jueves, 12 de junio de 2008

Un catálogo de las consejerías hilvanado con cuatro citas / Juan Redondo

El Gabinete de Prensa de San Esteban adornó el discurso de Ramón Luis Valcárcel en el Debate sobre el Estado de la Región con varias fotos, dicen que fue para dar una nota de color a un texto excesivamente gris. En la forma no se puede decir que la intervención del Presidente ante la Asamblea Regional pase a los anales de la brillante oratoria parlamentaria. Fue más bien un catálogo de planes y realizaciones de las distintas consejerías hilvanados con cuatro citas de conocidos pensadores un poco cogidas por los pelos.

Comenta un diputado de la oposición que el presidente últimamente está un poco ausente, como su tuviera la cabeza en otras cosas, quizás pese la responsabilidad de organizar el congreso nacional del PP. También es cierto que estamos en una etapa de sosiego político prácticamente iniciando la legislatura y las próximas convocatorias electorales quedan lejanas en el tiempo.

Y esto siempre influye y destensa el ambiente. De ahí que Valcárcel imprimiera un tono conciliador a su intervención. “Nada más deseable, que procurar grandes espacios de consenso en los que, por encima de consideraciones partidistas deberíamos ser capaces de situar los intereses generales de la Región”, afirmó

La crisis económica, como no podía ser de otra manera, centró el fondo de la cuestión. Al catálogo de realizaciones y proyectos de las consejerías se unió un diagnóstico de la situación y una oferta para acuerdos concretos en cuatro aspectos importantes: el agua, las infraestructuras, la seguridad ciudadana y la financiación autonómica.

En el diagnóstico de la crisis no faltaron sus puyitas al Gobierno Central. “Parece que todo lo bueno de la Región se debe a San Esteban y todo lo negativo es culpa de Madrid”, señalaba un veterano sindicalista. Para los empresarios era acertado el diagnóstico, “pero él, como jefe del Ejecutivo es al que le compete ejecutar las actuaciones, no basta con quedarse en el diagnóstico”.

No hizo Valcárcel referencia a un posible cambio en el modelo económico regional. Parece satisfecho con él, y que con unos refuerzos se pueda paliar la crisis.

Con la oferta de pactos, el Presidente hizo una llamada a la responsabilidad y lealtad de la Cámara para hacer un frente común ante Madrid. El agua está pendiente de un gran Pacto de Estado y los populares murcianos insisten en el Ebro como condición innegociable.

En infraestructuras, Madrid lo ha dejado claro. En seguridad ciudadana están pendientes la negociación de las transferencias de Justicia. En financiación autonómica coincide Saura en que se actualice el censo murciano sobre los datos de 1999. El notable incremento poblacional habría originado una deuda histórica con la que se financiarían importantes medidas para paliar la crisis.

“En la deuda habría que buscar otras responsabilidades”, señaló González Tovar. El nuevo delegado del Gobierno está rápido al quite en defensa del Ejecutivo Central. El censo de 1999 no se tuvo en cuenta a efectos de financiación autonómica con el último gobierno de Aznar cuando se negociaron las transferencias de Sanidad y Educación.

El debate como tal empieza con la intervención de los grupos políticos. Es la hora de Saura y de Pujante. Valcárcel se crece en el cuerpo a cuerpo, cuando sale a la tribuna sólo con notas. Y a esperar las conclusiones.

Los consejeros bien apretados

Ves a los consejeros prietos las filas, apiñados en sus bancos, sentados en sillas sin apoyabrazos para evitar caer en la tentación de una cabezadilla y te das cuenta de que el hemiciclo se ha quedado pequeño. Como Valcárcel terminará con esta legislatura. La reforma del Estatuto de Autonomía prevé aumentar el número de diputados como mínimo a 55. Actualmente el número de representantes regionales es inferior al de concejales de Madrid. Y la Asamblea demandará un nuevo salón de plenos mucho más amplio y funcional.

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