ALMERÍA.- Cajamar ha editado una nueva publicación, titulada
'El sector vitivinícola frente al desafío del cambio climático' que ha
sido coordinada por Raúl Compés y Vicente Sotés, profesores de la
Universitat Politecnica de Valencia y de la Universidad Politécnica de
Madrid, respectivamente.
La publicación describe
los retos que afrontará la producción de vino en las próximas décadas y
en su redacción han participado treinta profesionales de distintos
ámbitos y países, que analizan las cuatro dimensiones del desafío del
cambio climático para el sector vitivinícola: las interacciones entre
vino y clima, los impactos sobre el sector y las estrategias públicas y
privadas tanto de mitigación como de adaptación.
Raúl
Compés explica que "esta monografía es el resultado de la convergencia
de tres preocupaciones. En primer lugar, la preocupación ciudadadana por
los efectos negativos del cambio climático en nuestras vidas y en las
de nuestros descendientes; en segundo lugar, por su impacto en el sector
vitivinícola y, en tercer lugar, porque se hace menos de lo que se
debería frente a la amenaza que representa".
Asimismo,
Vicent Sotés muestra su convencimiento de que la uva y el vino se
adaptarán y sobrevivirán al cambio climático, como siempre ha sido en
sus aproximadamente 8.000 años de historia.
Sin embargo, advierte, "lo
que nos inquieta es el destino de nuestras viñas, la calidad de nuestros
vinos y el futuro de la producción que ha conformado nuestros paisajes y
culturas", y recuerda a continuación que "la pasión por el vino, como
la pasión por la música, la pintura o por cualquier otro tipo de arte,
es universal, no tiene fronteras, pero la relación afectiva que se
establece con la vitivinicultura está ligada a unos territorios y
sabores determinados, muchos de los cuales están ahora directamente
amenazados".
Los coordinadores de la obra subrayan
que el equilibrio de la madurez alcohólica junto con la madurez
fenólica de la uva se va a convertir en el factor crítico de la
vitivinicultura de calidad, y que la gestión del agua de riego va a ser
la estrategia clave de adaptación en muchas zonas, con un aumento de los
conflictos por su gestión y uso sostenible.
Además
de estas cuestiones, Compés destaca que "la obtención de uva y vino va a
requerir cada vez más conocimiento y capital científico y tecnológico
de todo el proceso productivo, dado que la vitivinicultura tradicional
no tiene capacidad para hacer frente a las múltiples alteraciones
ambientales que están ocurriendo".
En este sentido, Sotés añade que
"este desafío no se podrá superar sin una nueva conciencia ecológica,
que priorice la reducción de los impactos negativos de las actividades
productivas y sus correspondientes huellas".
Por
su parte, el director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar, Roberto
García Torrente, concluye poniendo el acento en que "para hacer frente
al cambio climático y mitigar sus consecuencias hemos de asumir esta
nueva realidad y adaptarnos a ella investigando y transmitiendo
conocimiento a la sociedad con publicaciones como esta".
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