La mafia devenida del PSRM / Apunte de Verano de Vera Mª Cubí

Lo de Pedro Saura es penoso. Es un perdedor que parece quiere seguir perdiendo personalmente para no pasar el testigo a ningún otro compañero aunque arrastre a todos. Tiene su mérito asumir en solitario el desastre al que muchos han conducido a un PSRM sin solución de continuidad por la inacción de Pepiño Blanco.

Después del fiasco urbanístico de Alhama quiere Saura aparecer en "La Verdad" como ecologista cuando el socialista es ya un partido totalmente desconectado de una sociedad murciana con muchos y acuciantes problemas. Su ciclo de vida tiene los días contados por este camino y esa será la gran herencia histórica política dejada por el gallego a los murcianos.

Si Leire Pajín no plantea, y pronto, la disolución de esta federación socialista, Zapatero lo tiene claro por aquí en las próximas elecciones generales. Dentro ya casi no hay alternativa para conseguir la confianza de un electorado que, cómo percibirá a los socialistas locales, que sigue votando a un Valcárcel que huele por todas partes a presunta delincuencia organizada posiblemente objeto de la Fiscalía Anticorrupción.

La pregunta sigue siendo por qué el ministro, fiscal Bermejo, no hizo sus deberes electorales al comprobar el percal socialista murciano. Pero Zapatero no debe rendirse ante la adversidad porque él, y sólo él, tiene la llave de una salida para aplaudirle.

Esos ciudadanos moderados y progresistas a los que alude Saura en su entrevista con "La Verdad" del domingo no lo ven como alternativa ni como lider, lo que debería ser para él una tragedia política con los vientos que soplan de máximas exigencias por parte de unos ciudadanos en apuros económicos.

El pobre Saura presume de una influencia en La Moncloa, que nunca tuvo, y para muestra un botón: sólo una militante murciana, Rosa Peñalver, ocupa un cargo en el Gobierno y por su anterior relación personal con Zapatero; no por presidenta-florero del PSRM, puesto que no le va nada y sólo ella sabrá por que aceptó. No la veo en ese barco, que terminará zozobrando más pronto que tarde.

A los socialistas murcianos les pasa en Madrid lo mismo que al PP de Valcárcel: nadie se fía de ellos y cuando desde allí envían gentes como Bermejo, Pujalte o García-Legaz, los líderes nacionales confirman las versiones oficiosas que les llegan desde aquí, ahora por sus propios adelantados de confianza.

Ergo, el problema no es tanto la sigla como la gente de aquí que se ha apoderado de ella para sus propios intereses inconfesables sin reportarse a Ferraz o Génova.

Saura ha conseguido fragmentar el PSRM; de un lado él y su camarilla a tres (Jara + Oñate) con los "enanos" manejando la tramoya frente a la vieja guardia traicionada desde dentro y ahora en cierta connivencia y, de otro, los treintañeros identificados con Zapatero, cuyo exterminio político se dispone a acometer un Jara a las órdenes del corrupto senador Hurtado, si antes no lo impide Leire Pajín, con el beneplácito del delegado del Gobierno y su hija, también bioquímica de profesión como Jara.

Saura sigue preso de quienes han convertido el PSRM en un puro sindicato de intereses, como se intuye claramente de lo que dice va a hacer en Cartagena, conectado con lo peor de la mafia murciana del ladrillo y el tardofranquismo. Y también en Murcia, de la mano de la familia González Tovar, que le exige esa purga para asegurarse poder trepar sin imprevistos ni molestos compañeros con legítimas ambiciones. La estabilidad de Zapatero les importa un bledo.

Con este adelanto de purga, tiene Pajín suficientes argumentos para actuar de inmediato si comprende que ese combate planteado por gran parte de un amplio sector de la vieja guardia, ya es frontalmente contra un Zapatero, que esperan sea engullido por la crisis económica y así consumar su rumiada venganza por su irreductible postura política en el tema del agua del Ebro.

Por eso Bermejo no viene por Murcia. Sabe con quien se juega los cuartos por culpa de un Pepiño Blanco que alimentó esta hidra aparatista. Pero, ¿de dónde salieron estos zapateristas conversos de Saura y Tovar? Igual que Saura ha hecho con Mármol para conjurar el ascenso de los jóvenes, Ortíz hizo en su día con Saura para evitar la emergencia desde la base de una nueva dirección realmente sintonizada con el inquilino La Moncloa.

Por eso, a mi juicio, en estas circunstancias límite sólo cabe la disolución y refundación del PSRM de cara a la cita de 2011.

Cuando Saura dijo que ya se discutiría en su momento el candidato de 2011 a San Esteban, al ver algo negro repetir como secretario general, parecía que él no contendería con otros ni siquiera se postularía pero ahora, sabiendo el exterminio que se avecina para que Leire no tenga alternativa donde elegir, ya se postula como candidato desde un permanente chantaje político a la nueva dirección de Ferraz, en la más pura línea de la vieja guardia del PSRM, diseñada extramuros de Princesa.

Como se ve, monta tanto Saura como Ortíz, para desmarcarse realmente de un Zapatero que ahora perciben débil y políticamente a la baja. Prefieren todos a un José Bono más complaciente con sus parcelas de poder intocables.

Quizás Saura nos sorprende en "La Verdad" porque ya es consciente de que González Tovar calienta en la banda, pensando en 2011 animado por fuerzas locales reccionarias, que le aseguran sus apoyos más allá de Zapatero para, al igual que Valcárcel, ser un pelele de sus intereses antes que el hombre en Murcia del lider nacional de su partido.

¿Acaso han pintado algo Aznar y Rajoy en Murcia desde 1997? Como contrapartida política, el Estado pasa de Murcia todo lo que puede, se nota y así nos va. Porque el BOE se escribe en Madrid y el DOCCEE se escribe en Bruselas y no en la CROEM o en la planta noble de Caja Murcia.

Sin propuestas, con un programa repleto de lugares comunes, sin equipo de relevo para la Comunidad Autónoma y con el reiterado rechazo de la Murcia moderada y progresista, que no lo ve idóneo para San Esteban con la que está cayendo, Saura intenta enrocarse ahora para que la señorita Pajín no lo desplace con gentes de refresco y de su misma edad.

Es el consejo de Jara por lo que él mismo se juega en el envite en la espera para ver como Zapatero se estrella contra una crisis de la que no es artífice más que por omisión. Esa es la gran perversidad de este PSRM, ya muy convertido en un sindicato devenido en mafia.