jueves, 22 de febrero de 2018

La tortura de las gallinas enjauladas que ponen los huevos que comemos y Francia quiere prohibir




MADRID.- Con el lomo despellejado, las aves tratan de abrirse paso entre las alas y los cuerpos magullados de sus compañeras. Tienen el cuello pelado, delgado y canino. Dentro de una misma jaula pueden estar nueve, diez, doce animales hacinados conviviendo hasta que les toca poner los huevos que luego formarán las bandejas del supermercado. Son las gallinas que producen el alimento que luego nos comemos. Una situación que Emmanuel Macron quiere revertir en Francia. Acaba de anunciar que, a partir del año 2025, todos los huevos que se produzcan allí serán de animales criados al aire libre, según adelanta El Español.

Esta es la situación en la que sobreviven algunas de las miles de gallinas que se encargan de poner los huevos que luego llegan a nuestras neveras. En concreto, hasta el 90% de los animales utilizados en España para esta producción viven en pequeñas jaulas juntas las unas a las otras. Este en concreto es uno de los casos más extremos que se ha encontrado la organización Igualdad Animal en sus investigaciones de la industria alimentaria en España. Las fotografías que aquí se exhiben fueron realizadas el año pasado en una granja española.
Según datos del Ministerio de Agricultura y Medioambiente, en 2016 más de 40 millones de gallinas ponedoras de huevos vivían enjauladas ese año en España, preparadas para producir y producir. Se trata del 93 % del total de las aves que se encargan del suministro del producto que luego se come en buena parte de las casas de este país. La gran mayoría de ellas no ve nunca la luz del sol.

En Francia el debate está en la mesa

El debate está servido. En los últimos días se ha conocido la noticia de que, en Francia, el gobierno de Emmanuel Macron ha confirmado la promesa que realizó durante la campaña electoral: que los huevos frescos vendidos en el país procedieran de gallinas que fuesen criadas al aire libre. Y así parece que va a ser. El ministro de agricultura, Stéphane Travert, confirmó esta semana que quieren lograr que la medida se logre poner en funcionamiento a partir del año 2022.
Francia es el principal productor de huevos de Europa. El 70 % de los que se producen allí se obtienen de gallinas criadas en hacinamiento, en jaulas distribuidas por centenares en interminables galerías situadas en granjas industriales. Un negocio enorme negocio que mueve 14.000 millones al año.
Los franceses quieren que se cambie esta circunstancia y que estos animales comiencen a ser criados de otra manera. El 90 % de los ciudadanos se muestra a favor de que la situación de las aves cambie. ¿Y en España? En España el debate lleva servido desde hace meses y la ciudadanía, en líneas generales, vería con buenos ojos que la cría de las gallinas se comenzase a realizar en todas partes al aire libre.
El Eurobarómetro de marzo de 2016 vertió tres datos inapelables sobre lo que piensan de este asunto los españoles: el primero, que el 94 % de los españoles considera importante proteger el bienestar de los animales “granja”, criados en ese hacinamiento continuo hasta formar parte de la cadena alimenticia. 
El segundo, que el 84 % contestó que la situación de estos animales debería mejorarse. En tercer lugar, el 71 % contestó que sería preciso obtener más información sobre cómo se trata a estas especies en las explotaciones ganaderas.
Es evidente que la preocupación existe y que está sobre la mesa. No en vano, algunas compañías han dado ya el paso para que todas las gallinas puedan criarse al aire libre. Desde el 1 de enero de este mismo año, en los lineales de Lidl ya no hay huevos de gallinas enjauladas. La alemana se adelantó al resto del sector en España garantizando que el 100% de los huevos que se vendan en sus tiendas provengan de gallinas criadas libres de jaula.
Se trata de una medida pionera, dado que la gran mayoría de los hogares de España prefieren consumir huevos de gallinas que no estén criadas en jaulas, que hayan crecido en libertad. 
Javier Moreno, director de la ONG, Igualdad Animal, celebró la decisión de la empresa alemana como "un punto de inflexión" en el sector y muestra un "compromiso pionero para reducir el sufrimiento que padecen las gallinas enjauladas".
El gigante alemán ha dado un gran paso para que imágenes como las expuestas en este reportaje no se vuelvan a repetir. Ya otras grandes empresas se han sumado al carro de las granjas libres de jaulas. 
Carrefour, según informó El Español, prometió que a partir de 2025 ese será sistema habitual de producción. Lo mismo que dijeron desde la firma Auchan. El sector ya ha comenzado a moverse para que la oferta de huevos ecológicos, camperos y libres de jaula sea lo habitual. Y no el hacinamiento de las aves que producen millones de huevos al año para España.

"Un folio" por gallina

Una gallina por metro cuadrado. O incluso menos en algunas de las fotografías que aquí podemos observar. Unas encima de otras, las aves de algunas de estas jaulas no pueden estirar las alas libremente. No pueden picotear en busca de comida. Algunas mueren aplastadas dentro de la jaula.
¿Cuál es el espacio con el que, por ley, deberían contar estos animales en sus jaulas? Según el Real Decreto 3/2002, se establece que las gallinas que estén en jaulas acondicionadas, deben tener a su disposición, al menos y cada una de ellas, 750 centímetros cuadrados de superficie. Una condición que en las jaulas que aquí mostramos no parece que se esté cumpliendo.
“Es un espacio ligeramente superior al de un folio”, explica a El Español Silvia Barquero, Presidenta de Pacma. “Es un eufemismo llamar bienestar animal a estas condiciones de vida. Al estar tan pegadas, se les secciona el pico, en previsión de las heridas que se puedan provocar debido a las condiciones de hacinamiento en las que viven”.
“Seguiremos trabajando para que España también prohíba las jaulas. Si no quieren escucharnos, lo exigiremos desde Europa”
La presidenta del Partido Animalista, Silvia Barquero, se muestra decidida a luchar porque España siga los pasos de Francia y prohíba la venta de huevos criados por gallinas en jaulas en uno de los países en los que más se produce este alimento. 
Millones de gallinas confinadas en diminutas jaulas. Esto les provoca un horrible cautiverio que les genera sufrimiento, estrés y graves enfermedades físicas y psicológicas. La solución al problema que la ley llama jaulas enriquecidas no supone ninguna mejora sustancial y no asegura el bienestar de los animales”.

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