uno de los detenidos y prima lejana de Juan Escudero.

Si las agendas permiten respetar el calendario fijado entre la Fiscalía y el órgano judicial, el último en comparecer ante los investigadores sería el concejal de Urbanismo del ayuntamiento de Los Alcázares, Alfredo Blanco.

El edil está citado para el próximo día once de febrero. Entre medias se producirá la comparecencia del resto de implicados, entre los que se encuentran algunos técnicos municipales e incluso varios directores de entidades bancarias.

Notaría de San Javier

El uso que, presuntamente, hizo el arquitecto municipal, Mariano Ayuso, de la notaría en la que trabaja su pareja, Florentina Sánchez, pudo no limitarse a emplearla para aprobar los cambios de medición de las parcelas que después se adjudicaban a las empresas de su entorno familiar.

Según fuentes próximas a la investigación, la mayoría de las propiedades del propio Mariano Ayuso y de Juan Escudero habían pasado también por la notaría Garre Navarro, ubicada en San Javier.

Estas coincidencias hicieron que los agentes tuviesen a esta notaría en el punto de mira de su investigación. Al parecer, las operaciones consistían en hacer nuevas mediciones de las parcelas que habían sido adjudicadas a las empresas en las que figuraban los familiares de Ayuso.

Estas nuevas mediciones -en su mayoría con el visto bueno de esa notaría-, daban más metros a las fincas cuando ya eran suyas.

Compartiendo celdas y módulo

El módulo 1 de la prisión de Sangonera tiene desde esta semana cuatro nuevos residentes. Los cuatro -relacionados con la presunta trama de corrupción en el ayuntamiento de Los Alcázares-, comparten este espacio del centro penitenciario con el alcalde de Totana, José Martínez Andreo.

A pesar de la saturación que vive la cárcel, los funcionarios no han tenido grandes problemas para instalarles. El hecho de que los cuatro tengan vínculos familiares -Valero y Francisco Javier Garcerán son padre e hijo y Mariano y Juan Ignacio Ayuso, hermanos-, ha puesto las cosas fáciles a la hora de elegir celda.

Según confirmaron fuentes penitenciarias, los empresarios de la construcción se encuentran juntos en una misma celda. Idéntica situación viven los hermanos Ayuso, que también comparten un 'chabolo' para ellos dos solos.

En este sentido, se puede decir que han sido afortunados, ya que la masificación del centro penitenciario obliga a que muchas de las celdas tengan que estar ocupadas por tres internos.

Las mismas fuentes explicaron que esta distribución responde al procedimiento habitual, ya que siempre se tiende a buscar la mayor afinidad entre los reclusos que van a compartir espacio. En este caso, la afinidad estaba clara.

La proximidad, esta vez por los delitos de los que se les acusa, también está clara con respecto a Martínez Andreo. En este caso, sin embargo, los Ayuso y los Garcerán sólo comparten los espacios comúnes -como el patio, el comedor o la sala de televisión-, con el todavía primer edil de Totana.

El módulo que ocupan -el de menor seguridad-, está destinado para los presos preventivos primarios, los penados de máxima confianza y aquellos que disfrutan de permisos penitenciarios.

En los primeros días de su estancia en prisión -y tal como indica el procedimiento habitual-, todos ellos fueron examinados por un médico, un educador y un psicólogo. Los resultados, en principio, no resultan preocupantes para los nuevos reclusos.

"Los primeros días son los más duros porque no es su medio habitual. Es humano, pero enseguida se adaptan a la rutina de la cárcel", señalan las mismas fuentes. Las visitas, por norma, se reciben los fines de semana. Los Garcerán y Juan Ignacio, sin embargo, fueron encarcelados en la noche del sábado. Esto obligó a que la primera visita familiar que recibían se trasladase al lunes.- (EPI)

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