El cardenal colombiano Castrillón, protector de Mendoza y la UCAM, no presidirá una misa en Washington tras sus polémicas declaraciones

WASHINGTON.- El cardenal colombiano Darío Castrillón no presidirá la misa solemne del próximo sábado en la Basílica en Washington, a raíz de sus controvertidas declaraciones sobre un cura pederasta, informó hoy el diario "The Washington Times".

El diario indicó que, según el Instituto Paulus, que había organizado la visita de Castrillón, éste no viajará a Washington para encabezar la misa planificada hace tres meses debido a preocupaciones en torno a su seguridad.

Castrillón había sido invitado a celebrar la Misa Tridentina, que se realizará en latín por primera vez en 50 años en el altar mayor de la Basílica, pero sus declaraciones causaron protestas de grupos defensores de las víctimas de abuso sexual por parte de sacerdotes.

Ken Wolfe, un portavoz del Instituto, explicó que ante la controversia generada, el Instituto Paulus consideró que era mejor que Castrillón no viajara a Washington desde Roma para participar en la misa, indicó la publicación.

Castrillón, de 80 años, atrajo atención mediática luego de que se revelara una carta de 2001 en la que alabó al obispo francés Pierre Pican por negarse a denunciar a uno de sus sacerdotes, el reverendo Rene Bissey.

"Lo felicito por no denunciar a un sacerdote a las autoridades civiles. Usted ha actuado bien y me complace tener un colega en el episcopado que, ante los ojos de la Historia y los demás obispos del mundo, prefirió la prisión a denunciar a su hijo y sacerdote", dijo Castrillón en la carta escrita en francés y dirigida a Pican.

Bissey, de todas maneras, fue sentenciado a 18 años de prisión por violar a un niño y por abusar de otros diez jóvenes.

Pican, que aseguró que no podía revelar un secreto de confesión, recibió una sentencia suspendida de tres meses por no denunciar a Bissey a las autoridades.

La Red de Sobrevivientes de Abusos Cometidos por Sacerdotes (SNAP, en inglés), un grupo activista católico, envió una carta el martes al arzobispo de Washington, Donald W. Wuerl, para pedir la cancelación de la misa por la actuación de Castrillón.

David Clohessy, un portavoz de la Red, dijo hoy que el grupo no recibió respuesta pero mantiene su posición de que Castrillón jamás debió ser invitado.

"No podemos de buena conciencia quedarnos sin hacer nada mientras un hombre tan irresponsable era honrado de esa forma por las máximas autoridades de la Iglesia", explicó Clohessy.

Sin embargo, la cancelación del viaje de Castrillón no ha aminorado la controversia por el escándalo de curas pederastas.

Barbara Dorris, otra activista de la Red, dijo en un comunicado que el Papa y el arzobispo de Washington "tuvieron la oportunidad de demostrar un verdadero liderazgo pero, sin embargo, mostraron su verdadera cara al negarse de nuevo a tomar medidas por un colega corrupto".

"Nos decepciona que ningún oficial de la Iglesia en el planeta, en el Vaticano o en cualquier otra de las 5.000 diócesis en el mundo, tenga la valentía suficiente para denunciar claramente la irresponsabilidad inexcusable de Castrillón Hoyos", enfatizó Dorris en la nota.

La Misa Tridentina es el ritual de la Misa del rito romano de la Iglesia Católica, y se llama así porque fue tipificada, reformada y uniformizada a toda la Iglesia latina por iniciativa del Concilio de Trento.

Los organizadores ahora buscan un nuevo obispo o cardenal que pueda sustituir a Castrillón en el complicado ritual religioso.

Castrillón, uno de los protectores de José Luis Mendoza en el Vaticano, es asiduo conferenciante en la UCAM, que ha visitado en varias ocasiones para impartir doctrina a los alumnos; la última vez la semana pasada, donde puso por testigo al difunto Juan Pablo II de sus censurables conductas al frente de la responsabilidad del Clero años atrás, en contradicción frontal con la actual postura oficial de la Santa Sede.