domingo, 20 de agosto de 2017

Reflexión original sobre los atentados / Guillermo Herrera *

Aparte de lo obvio, que es solidarizarse con las víctimas, llorar con sus familiares, y condenar toda violencia y salvajada contra la humanidad, estos atentados pueden tener muchas lecturas diferentes y originales, que no sean los argumentos repetitivos de los medios de comunicación.

En España ya estamos vacunados contra el terrorismo, desgraciadamente, y no van a ser ahora cuatro descerebrados los que nos metan miedo y dobleguen nuestra voluntad de ser y prosperar.

Pocos saben que España está destinada a ser la primera potencia turística del mundo, y cada año llegan más visitantes, por lo que estos atentados van claramente destinados a hundir nuestra fuente principal de riqueza y crear miseria y desempleo. No lo van a conseguir jamás.

Otro objetivo oscuro es hundirnos a todos en la pena y en el miedo para volvernos más manipulables. Tampoco lo van a conseguir en absoluto.

Los autores del atentado están manipulados por un falso sistema de creencias religiosas que les promete el paraíso si se convierten en asesinos suicidas. Es decir, que ellos son los más manipulados y a su vez pretenden manipularnos a todos nosotros. Fracasarán estrepitosamente.

Recuerdo que algún separatista dijo que preferían tener trabajadores marroquíes a españoles. ¡Pues toma marroquíes! Con todo el respeto a la mayoría de los trabajadores africanos, que son pacíficos. Pero el choque de culturas existe, por muy buena voluntad que pongamos, tal y como se ve en otros países europeos que presumían de multiculturalidad y que están militarizados en estado de alerta.

Cuando se observa desde el espacio a la Península Ibérica sólo se ve un territorio integrado, pero no se observa ninguna frontera absurda que avale la supuesta “realidad plurinacional” de España. Por lo tanto, sólo pretenden dividirnos aún más de lo que ya estamos, que no es poco.

Muchos catalanes se darán cuenta ahora de que están más seguros bajo el paraguas de la protección española que sólo con cuatro mozos de escuadra, que ahora están sobrepasados por la magnitud de los atentados.

Permítanme una licencia metafísica: España disfruta de una protección divina muy poderosa que la ha permitido sobrevivir a lo largo de los siglos, a pesar de sus muchas vicisitudes y, a medida que alguien se quiere separar de España, también se aleja de dicha protección divina.

Al mismo tiempo, la mayor presencia de las Fuerzas del Orden en Cataluña es una garantía mayor de que no se vuelva a violar la Ley, porque lo mismo se delinque asesinando a personas inocentes que robando el derecho a decidir que tenemos todos los españoles sobre el destino de nuestra patria común e indivisible.

Termino este artículo con el extracto de una oración que yo rezo a San Miguel Arcángel de vez en cuando: “Libéranos de toda obstrucción económica, gobierno improcedente, corrupción, atentados, invasiones, maldad, criminalidad, peleas, guerras y de todo lo que cause malestar, desasosiego e incertidumbre, de los apegos a todo lo pasajero, falso, ilusorio y mentiroso.”
 
 
 
(*) Periodista

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