sábado, 3 de enero de 2009

Azazel y el hombre que jamás existió / Juan José Cánovas *

Estos días, que algunos no caben en el cuerpo de la alegría por el auto de archivo provisional del Magistrado, me vienen a la memoria, algunos pasajes bíblicos llenos de misterio. La figura del “chivo expiatorio”, en este caso, va ligada al nombre de película del “hombre que nunca existió”.

Pepe, el alcalde, nos insta, a la “trilateral” (Otálora, José Luís y un servidor), poco menos que a pedir perdón, porque le han archivado uno de los delitos de los que le acusa la Justicia. Me resulta chocante que mantenga mi nombre en la “triada maligna”, de la que “se cae”, como el cohecho, Martínez Baños. Con tanta gente pidiendo entrar en el "club" de enemigos de Pepico...

Se olvidan, Pepe y sus paniaguados, de incluir en la “dañina trama”, al presidente del PP en Murcia y del Gobierno Regional, Ramón Luís Valcárcel, que hasta hace muy poco, ha estado solicitando, por activa y por pasiva (lapidaria frase de Carrión), su salida de la Alcaldía, porque, siempre según el Presidente, “Martínez Andréo, estaba perjudicando al municipio de Totana”.

Ahora, nos sale diciendo que las faltas que quedan, son administrativas, por quitar una sanción a un padre de familia numerosa. El Presi, no tiene información de oído de lo acecido en Totana. Es de primera mano. Pero Aarón, ya tiene otro “chivo expiatorio” al que señalar, ungiendo sus manos sobre el cabro.

A Pepito el Mecánico, acusado de cohecho (de momento) y asesorado por el mismo bufete de caros e influyentes abogados catalanes (tenían que ser). Lo del chivo expiatorio, se remonta a las sagradas escrituras y viene muy al pelo, en los tiempos que vive el PP en Murcia. Para los judíos, el Día de la expiación, es una fiesta solemne, en la que Aarón, como Sumo Sacerdote, debía hacer expiación de los pecados del Pueblo de Israel.

Para esa ceremonia, elegían dos cabros (o chivos) jóvenes, entre los que echaba a suertes, cuál sería el enviado al desierto y pagar las iniquidades del pueblo hebreo. Azazel, que así se llamaba el cabro designado, podría manifestarse ahora, en la persona de Pepito, el Alcalde de Librilla.

Para él, no hay presunción de inocencia, ni podría ser archivado su cohecho, aunque sea provisionalmente. Pepito, que se conforma con un trozo de pan, un tomate y una sardina, debe ser enviado al desierto, como el chivo expiatorio, llamado Azazel en la Biblia, para redimir los pecados de todos los cargos públicos del PP en Murcia y alrededores.

También olvida el “Sumo Sacerdote” del PP, al hombre que jamás existió. Es decir; el diputado, Juan Morales, que sigue cobrando sus más de 3.000 euros del ala y ha sido maestro de tantos políticos en la zona de Totana, además de protegido especial del “reciclado” Marques, ocupado ahora en despedir trabajadores en la Hermandad Farmacéutica del Mediterráneo. Morales parece como si jamás hubiese existido y su recuerdo se ha volatizado en la nebulosa de los autos, con tufo a corporativismo que apesta, dictados para salvaguardar honores, que algunos no merecen ni de lejos.

Morales, nunca fue el maestro y valedor de Martínez Andréo, ni conoció a “la Gabacha justiciera”, que hoy ocupa su trono. Es como un ligero recuerdo, para el Sumo Sacerdote, Valcárcel y los goebbelianos del PP en Totana, más dueños de las llaves del Calabozo que nunca y asegurados de por vida por Pepico, el inocente, que solo ha hecho favores y mira como le han pagado.

El diputado ausente y cobrante, que “venía a la política a servir y no a servirse”, no llega a la categoría de Azazel (chivo expiatorio), reservada para Pepito el de Librilla. Solo es un vago recuerdo de “aquel tío honráo, que nadie me tiene que decir, porque yo lo sé”, manifestado por Valcárcel, en Pleno Santuario de la Santa, ante los enfervorizados palmeros, un día de mayo de aquel lejano 2007.

* Coordinador de IU en el Bajo Guadalentín

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿como piensa Totana despues de un año?
¿serían capaces de ir en procesión otra vez a Sangonera, cura por delante?
¿se manifestarían otra vez frente al Ayuntamiento golpeando a periodistas?