lunes, 7 de enero de 2008

Benedicto XVI aboga por un «estilo de vida sobrio» para lograr un «desarrollo durable»

ROMA.- El Papa Benedicto XVI abogó por un «estilo de vida sobrio», acompañado de un compromiso por una «distribución equitativa de las riquezas», para instaurar así «un orden de desarrollo justo y durable», en la misa de la fiesta de la Epifanía celebrada en la basílica de San Pedro.

Al notar que «la globalización no es sinónimo de orden mundial, sino lo contrario», el Papa subrayó en su homilía que «la moderación» es «una manera de salvar la Humanidad».

«Es evidente que sólo la adopción de un estilo de vida sobrio, acompañado de un compromiso serio por una distribución equitativa de las riquezas, hará posible instaurar un orden de desarrollo justo y durable», subrayó.

«Para eso es necesario de hombres de esperanza y valor», agregó.

El Papa dijo que la Iglesia desarrolla para la Humanidad la misión de la estrella que guió a los Magos de Oriente.- (Agencias)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues que empiece dando ejemplo don Benito Diecisies y entregue ta su joyería y pinacoteca al Monte de Piedad. MENOS PRÉDICAS Y MÁS DAR TRIGO.

Anónimo dijo...

Disputa de Obispo y seglar

Santiago Delgado

Pues señor, érase una vez que se era. El bien para todos y el mal para quien lo quiera.
Había una vez, decía, un Obispo y un señor de corbata y chaqueta, diz que muy santo, por eso yo no lo sé; sea si es que es, pero no viene al caso. Bueno, pues sucedía, y empiezo el cuento de una vez, que tenía la diócesis unos terrenitos con templo grande, tiempo y tiempo; mucho tiempo, vaya. Y acaeció que llegó el señor seglar del cuento, y puso una universidad, católica y muy católica, que eso no es parte de la disputa. Universidad que buena razón trujo a la comarca toda, por cuanto evitó que estudiantes muchos emigraran a otras partes, con la sangría económica consiguiente. Y que por ahí, todo muy bien; pero que no es esa la disputa. Ni mucho menos.

Puestos a facer universidad, papeles hubo que firmar y que hacer, que nada es que serio sea, sin papeles y notarios, y otros grandes expresos europeos. Pues bien, el seños seglar, aunque santo, del exiemplo, puso a su nombre papeles de importancia capital en la propiedad de los fundamentos materiales de la fundada institución universitaria. Creyó el Obispo suyos los tales fundamentos; es decir, de la diócesis, y solicitó la retracción de los tales papeles. Mas no la obtuvo. Y surgió la disputa.

Yo, que también soy seglar, me decanto por el señor Obispo; o sea, por la diócesis. La diócesis somos todos. Menos los apóstatas. Y el señor seglar de la disputa es sólo eso: el señor seglar de la disputa. Me explico: posicionándome con el Obispo, defiendo lo mío. Vale.
(De "El Faro")

Anónimo dijo...

Es de agradecer que su santidad apueste por un estilo de vida sobrio. Esperemos que, en circular interna, lo aconseje a todo su "ejército".

Que la vida de algunos ministros y la actividad de algunas parroquias es de todo menos sobria...