miércoles, 25 de abril de 2007

Ser inteligente no es suficiente para ser rico, según un estudio realizado en USA por Jay Zagorski


WASHINGTON.- La inteligencia no tiene nada que ver con el dinero, indica un estudio realizado en Estados Unidos y publicado el martes, que revela que las personas por debajo de la media son tan ricas como las más inteligentes.

"Las personas no se enriquecen porque son inteligentes", dijo Jay Zagorsky, científica investigadora de la universidad estatal de Ohio, cuyo estudio aparece en el Journal Intelligence.

Un sondeo de la oficina de estadísticas sobre empleo de Estados Unidos incluye 7.403 estadounidenses que han sido entrevistados en forma ininterrumpida desde 1979. Basado en las respuestas de 2004, estas personas, que ahora tienen alrededor de 45 años de edad, demostraron que no hay vínculos entre el cerebro y la capacidad de generar dinero.

"El coeficiente de inteligencia no tiene nada que ver con la riqueza. El ser muy inteligente no lo resguarda a uno de caer en dificultades económicas", explicó Zagorsky.

El estudio confirmó investigaciones anteriores que han demostrado que las personas más inteligentes tienden a ganar más dinero, pero destacan que hay una diferencia entre salarios altos y riqueza.

"La diferencia de ingresos promedio entre una persona con un coeficiente normal (100) y alguien en el 2% superior (130) es actualmente entre 6.000 y 18.500 dólares por año", asegura el nuevo estudio.

"Pero cuando se trata de evaluar la riqueza total y la posibilidad de caer en dificultades financieras, las personas de coeficiente bajo o promedio lo hicieron tan bien como los super inteligentes", afirma.

Entre todos los niveles de inteligencia apareció un patrón irregular de tarjetas de crédito sobrecargadas, bancarrota e incumplimiento en el pago de cuentas, asegura el estudio.

La investigación midió la inteligencia basada en el examen de calificación de las fuerzas armadas, una prueba de aptitudes generales utilizada por el Departamento de Defensa.

Por otra parte, el sueño ayuda a fortalecer la memoria además de proteger los recuerdos frente a interferencias externas, según un estudio de la Escuela de Medicina de Harvard, que se ha hecho público durante la reunión anual de la Academia Americana de Neurología que se celebra estos días en Boston (Estados Unidos).

El estudio analizó cómo se produce el recuerdo de experiencias con o sin interferencias, es decir, cuando existen procesos de información en transcurso que entran en competencia con el acto de recordar.

En la investigación participaron 48 personas, de entre 18 y 30 años, que tenían rutinas saludables de sueño y que no tomaban medicamentos. Los participantes fueron divididos en cuatro grupos, en dos de ellos existían o no interferencias mientras se encontraban en vigilia, en los otros dos los participantes dormían y se aplicaban o no interferencias. A todos los grupos se les mostró los mismos 20 pares de palabras en la sesión de entrenamiento inicial.

En los grupos con participantes despiertos se mostraron las parejas de palabras a las 9 de la mañana y se les hizo una prueba 12 horas más tarde, a las 9 de la noche. En el caso de los grupos en los que los participantes dormían entre la sesión de entrenamiento y la prueba, la primera se produjo a las 9 de la noche y la segunda a las 9 de la mañana.

Antes de la prueba, a quienes integraban los grupos en los que se incluía información de interferencia se les proporcionó una segunda lista de palabras para recordar. La primera palabra de cada par era igual en ambas listas, pero la segunda palabra era diferente, lo que evaluaba la capacidad del cerebro para manejar informaciones que entraban en competencia, conocidas como interferencias.

El estudio descubrió que las personas que dormían después de aprender la información conseguían recordar más palabras. Los que participaban en el grupo del sueño sin interferencia fueron capaces de recordar un 12% más de pares de palabras de la primera lista que el grupo que se mantuvo despierto sin interferencias. La tasa de recuerdo fue un 44% superior en el grupo que había dormido y no había pasado por la prueba de la segunda lista de palabras de interferencia.- (Agencias)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Basta con ser un poco chorizo y desalmado.

Anónimo dijo...

La satisfacción sexual en el mundo es 'mediocre'

La satisfacción sexual en el mundo es mediocre y las relaciones íntimas aburridas, un panorama que podría cambiar si las parejas se animan a experimentar nuevas sensaciones, como el uso de juguetes sexuales o incluso una diferente pareja, reveló una encuesta realizada en 26 países.

'La satisfacción sexual global puede ser descrita como mediocre; sólo el 44% (de los consultados) están totalmente satisfechos y esto es similar en hombres y mujeres', según un estudio de la consultora Harris Interactive que entrevistó a 26.000 personas de agosto a septiembre de 2006, presentado el jueves en México.

La baja importancia que se le da al sexo en el mundo incide en la satisfacción que obtienen las personas (heterosexuales y homosexuales), que fueron encuestadas vía internet para garantizar la honestidad de sus respuestas, comentó en la presentación Alberto Esquivel, experto en educación sexual y portavoz del fabricante de condones Durex.

Imagen de archivo de un espectáculo erótico en Ciudad de México, en febrero de 2005.
Espectáculo
El promedio de relaciones sexuales en el mundo es de 103 veces al año, con una duración de 18 minutos. 'Son los griegos quienes consuman más número de relaciones sexuales (164 veces), seguidos por Brasil (145), Polonia y Rusia (ambos con 143)', sin embargo el promedio mundial baja en países como Japón y Estados Unidos, con 48 y 85 veces por año, de acuerdo con el estudio.

En cuanto al tiempo de la relación sexual, los nigerianos le dedican 24 minutos a cada sesión, mientras que los hindúes tienen el sexo más rápido, considerando sólo 13 minutos.

En relación a la cantidad de orgasmos sólo el 48% de los encuestados a nivel global los obtiene 'con regularidad'.

Una vida sexual 'más divertida' incrementaría la satisfacción sexual del total de encuestados, según dijo el 31%, mientras que el 37% opinó que necesitaría 'menos estrés y fatiga' y el 39% considera que le hace falta 'más romance, ternura y amor'.

Otras cosas que ayudarían a revertir la mediocridad que impera en la actividad sexual mundial serían nuevas prácticas o directamente el cambio de pareja. Un 17% cree que usar juguetes sexuales potenciaría sus encuentros, aunque el 13% de las personas consultadas en todo el mundo considera que nada, excepto el cambio de pareja, incrementará su satisfacción sexual.