miércoles, 4 de julio de 2007

Bruselas pretende arrancar 200.000 hectáreas de viñedos para lograr vinos más competitivos


BRUSELAS.- La Comisión Europea (CE) ha presentado ya su propuesta legislativa para reformar la organización común del mercado (OCM) del vino, que contempla el arranque de 200.000 hectáreas de viñedo y la eliminación de las ayudas a la destilación.

Dicha propuesta, que persigue fomentar la competitividad de los vinos europeos, deberá ser aprobada en el colegio de comisarios. En el documento figuran también otras medidas, como la eliminación de los derechos de plantación a partir de 2014 o la prohibición de la adición de azúcar, la denominada «chapatalización».

Una vez reformado, no se espera un aumento del presupuesto del sector (unos 1.300 millones), que se destinarán a los nuevos sobres nacionales donde se incluirán tareas de promoción y de arranque de viñedos, para aplicar medidas de desarrollo rural en las regiones productoras y para permitir la transición hacia el régimen de pago único en las áreas donde se hayan eliminados vides.

Por lo que respecta al arranque de viñedos, la CE estima que las 200.000 hectáreas deberían arrancarse en cinco años, para lo que ofrecerá una prima -aún sin especificar- a los productores. No obstante, sí se concreta que dicha cantidad irá disminuyendo a medida que pasen los años a fin de fomentar el abandono de la producción cuanto antes.

«Los productores serán libres de elegir arrancar o no», pero «para evitar los problemas sociales y ecológicos, los Estados miembros podrán limitar el arranque a montañas y viñedos en laderas escarpadas, así como en regiones con restricciones medioambientales específicas», precisa la propuesta. Y podrán realizar un «arranque discontinuo» si la superficie eliminada excede del 10% del área de plantación.

En cuanto a la retirada de ayudas, además de las dedicadas a la destilación está previsto abandonar las destinadas al mosto y se prohibirá el enriquecimiento del vino con azúcar.

La reforma contempla dos fases. La primera desde 2008 hasta 2013, periodo en el que se espera equilibrar el mercado vinícola ayudando a los productores menos competitivos a abandonar el sector «con dignidad». En la segunda etapa, a partir de enero de 2014, se hará efectiva la abolición de los derechos de plantación.

La reforma también afectará al etiquetado, estando previsto un sistema «más claro, coherente y orientado al mercado», fijándose un procedimiento para proteger la denominación de origen.- (Agencias)

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