viernes, 2 de noviembre de 2007

¿Unos presupuestos regionales electoralistas? / Juan Redondo


La cantinela es conocida de todos los años con la presentación del Proyecto de Ley de Presupuestos Regionales. Para el Gobierno tienen un gran contenido social y se adecuan a las necesidades presentes de la Comunidad, y para la oposición un existe un descontrol en el gasto corriente y se maquillan las inversiones y el gasto social.

Este primer año de la última legislatura de Valcárcel coincide con las generales de marzo y aquí se ha incluido un nuevo valor añadido, la comparativa entre el Estado y el Gobierno regional. En esa confluencia de tramitación de ambos proyectos está la batalla política. Para Saura son mejores los de Zapatero respecto a los de Aznar y la Región de Murcia tiene un trato de favor, pero los populares, que no pueden cuestionar cifras absolutas, se centran en el grado de cumplimiento de la Administración Central.

Para poner luz en “guerras de galaxias” y “realidades virtuales”, del dirigente socialista, aparece Ruiz Vivo con sus profundos conocimientos de doce años en el Gobierno Regional. “Son los que la Región de Murcia merece para tapar los socavones del Gobierno de Zapatero”, en un guiño hacia los ciudadanos catalanes que sufren realmente las consecuencias de la construcción del trazado del AVE.

Está bien que el ex portavoz adjunto del Gobierno Regional haya dejando en su calculadora diaria los hectómetros cúbicos que vierte el Ebro al mar, y sus acendradas críticas al tripartito y apoye la vertebración del Estado con su solidaridad hacia los gobernantes catalanes que piden la dimisión de la ministra de Fomento.

Las comparativas ingeniosas, a veces, son desafortundas para los ciudadanos que sufren las consecuencias, como las inundaciones del Ebro o los socavones del AVE en Barcelona. En este aspecto Ruiz Vivo se ha convertido en un gran maestro. Ya tenemos un nuevo fenómeno en la Región, el “enemigo de Madrid” no sólo no nos castiga sino que hasta nos provoca “socavones”.

En política y gestión pública siempre se ha entendido que las inversiones estatales y las regionales deberían ser complementarias, nunca competitivas. Que no se deben cortar dos cintas paralelas, sino que las dos administraciones deben cortar la misma cinta. Y lo mismo sucede con los Ayuntamientos.

Se supone, utilizando las palabras de Ruiz Vivo, que los Presupuestos Regionales también servirán para “tapar socavones municipales”. Porque los ayuntamientos se han vuelto últimamente “muy pedigüeños”, según fuentes del Gobierno Regional. El endeudamiento afecta por igual a populares que a socialistas, que la diferencia es que los populares ganan en número de corporaciones.

Ruiz Vivo ha dado con la clave para las corporaciones locales regidas por la oposición e incluso por el PP. “Nos tenemos que endeudar para paliar los socavones ocasionados por el Gobierno de Valcárcel” y la consejera de Hacienda y el director general de Administración Local a apretar agenda ante la colas a la puerta de sus despachos.

Y no vamos a decir nada de las consejerías inversoras, como Obras Públicas, Desarrollo Sostenible, o subvencionables como Cultura o Turismo.

El proyecto tiene que desmenuzarse en la comisión de la Asamblea. Ahí se podrán cribar datos y cifras. La oposición está en contra, como es habitual. Saura está en su comparativa. Y Pujante es más duro, les califica de “neoliberales e insolidarios con las políticas educativas, de medio ambiente y sanitarias y, además, de no contemplar la aplicación de la Ley de Dependencia”. Y esta última dicen que es por un “socavón murciano”.

Asensio Sáez, una lámpara en La Unión

Si el Cante de las Minas es el evento cultural con mayor trascendencia de la Comunidad a nivel nacional e internacional, algo o mucho ha tenido que ver Asensio Sáez.

Dicen que la “minera” fue producto de un crisol de cantes que confluyeron en un momento de riqueza en La Unión y que “Rojo, el Alpargatero”, la ejecutó como nadie. Luego su hijo Antonio Grau recuperó la tradición y Juanito Valderrama con su carta propició el festival y ahora el antiguo mercado público se convierte todos los meses de agosto en la “Catedral del Cante”.

Detrás, discreto como siempre, Asensio Sáez. El gran escritor y pintor siempre le gustó estar en un segundo plano: en su docencia, en sus magníficos escritos, en sus valorados cuentos, en su pintura, en su pueblo del alma. La discreción, el trabajo serio, riguroso y documentado.

Sin Pencho Cros, sin Cayuela y, sobre todo, sin Asensio, el festival crecerá con su esfuerzo y legado. “La lámpara de Asensio tiene carburo para muchos años y su obra crecerá con el tiempo. El gran intelectual e hijo predilecto de La Unión se fue como vivió, sin hacer ruido. Nos ha dejado su legado” insiste el amigo.

www.elfarodemurcia.info

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