miércoles, 25 de julio de 2007

Los economistas auguran poco futuro a la economía regional murciana

MURCIA.- El porcentaje de economistas colegiados que opinan que la economía regional va mejor que el año anterior ha pasado del 48,6 por ciento registrado en el barómetro que realizaron en diciembre de 2006 al 23,4 por ciento del último estudio, realizado el pasado junio.

El barómetro, confeccionado con las respuestas a una encuesta cumplimentada por unos 200 colegiados murcianos, un 15% del total, señala que el 24,8% de ellos cree que la economía murciana está peor que el año anterior, frente al 15,3% que tenía esa opinión en diciembre de 2006, y el 49,6% opina que está igual, frente al 36,1% del anterior estudio.

Respecto a las expectativas de crecimiento por sectores, la construcción, que estaba en segundo lugar en el anterior barómetro, baja al quinto puesto, y se colocan en los primeros turismo, ocio y hostelería (como en el estudio de 2006), comercio, y finanzas y servicios avanzados, por este orden, mientras que el tercer lugar lo ocupaban en 2006 las nuevas tecnologías de la información.

La situación actual de la economía regional es valorada con 6,76 puntos sobre 10, por encima de la española, puntuada con 6,14, y las proyecciones para dentro de seis meses dan a la murciana 6,16 puntos, y a la nacional, 5,49, en ambos casos a la baja.

En cuanto a las principales fortalezas de la economía murciana, los encuestados sitúan en los dos primeros lugares la existencia de un clima económico, social y político para su desarrollo, variable que ha pasado del cuarto puesto al primero, y la de unas condiciones naturales de gran potencial para el crecimiento de los sectores agroalimentario, de turismo residencial y de energías renovables.

Por contra, las mayores debilidades son la planificación y la programación relacionadas con el bienestar social y la igualdad de oportunidades, y las que tienen que ver con el medio natural.
Los cinco principales problemas que los encuestados detectan en la economía murciana son la insuficiencia de recursos hídricos, el escaso gasto en investigación, desarrollo e innovación de las empresas, el déficit de infraestructuras y comunicaciones, la productividad y la temporalidad, y el inadecuado o deficiente nivel de cualificación de la mano de obra.

El paro es el problema situado en último lugar de los ítem que se ofrecían, sólo señalado por el 0,7% de los entrevistados.

El segundo barómetro ha añadido algunas preguntas al cuestionario elaborado en 2006, como la repercusión negativa de las subidas de los tipos de interés en el sector inmobiliario, que suscriben mayoritariamente los economistas, con una media de 4,24 en una escala del 1 al 5.

Así mismo, se pide a los encuestados que opinen sobre la introducción de reformas en el sistema público de pensiones para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.

Sobre este asunto, los economistas se muestran mayoritariamente contrarios a retrasar la edad de jubilación, a suprimir el subsidio por desempleo y a establecer una financiación por la vía de los impuestos, y, en cambio, favorables a fomentar los planes de pensiones complementarios, a eliminar las prejubilaciones y a fomentar la ocupación de mayores de 55 años.

Por último, el 45,3 por ciento de los encuestados está a favor de la deslocalización de empresas, frente al 32,8 por ciento que se muestra contrario, y la media de su opinión sobre el fomento del espíritu emprendedor para la creación de empresas en el sistema de enseñanza es de 1,9 en el caso de la secundaria, y del 2,3 en el de la universitaria, en una escala del 1 al 5.- (EFE)

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