sábado, 7 de abril de 2007

Sentencia a favor de Marcos Gracia frente a la vulneración de derechos fundamentales por parte del senador PP y alcalde de San Pedro del Pinatar


SAN PEDRO DEL PINATAR.- El Juzgado de Lo Social nº 1 de Cartagena ha condenado al Ayuntamiento de San Pedro del Pinatar a readmitir al director del Museo Arqueológico, Marcos David Gracia Antolinos, candidato por el partido local Unión de Centro Pinatar (UCPi) en las próximas elecciones,una formación constituida por disidentes locales del PP.

La sentencia condena al Ayuntamiento a pagar al trabajador los
salarios dejados de percibir desde que lo despidió, el pasado 18 de
noviembre, más 6.000 euros por daños morales.

Para Gracia, “más que el pago por los perjuicios que se me han causado, lo que más me satisface es que el juez reconoce que un senador, como Pedro José Pérez Ruiz, ha vulnerado mi derecho a la libertad ideológica y a la participación política”.

En la sentencia, el juez destaca que “se aprecian claros indicios de que la
motivación del despido del demandante reside en su actividad política, y
concretamente en su renuncia al cargo de concejal, para que el fue elegido
por el Partido Popular, seguida de su fundación, junto a otras personas, de
un nuevo partido político de ámbito local que, en diversas ocasiones, ha
demostrado su oposición a la actuación de la Corporación Municipal.

Desde ese momento la actitud del organismo demandado (el Ayuntamiento) hacia
Marcos Gracia ha cambiado radicalmente”, dice la sentencia. Gracia abandonó
el pasado 2 de junio el PP y su cargo de concejal por discrepancias con el
alcalde y algunos concejales.

Por su parte, el alcalde anuncia que recurrirá la sentencia porque “no es cierto que haya animadversión política”. Según Pérez Ruiz, “no puede utilizar unos argumentos políticos para encubrir incumplimientos de trabajo”.

De "San Pedro Confidencial"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El alcalde de San Pedro lleva tantos años en el cargo que se le puede considerar un auténtico virrey, que hace y deshace a su antojo. Las calles y playas de Lo Pagán están sucias y con escasa iluminación, una pena. El entorno del Parque Natural de las Salinas lleno de grúas. Sin olvidar el jefe de policía local, promocionado por el alcalde, encarcelado por tráfico de drogas; y el primer edil sin dar explicaciones. A los plenos municipales la prensa tiene difícil acceso.

Y ahí sigue la gente votando a un ex-esacayolista que gracias a la política tiene una fortuna familiar (véanse los hijos y hermano del alcalde) enorme con cochazos de lujo, tierras, empresas de construcción, casas de ensueño. Todo queda en familia: legislación, recalificación, convenio urbanístico y construcción.

A ver si los pinaterenses espabilan de una puñetera vez y dejan de votarle.

Anónimo dijo...

Pasar como la orilla más silenciosa del Mar Menor, en cuestión de escándalos urbanísticos, es el principal rédito que ha obtenido el municipio pinatarense del ruido ambiental que ha ensordecido a sus pueblos vecinos de la laguna.

Hasta los emplumados flamencos saben, sin embargo, que el estruendo mediático de Los Alcázares y San Javier no ha hecho sino convertir en pecata minuta los conflictos caseros de San Pedro, que los ha tenido en esta casi extinta legislatura, pugnando en la balanza, eso sí, con las aportaciones positivas, como fueron la apertura del centro termal, la piscina cubierta o la mejora considerable de las playas. Thalasia, uno de los mayores centros de talasoterapia de Europa, elevó el listón de calidad de la oferta turística de salud y belleza, para dejar atrás el tradicional gancho de las charcas de lodos marinos en Lo Pagán. Incluso la zona de los barros terapéuticos se dignificó con la construcción de un paseo peatonal.

En el haber, el Ayuntamiento, gobernado con mayoría por el PP de Pedro José Pérez Ruiz, se apuntó también el impulso turístico con la apertura del tercer hotel de cuatro estrellas y la creación de una piscina cubierta, aunque envuelta en críticas por la lentitud de las obras. En el examen playero, San Pedro atesoró dos distinciones Q de calidad, lo que mejoró los accesos, la limpieza y servicios a los bañistas en la orilla del Mar Menor.

Hasta las espigadas garzas saben, sin embargo, que lo que ha rodeado a las charcas salineras ha sido una calma sólo aparente, del que se escaparon notas disonantes, como lo fue el encarcelamiento del jefe de la Policía, Pedro Marín, acusado de colaborar en el narcotráfico.

Este golpe a la imagen municipal abrió la espita del descontento en algunos grupos vecinales, que protagonizaron algunas manifestaciones para reclamar limpieza, más servicios y parques infantiles, además de una reducción del gasto en comidas y viajes, reclamaban las pancartas. Los supuestos vertidos tóxicos de una fábrica de materiales asfálticos hicieron más intensa la protesta e impulsó la creación de grupos reivindicativos como Pinatar Mar Menor, que llevó su denuncia a los tribunales. Tras una sentencia favorable a la empresa, que contó con el apoyo municipal, el juez ha reabierto el caso.

La mayor amenaza se cierne sobre el hábitat de los flamencos. Las grúas han cercado el Parque Natural de las Salinas y Arenales de San Pedro, hasta hacerle con hileras de dúplex un ceñido cinturón. Las aves deben sobrevivir entre las máquinas de obra por un lado y el avance del mar que se ha comido ya la playa de La Llana por otro. Al desequilibrio del entorno contribuyó la construcción del segundo puerto del parque, bajo sospecha por la concesión de licencia a una UTE relacionada con cargos del PP. A petición municipal, la Comunidad duplicó el ancho de la carretera para favorecer el tráfico en el entorno de las salinas, que padecen cada vez más atropellos de aves y reptiles. Sobre terreno, pero no protegido, se sostuvo la mayor polémica de la legislatura, en el conocido como caso de los mojones. El alcalde reclamó a los vecinos de San Javier y el alicantino Pilar de la Horadada 450.000 metros de terreno que considera «usurpados» en el último siglo.

En la arena política, el alcalde popular tuvo que afrontar una fuga de concejales que sacó a la luz diferencias en el seno del Gobierno local. Primero fue la edil de Urbanismo y poco después el de Policía, Marcos Gracia, quien se marchó para crear un partido nuevo, Unión de Centro Pinatar, que competirá con su anterior líder político en las elecciones. El ambiente se enrareció cuando el alcalde despidió a Gracia de su puesto de director del Museo Arqueológico municipal.

Un juez obligó a Pérez Ruiz a readmitirlo y señaló «persecución política» en la actuación del alcalde y senador. El frente socialista se le presenta también reforzado, con un nuevo y prestigiado candidato, el médico José María García Ruiz. La irreductible Trinidad Mañogil al frente de IU seguirá haciendo frente al veterano regidor. Pérez Ruiz gobierna desde 1991 uno de los bastiones del PP en la Región, por lo que, de revalidar su mayoría, la próxima sería su cuarta legislatura como alcalde. El PSOE ya le ha arañado sin embargo un concejal en cada una de las dos últimas elecciones, por lo que el PP no puede permitirse más agujeros si quiere conservar el bastón de mando.
De "La Verdad"