viernes, 22 de febrero de 2008

La batalla por el décimo en Murcia entra en la recta final / Juan Redondo

Las elecciones generales más apretadas desde la Transición entran en la recta final con la “pegada de carteles”. Con un empate técnico y la disputa por el décimo escaño en Murcia, se abre una campaña electoral en la que hay mucho “partido por jugar”.

La “pegada” ya no es lo que era, se ha reducido a un formulismo de cara a los medios de comunicación e incluso aquí hasta el PSOE lo ha convertido en un acto virtual. A finales de los setenta y en la decada de los ochenta las elecciones tenían dos grandes momentos rituales: la larga noche de pegada como apertura y el largo recuento como cierre. Por medio estaban los mítines, las pegadas permenentes, los buzoneos, el puerta a puerta, los “espacios gratuitos”, las caravanas, y hasta algún debate.

Las Nuevas Tecnologías han cambiado el modelo de campañas. Internet, el pluralismo de canales televisivos e incluso la telefonía móvil u otros medios digitales se han convertido en los principales soportes electorales. El “empate técnico” con el que se inicia la campaña deja a priori en manos de los grandes debates televisivos el desequilibrio de la balanza electoral. Y el tema económico se ha convertido en el gran argumento por encima de otros como el terrorismo, las infraestructuras o el agua.

Apuntan los analistas que si la convocatoria electoral se hubiera producido en el otoño, cuando ya se anunciaba la recesión económica para el primer trimestre del año, con aumento del paro y de la inflación, les hubiera ido mejor a los socialistas. Ahora la igualdad promete una campaña tensa y crispada, porque los dos grandes dirigentes, Zapatero y Rajoy, se juegan algo más que gobernar durante cuatro años. Ya que el futuro político del perdedor quedará muy cuestionado.

En la Región, la convocatoria y los resultados del 9-M deberían cerrar, al margen de los resultados, una etapa de enfrentamientos y descalificaciones entre el Ejecutivo Regional y Gobierno Central que ha presidido los pasados cuatro años, algo que no ha beneficiado en nada a los ciudadanos de esta Comunidad.

Los populares de Valcárcel parten como grandes favoritos en la Región, tanto por los resultados de las generales de hace cuatro años, como por las autonómicas y municipales del pasado mayo. Presentan una lista con tres repetidores al Congreso y con la alcaldesa de Cartagena. Los socialistas de Saura han hecho un cambio radical; no continúa ninguno de los anteriores representantes en las Cortes, con la presencia del ministro de Justicia, Fernández Bermejo al frente.

El cabeza de lista ha estado rodeado en esta precampaña de polémicas nacionales y duras críticas de los populares murcianos. Los populares han llegado incluso a relacionarle con las presuntas tramas de corrupción investigadas por los Tribunales de Justicia, cuestionando incluso algunas actuaciones de la judicatura respecto a Totana, Torre Pacheco o Fuente Álamo.

La corrupción, a diferencia de las pasadas autónomicas o municipales, de momento no parece un argumento estrella electoral. Como también ha ido perdiendo peso el tema del agua, por las dudas de los populares sobre el trasvase del Ebro. Las infraestructuras ferroviarias con los AVEs mantiene su peso, más tras el pronunciamiento de los sectores empresariales y camerales en precampaña en línea con los posicionamiento de los populares.

La “batalla del décimo”, todos apuntan que está en el aire. Los populares son optimistas sobre el escaño de Arsenio Pacheco, los socialistas confían en lograr el cuarto, perdiendo en el global pero recortando diferencias.

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