lunes, 1 de enero de 2007

En Castellón aún se acuerdan del obispo Reig Pla

El nuevo obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón ha tomado las riendas de la economía del órgano eclesiástico, que vio mermada su solvencia con la gestión de su predecesor, Juan Antonio Reig Pla, actual obispo de Cartagena-Murcia (arriba en la imagen) y sus fallidas inversiones en Bolsa, que generaron unas pérdidas de cinco millones de euros, según párrocos diocesanos.

Con una actitud sosegada y sin eludir las cuestiones más polémicas de la gestión de su predecesor en el cargo, el actual obispo de la diócesis Segorbe-Castellón, Casimiro López Lorente, reconoció los problemas económicos que atraviesa la Diócesis y cuyo origen hay que buscarlo, entre otras razones, en las inversiones fallidas en Bolsa del anterior prelado, el contestano Juan Antonio Reig Pla.

López Lorente ha impulsado una renovación en el entramado financiero de la Diócesis para “reconducir la situación”. Sus seis meses al frente de las parroquias de Segorbe-Castellón han sido suficiente tiempo para que el prelado tome la riendas y busque soluciones.

“Los problemas son conocidos y están ahí. Ahora mismo están siendo estudiados. He encargado una pequeña auditoría interior para reconducir esos problemas en un recorrido de tiempo. Para ello, estoy trabajando con los sacerdotes para encauzar la situación y poder seguir trabajando”, explicó el obispo.

Los aires de cambio que el nuevo obispo ha traído hasta la diócesis de Segorbe-Castellón se materializarán en los próximos meses con una renovación a fondo de los principales consejos: el económico, el pastoral y el presbiteral.

La gestión de Reig Pla
“En enero nombraré el nuevo Consejo Presbiterial y, un poco más adelante, daremos los pasos para renovar el Consejo Diocesano de Economía, y el Consejo Diocesano Pastoral”, señaló el obispo de Segorbe-Castellón.

Con estas iniciativas, Lorente implantará las nuevas directrices de la Diócesis y marcará distancias con la polémica gestión de Reig Pla, sobre todo en su etapa final al frente del Obispado. Durante este período, el prelado tuvo que hacer frente a inversiones fallidas en Bolsa, que generaron a la Diócesis una deuda de cinco millones de euros, siempre según párrocos diocesanos.

Son los mismos sacerdotes que denunciaron en 2005 el recorte de los sueldos y la invitación del anterior obispo a completar las nóminas con el cepillo de las parroquias. Reig Pla animó a los fieles a contribuir con sus aportaciones al sustento de sus párrocos, una decisión que abrió fisuras en el seno de Diócesis.

Por otra parte, la renovación de Lorente no sólo vendrá a subsanar los déficits de la anterior gestión económica, sino que el obispo insistió en que antes de 2008 aplicará un nuevo plan diocesano pastoral.

Se trata de la herramienta que el Obispado de Segorbe-Castellón utilizará en los próximos “cuatro o cinco años” para impartir doctrina en las parroquias de la diócesis.

www.lasprovincias.es

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Cómplice ideal del pícaro de Mendoza. No esperemos actuaciones suyas en la UCAM.
Ya sabemos por qué lo mandaron a Murcia.Ahora se desvela la clave de todo: cochino dinero.
A los católicos sin más,solo nos quedar rezar y esperar.
No haré más comentarios.

Anónimo dijo...

Un Obispo adicto al juego , que debe dinero, y que además tiene que responder como cualquier mortal delante de los bancos. Ya sa saben por donde lo tiene cogido Mendoza, ya saben porque a pesar de que fueron muchos los que le pidieron su ayuda de Padre dio la callada por respuesta , y se pego bien pegadito al que podía hacerse cargo economicamente de sus juegos.Lo que es de Dios para Dios , y lo que es del Cesar para el Cesar.

Anónimo dijo...

Supongo que es por ahí por donde lo tiene cogido el presidente de la Ucam, y así seguir haciendo lo que le da la gana con esta Diocesis. Los pillos se juntan con los pillos.El verdadero gobernante de la diocesis de Murcia , por desgracia es un laico, el Obispo Mendoza ,y como se descuiden , nos lo vemos de Papa , y si no recuerden la historia de los Borgia .

Anónimo dijo...

No existe diócesis de Murcia ni de Cartagena-Murcia, si no llegan a cosas elementales como el nombre oficial de las instituciones que credibilidad tendrá el resto.

Anónimo dijo...

No existe la Diócesis de Murcia, tampoco la de Cartagena-Murcia. Si no se es capaz de dar información correcta en algo tan elemental como el nombre oficial de las instituciones que puede esperarse de la credibilidad del resto.

Anónimo dijo...

No existe, pero por razones distintas a los tiquismiquis del tiquismiquis anterior. No existe porque está tumbada a la bartola, es la tonta del bote y en su indolencia dice --del obispo al sacristán-- aquí me las den todas. Sombra de lo que fuiste, vegetas hoy concubina de la derecha y la ignominia.

Anónimo dijo...

La única denominación correcta es Diócesis de Cartagena aunque el obispo resida en Murcia y la catedral abierta al culto no sea la de Cartagena.Pero esa no es la cuestión si no el gol que nos ha metido a todos los católicos locales el presunto de Mendoza, bien conocido de la policía desde los años 80.

Anónimo dijo...

Nuevos Diáconos al servicio de la Diócesis

Seis jóvenes han sido ordenados diáconos en la Parroquia de San Benito de Murcia.

Bajo el lema “Yo estoy en medio de vosotros como el que sirve”, Antonio Guillén Campillo de Torre Pacheco, Juan Domingo Páez Sánchez-Cortés de Jumilla, Juan Francisco Ortega Ludeña, de Bullas, Pedro García Casas de Beniel, Abel Rosa Román de Cobatillas y Daniel Pellicer Monteagudo de Alcantarilla ha sido los nuevos diáconos acojidos por la Diócesis de Cartagena. El Obispo, Juan Antonio Reig Pla, ordenó a estos jóvenes tras ser admitidos al orden diaconal. Algunos comenzaron su andadura en el Seminario Menor, otros desde la Universidad. Todos ellos con un mismo fin, ser sacerdotes. En la actualidad cursan los estudios de sexto de Teología en el Instituto Teológico de San Fulgencio. Al finalizar este curso académico, serán ordenados sacerdotes y enviados a sus primeras parroquias como presbíteros. Al acto en la Parroquia de San Benito de Murcia, asistieron sacerdotes, amigos y familiares para acompañar a estos seminaristas que recibieron el servicio del diaconado. A pesar del fuerte laicismo que vive nuestra sociedad y el desprecio hacia lo religioso, todavía se pueden encontrar personas decididas y comprometidas que entregan sus vidas al Señor. No son “bichos raros”, sino jóvenes que han encontrado la “raíz” de su felicidad. En este momento, el Seminario Mayor está compuesto por 30 seminaristas entre filósofos y teólogos. Una comunidad eclesial que revive la experiencia del grupo de los Doce Apóstoles unidos a Jesús.
Además, Juan Antonio Reig Pla, en el tiempo transcurrido desde su llegada a Murcia, ha ordenado a siete jóvenes como sacerdotes. Próximamente incorporará a estos nuevos diáconos al clero de la Diócesis de Cartagena.

Anónimo dijo...

La Diócesis de Cartagena vive el espíritu de Taizé

Con un mismo fin, jóvenes de distintos pueblos de Murcia se congregaron en la parroquia de Santiago Apóstol de Lorquí para orar juntos. El motivo fue la visita de un hermano de la comunidad de Taizé, José Ramón. Éste aprovechó su estancia para invitar a los jóvenes al encuentro europeo que tuvo lugar en Zagreb pocos días después.

Desde hace mucho tiempo, jóvenes de la Diócesis de Cartagena han participado de los encuentros que organiza esta comunidad cada verano en una colina de Borgoña. La acogida ha representado siempre una parte esencial en la vida de Taizé; por ello, más de 5.000 jóvenes de todo el mundo son acogidos cada semana por los hermanos con el objetivo de vivir el Evangelio desde la sencillez y humildad.

Los encuentros de Taizé centran su atención en la vida interior y en la solidaridad humana. Murcia se ha hecho hueco entre los miles de peregrinos que acuden cada año a estos eventos. El verano pasado, tres autobuses partieron hacia esta comunidad de hermanos ecuménicos a la que Juan Pablo II llamó “fuente en la que el viajero se detiene, bebe y continúa su ruta”.
Esa es la experiencia que muchos han sentido después de vivir y participar de la vida de Taizé. La mayor riqueza, que los jóvenes murcianos han descubierto en este lugar, ha sido profundizar en sus vidas y descubrir el amor que Dios les tiene.