Dentro de 20 años el Noroeste habrá recuperado los bosques perdidos en el gran incendio forestal de 1994

CARAVACA.- El gran pulmón de la Región de Murcia va ser regenerado en más de 2.000 hectáreas de las 25.000 devoradas por el devastador incendio de julio de 1994. La inversión total del proyecto es de seis millones de euros y está cofinanciado por la Comunidad Autónoma y la Comunidad Europea.

Servirá para que aumente la biodiversidad y la superficie cubierta por vegetación forestal, logrando una reducción de la erosión y mejorando el ecosistema y las condiciones de vida de la fauna. En el proyecto también se incluye un aumento de la protección frente a incendios forestales, para evitar otra catástrofe medioambiental como la ocurrida en 1994 bajo el gobierno regional socialista de la actual senadora María Antonia Martínez.

La vegetación original que existía en la zona antes del incendio estaba constituida por arbolado de pino carrasco mezclado con especies más frágiles. Las de más disposición de agua contaban con especies como la cornicabra ol el madroño.

En las zonas de pinar, donde el rebrote de los árboles se ha desarrollado de una forma desordenada, se hace necesario un tratamiento selvícicola con objeto de que los ejemplares crezcan con fuerza y dejen espacio a otras especies autóctonas, mejorando la biodiversidad, y se evite que puedan ser destruidas por una plaga o un incendio.

La recuperación de la economía local a través de la sostenibilidad, gracias a las diferentes medidas a desarrollar, es otro de los objetivos de este plan. La mejora de los caminos posibilitará agilizar las labores de vigilancia y que se acceda más rápidamente en caso de incendio.

Dentro de unos 20 años, en 2025 ó 2030 podrá existir un bosque similar al que ardió en las zonas donde el rebrote fue más intenso.

El del Noroeste ha sido el mayor incendio forestal de la Región de Murcia y uno de los más devastadores en España. Entre los días 4 y 10 de julio de 1994, el fuego arrasó más de 25.000 hectáreas, según datos oficiales, de masa boscosa en los municipios de Moratalla y Calasparra. Toda la Comarca del Noroeste vivió esos días un verdadero infierno, pues el fuego se expandió rápidamente ayudado por las altas temperaturas y la grave sequía.