martes, 8 de julio de 2008

El Tribunal Supremo no libra de la cárcel al ex jefe de la Policía Local de San Pedro del Pinatar

MURCIA.-El que fuera jefe de la Policía Local de San Pedro del Pinatar, no ha conseguido que el Tribunal Supremo (TS) le rebaje la condena de 13 años de prisión que ya le impuso la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Murcia como autor de un delito continuado de cohecho y de otros dos de cooperación necesaria en sendos delitos contra la salud pública según revela "La Opinión".

Se trata de Pedro Antonio Marín Abellán, de 47 años, natural y vecino de San Pedro del Pinatar.

La sentencia declara probado que Pedro Antonio usó su cargo como jefe policial para dar cobertura a una red que introducía grandes cantidades de hachís en la costa murciana. Así, queda demostrado que el funcionario estuvo implicado en al menos dos desembarcos de droga entre finales de 2005 y principios de 2006.

El Alto Tribunal ha desestimado las alegaciones del ya condenado, quien se escudó en que tanto las escuchas telefónicas como el registro que se hizo en su domicilio no se ajustaron a la legalidad. Asimismo, indicó que se vulneró el derecho a la presunción de inocencia.

Ninguno de esos argumentos ha sido tenido en cuenta por el TS, que defiende la legalidad del proceso y ratifica la sentencia anterior que, además de las penas de cárcel, incluye una sanción de cerca de once millones de euros y la inhabilitación para ejercer cargo público alguno durante once años. Junto a él, el Supremo también ratifica la condena para los otros siete implicados en la red, que en total suman casi veinte años de prisión.

Según consta en la sentencia, la decisión de intervenir el teléfono de Pedro Antonio se tomó en enero de 2006, después de localizar un fardo de hachís de 26 kilos en una playa de San Pedro y de que un vecino afirmara haber visto al acusado en el desembarco. Este hecho es suficiente para el TS para justificar la intervención del teléfono y el posterior registro.

Tampoco el alegato que esgrimió el acusado en defensa de la presunción de inocencia ha prosperado. La respuesta del TS es rotunda. Pedro Antonio fue visto en un coche patrulla en la playa Torre Derribada sobre la noche del 28 de diciembre de 2005, mientras un grupo de individuos descargaba fardos de hachís de una embarcación.

Ante la sorpresa del vecino, el jefe de la Policía Local le dijo que la situación estaba controlada, que ya había llamado a la Guardia Civil. Fue el testigo el que después alertó al Instituto Armado, que no tenía noticias del alijo y que sólo pudo recuperar la embarcación, unas garrafas de gasolina y 26 kilos de hachís. El propio jefe de la Policía llamó a la Guardia Civil para asegurarse de que no estaban en la zona.

Una vez que el jefe policial estaba bajo sospecha y con su línea intervenida, su captura era cuestión de tiempo. El dos de febrero de 2006 otra embarcación llegó a San Pedro. Los agentes de la Benemérita consiguieron esta vez incautarse del alijo: más de tres toneladas y media de hachís.

La implicación de Pedro Antonio estaba confirmada. El propio acusado reconoció en la Audiencia Provincial que colaboraba con los narcotraficantes y que su misión era informarles de los movimientos de la Guardia Civil. No obstante, se justificó y alegó que estaba amenazado por la red, algo a lo que no se dio crédito. En el registro en su domicilio se encontraron unos 200.000 euros en metálico.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aviso a navegantes (Andreo y Compañía), que vayan preparando un buen bote de vaselina porque sus falaces argumentos de las escuchas que todos conocemos no le van a servir de nada. Así que mejor que al menos no perjudiquen más a Totana.