domingo, 25 de febrero de 2024

El obispo Sebastián Chico, murciano de Cehegín, suplantado para estafar a comunidades de vida consagrada


MURCIA.- El obispo de Jaén, Sebastián Chico, murciano de Cehegín, ha sido suplantado para estafar a comunidades de vida consagrada de aquella diócesis, según www.religióndigital.org

“Hola, soy el obispo Sebastián”. Hace unas semanas, varios conventos de la diócesis de Jaén recibieron una llamada del obispo de la diócesis, Sebastián Chico, solicitándoles entre 1.000 y 5.000 euros para la Iglesia. 

Unas religiosas de Torredonjimeno respondieron rápidamente a su prelado y enviaron a una cuenta corriente que se les proporcionó 3.000 euros. Pero el obispo de Jaén nunca llamó pidiendo dinero a las monjas. 

De hecho, algunas comunidades religiosas, extrañadas ante la petición y el hecho de que fuera el prelado en persona quien la hiciera, se pusieron en contacto con la diócesis. Allí les confirmaron las sospechas: efectivamente, se trataba de una estafa. 

“Se trata de un fraude que ha sido detectado por las propias comunidades”, señalan desde el Obispado de Jaén. Recalcan que el caso ya está judicializado y lamentan el engaño sufrido por las religiosas, que no ha sido el único.

 En los últimos meses, al menos una docena de obispados han recibido denuncias, especialmente procedentes de congregaciones religiosas, que habían recibido llamadas, correos electrónicos o incluso vídeos de altos responsables eclesiásticos reclamando altas cantidades de dinero para necesidades urgentes de las diócesis. 

Estafas que en los últimos tiempos se han profesionalizado de manera espectacular. De hecho, la propia Conferencia Episcopal ha remitido una nota interna a todas las instituciones eclesiásticas, advirtiéndoles del engaño y pidiéndoles que extremasen las precauciones. 

En el caso de Jaén, el engaño fue mucho menos elaborado, pues el estafador únicamente se dedicó a llamar a conventos asegurando ser el obispo. La mayoría de las religiosas se extrañaron de la voz ronca del prelado y no siguieron el juego, aunque una de ellas sí cayó en la trampa y llegó a abonar 3.000 euros. 

El modus operandi, en todos los casos, es similar. Así lo advierten desde la diócesis de Palencia: “Haciéndose pasar por el Obispo, el vicario general o un sacerdote –en muchas ocasiones a través de herramientas de inteligencia artificial imitando su voz– se ponen en comunicación con un Monasterio o un Instituto de Vida Consagrada expresando que, desde el Obispado, se ha realizado, por error, una transferencia a su favor y que, como al día siguiente tendrían una inspección, es preciso que devuelvan el dinero inmediatamente”. 

Algo que, explica un portavoz a elDiario.es, no es cierto. “Desde la Diócesis nunca se va a pedir dinero, ni transferencias, ni información de datos bancarios por teléfono. Por eso piden que ante cualquier intento, se comuniquen con el obispado para que se pueda denunciar y llevar adelante una investigación.

 ”Las diócesis no piden dinero, o al menos no lo hacen de esa manera“, recalca a elDiario.es un ecónomo diocesano que fue el encargado de aclarar a unas religiosas que nadie les había pedido ayuda desde el Obispado. 

No hay comentarios: